Historia y "solidez" se unen en esta prestigiosa institución líder en las notas de corte a Ciencias de la Salud

Luis Capitán, decano de Medicina, Gabriel Domínguez, decano de Enfermería y Fisioterapia y David Saldaña, decano de Psicología y José Luis Gutiérrez, decano de Odontología


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En el competitivo mapa universitario español, hay un fenómeno que año tras año llama la atención: las notas de corte más altas del país en carreras sanitarias suelen concentrarse en las universidades de Madarid. No obstante, para el curso 2024-2025 saltó la sorpresa y es que la Universidad de Sevilla aglutinó en sus ramas sanitarias; Medicina, Psicología, Enfermería u Odontología, las mayores notas de corte a nivel nacional. Estas facultades se han convertido en epicentros académicos que no solo retienen talento andaluz, sino que también lo atraen desde comunidades limítrofes ¿Qué hace que estas facultades se sitúen en lo más alto de la escala de acceso?

Según los datos oficiales publicados por el Ministerio de Ciencias, Innovación y Universidades, las notas de corte para el acceso en el curso 2024-2025 reflejan el liderazgo absoluto de la Universidad de Sevilla en el ámbito de Ciencias de la Salud. La Facultad de Medicina marcó una nota de corte de 13,45 sobre 14, mientras que Psicología alcanzó el 12,74. Por su parte, Enfermería y Fisioterapia fijaron el acceso en 12,84, y Odontología se posicionó con un 13,13. Estas cifras sitúan a Sevilla a la cabeza en exigencia académica a nivel nacional. Redacción Médica acude al encuentro de los decanos sevillanos responsables de estas facultades cuya exigencia en el acceso tanto llama la atención

Medicina: una demanda histórica sostenida por el prestigio


Para Luis Capitán, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla, la respuesta parte de una base sólida: “Hay una alta vocación sanitaria que existe desde hace mucho tiempo, muy especialmente por la profesión médica”. Una vocación que, lejos de disminuir, se disparó tras la pandemia, cuando llegaron a recibir más de 6.000 solicitudes para solo 262 plazas. A pesar del crecimiento de la oferta —hoy la facultad ofrece 370 plazas— y la apertura de nuevas facultades públicas y privadas, la presión no ha disminuido: “Seguimos teniendo una demanda altísima”. Parte de esa fidelidad se explica por el prestigio nacional e internacional del centro, que actualmente se encuentra entre las 10 mejores facultades de Medicina de España y en el puesto 380 a nivel mundial.

Ese reconocimiento académico ha dado frutos concretos: “Nuestros egresados van a poder hacer la especialidad no solo en la Unión Europea, sino también en Canadá, Reino Unido o Estados Unidos, algo que antes no era posible”. Esta apertura internacional es consecuencia directa de haber obtenido un sello internacional de calidad, que afianza a la institución como una de las más potentes en formación médica.

Pero ese prestigio basado en parte en la tradición también implica ciertos desafíos estructurales: “Solo hay una institución más antigua en Sevilla que la Universidad: la Iglesia. Esa solidez tiene ventajas, pero también un cierto inmovilismo, y mover esas estructuras cuesta”, reconoce Capitán.

Uno de los grandes debates del momento es si deben aumentarse las plazas de Medicina ante la creciente demanda sanitaria. Capitán es claro al respecto: “No es que hagan falta más médicos; lo que hace falta es una mejor distribución y protección. Si seguimos creciendo sin planificación, volveremos a situaciones como las de los años 80, con paro médico y fuga al extranjero”.

La solución, dice, pasa por la infraestructura. La facultad tiene ya licitado un proyecto para construir una nueva sede, que necesita financiación para despegar. “Es una obra faraónica. Si hay dotación económica, podría ejecutarse en poco tiempo. Si no, se alargará indefinidamente”, advierte, y es que este nuevo dependerá para su realización de la voluntad de la Junta de Andalucía, administración que, en última instancia junto a la Universidad de Sevilla, será resposable de realizer la inversion requerida.

Enfermería ¿Casualidad o causalidad?


La Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la Universidad de Sevilla se sitúa entre las más demandadas de España. Para el curso 2024-2025, el grado en Enfermería alcanzó una nota de corte de 12,84, la más alta del país en esta titulación, y Fisioterapia marcó un 12,82.

El decano, Gabriel Domínguez, muestra cautela al valorar este fenómeno: “No creo que el estudiantado de bachillerato conozca tan bien las facultades como para tomar decisiones en base a eso”. En su opinión, el arraigo territorial y la preferencia por centros públicos pueden explicar parte de la demanda. También destaca que, frente a centros adscritos como Osuna o Cruz Roja —de carácter concertado-privado—, la facultad pública mantiene un atractivo superior gracias a su menor coste de matrícula y a una infraestructura consolidada.

