Un estudio confirma la importancia de este tipo de método de evaluación, que fomenta la identidad profesional del alumno

Los estudiantes de Medicina valoran el long case como método de evaluación
Estudiantes de Medicina.


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Un estudio realizado en Uganda ha definido al long case como un método de evaluación valioso para los estudiantes de Medicina, desde un punto de vista educativo, debido a su autenticidad y a su enfoque holístico en la evaluación clínica. Esta forma de valorar el trabajo de los alumnos consiste en exponerles a situaciones con pacientes, brindándoles la oportunidad de desempeñar las tareas reales de un médico.

Según el análisis publicado en BMC Medical Education, el long case proporciona una evaluación exhaustiva de las habilidades clínicas, a diferencia de los conocidos como Exámenes Clínicos Objetivos Estructurados (OSCE), "que fomentan un enfoque reduccionista al dividir las tareas clínicas en partes constituyentes y evaluarlas por separado". Sin embargo, se trata de un método ya abandonado por los países europeos. Eso sí, el estudio se encontró con dos inconvenientes. 

Principales barreras del long case en Medicina


En primer lugar, la reticencia de los pacientes a dar su consentimiento a los estudiantes para que les traten. Además, los profesores se enfrentan a un reto: deben encontrar un equilibrio entre la atención eficaz y la provisión de una buena experiencia para los estudiantes del long case. Como posible solución ante estas dos 'trabas', los investigadores plantean la puesta en marcha de estrategias que permitan a los docentes satisfacer ambas demandas de forma efectiva, ya que, tal y como se afirman, esta metodología de educación puede llegar a fortalecer la identidad profesional del alumno de Medicina, "ya que no solo evalúa el conocimiento y las habilidades clínicas, sino que también la profesionalidad, la relación médico-paciente, la comunicación y el trabajo en equipo".

Otro de los puntos débiles de esta técnica es su fiabilidad. Es verdad que aunque fuera una de las mayores preocupaciones de los estudiantes, se mostraron totalmente a favor del método, especialmente para la evaluación formativa. 

Estudiantes y profesores de Medicina, unidos


El objetivo principal de dicho estudio era explorar la validez consecuencial del long case tal y cómo la perciben los estudiantes y profesores de Medicina. Concretamente, la investigación siguió un enfoque interpretativo y utilizó métodos cualitativos de recogida de datos. Éstos se recogieron mediante grupos de discusión con alumnos de la carrera y entrevistas a profesores. Los datos cualitativos se analizaron mediante un análisis cualitativo deductivo, utilizando el marco de Cook y Lineberry, para evaluar el impacto educativo de una evaluación.

Se realizó en la Universidad de Makerere (Uganda), donde la licenciatura en Medicina y Cirugía (MBChB) es un programa de cinco años, ya que los dos primeros años se dedican a la formación preclínica y los tres últimos a las prácticas clínicas. A esto, hay que sumarle que el cuarto año está reservado para la experiencia clínica en diversas especialidades médicas y quirúrgicas.

De esta forma, el long case se utiliza en la evaluación formativa durante las prácticas en las cuatro disciplinas principales. En esta evaluación formativa, los estudiantes de Medicina presentan su long case durante las rondas diarias. Los estudiantes asumen el papel de un médico que vigila a los pacientes asignados a su cuidado y presenta su caso para su discusión con los profesores, los residentes y sus compañeros.

El alumno realiza un mínimo de 10 long cases a lo largo del periodo de prácticas de 7 semanas, por los que se le evalúa formativamente. Sin embargo, en las prácticas de Medicina Interna, por ejemplo, esta técnica también se utiliza en la evaluación sumativa, en la que el estudiante presenta un solo caso al final del semestre, por el que se le pregunta y evalúa. 

Específicamente, los participantes en este análisis eran estudiantes de Medicina de tercer y quinto curso. En el momento de la recogida de datos, el número total de estudiantes de Medicina de tercer y quinto curso era de 191 y 188, respectivamente, y el departamento de Medicina Interna contaba con 42 profesores, un muestreo que fue intencional.

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