Como valor añadido, el centro cuenta con un área de simulación que prepara a los estudiantes antes de sus prácticas clínicas en hospitales públicos. Aunque no todas las facultades ofrecen este recurso, el decano reconoce que su existencia probablemente no es conocida por la mayoría del alumnado preuniversitario.

Por último, señala que las notas de corte también dependen del número de plazas ofertadas: “Si aumentaran, probablemente la nota bajaría”. Sin embargo, advierte que no siempre es así, como demuestra el caso de Medicina. Aun así, la relación entre demanda y plazas disponibles sigue siendo, en su opinion, clave para entender por qué Sevilla lidera la clasificación nacional en notas de corte en las titulaciones sanitarias.

Psicología: atracción masiva con recursos limitados


En paralelo, la Facultad de Psicología también ha experimentado un ascenso meteórico en su nota de corte, situándose como la más alta de Andalucía y España. Según su decano, David Saldaña, el fenómeno responde a una combinación de tradición, arraigo y atractivo urbano: “Somos una facultad asentada y Sevilla es una ciudad muy atractiva para el estudiantado. A eso se suma que captamos alumnado no solo de Sevilla, sino de toda Andalucía occidental y Extremadura”.

Esa afluencia ha creado una presión creciente: “Atraer a los mejores estudiantes siempre es positivo, pero también significa que muchos se quedan fuera de su primera opción”. Es decir, la Universidad de Sevilla se ha convertido en un nodo de excelencia, pero también en un filtro que no todos pueden superar, pese a sus méritos académicos.

La situación se vuelve más crítica en el Máster en Psicología General Sanitaria, imprescindible para ejercer en el ámbito clínico. “Ahí estamos aún más limitados, por falta de plazas de prácticas y de profesorado. Estamos hablando de cinco o seis aspirantes por cada plaza disponible”, afirma el decano.

Mientras la universidad pública trata de sostener esa presión, las universidades privadas han multiplicado su oferta de másteres en Psicología Sanitaria, a precios que superan los 10.000 euros. “Algunos ofrecen una buena calidad, pero otros —especialmente los que se imparten a distancia— generan dudas razonables”, advierte.

Odontología y la fuerza de la práctica clínica real


La Facultad de Odontología de la Universidad de Sevilla encabeza el ranking de notas de corte en España, algo que su decano, José Luis Gutiérrez, atribuye al alto nivel de formación práctica: “La proporción de prácticas sobre pacientes que realizan nuestros alumnos es la más alta del país”. En Sevilla, cada pareja de estudiantes cuenta con un gabinete propio, lo que permite una formación mucho más directa. “Aunque los planes de estudio son iguales en toda España, hay diferencias estructurales que el alumnado detecta”, señala.

Sin embargo, también lanza una advertencia: “España tiene una ratio de dentistas muy por encima de lo recomendado por la OMS”. En este contexto, defiende que el acceso a la facultad pública se mantenga limitado y vinculado a las capacidades clínicas reales del centro. “No podemos comprometer la calidad de las prácticas”, afirma, reconociendo que el sistema actual deja fuera a muchos aspirantes con vocación.

La reciente aprobación de cuatro facultades privadas en Andalucía preocupa especialmente al decano. “Hasta ahora solo existíamos Granada y Sevilla; ahora habrá universidades privadas con más plazas que nosotros”, denuncia. Y advierte sobre el impacto que esto puede tener en la calidad profesional futura: “El problema no es solo cuántos dentistas salen, sino con qué preparación”.

Como contrapunto, Sevilla ha reforzado su oferta de posgrados oficiales, con tres másteres públicos orientados a la especialización en cirugía, odontopediatría o prótesis. “Son accesibles por criterios de igualdad y prácticamente gratuitos”, destaca. Y concluye: “Mientras se mantenga esta exigencia, la universidad pública seguirá marcando la pauta”.

Excelencia bajo tensión


Lo que ocurre en las facultades de Medicina, Psicología, Enfermería u Odontología de la Universidad de Sevilla no es una casualidad: tal y como reflejan las declaraciones de los decanos, esto es producto de una trayectoria consolidada, una reputación ganada y una demanda que no cesa. Los decanos lo tienen claro: no basta con mantener el prestigio, hay que protegerlo. Y para eso hacen falta más que buenas notas: hacen falta infraestructuras, inversión y voluntad política.
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