El personal de Enfermería es uno de los más expuestos a los riesgos de este tipo de productos

CCOO informa a los sanitarios de los 55 fármacos peligrosos más comunes
Antonio Cabrera, secretario general de Sanidad de CCOO.


3 oct. 2018 17:10H
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Un total de 55 medicamentos que se comercializan de forma habitual en el mercado español han sido clasificados como peligrosos para los profesionales sanitarios que día a día trabajan con ellos, según la guía 'Cuando los medicamentos son un riesgo. Información para el personal sanitario', que ha sido elaborada por la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de Comisiones Obreras (CCOO).

"El objetivo principal es reducir al máximo los riesgos de exposición para cualquier persona que esté en el espacio de trabajo en el cual se manipule, prepare o administre este tipo de medicamentos, ya que está potencialmente expuesta", han 

"Cualquier persona que esté en el espacio de trabajo está potencialmente expuesta", han afirmado desde CCOO


explicado desde el sindicato.

La manipulación de este tipo de fármacos es especialmente peligrosa para todos los profesionales sanitarios y farmacéuticos. Sin embargo, tal y como se recoge en la guía de CCOO, "el personal de Enfermería está entre los más expuestos, al considerarse que podríamos estar hablando de 7,3 millones de personas", según las cifras extraídas por los investigadores. A pesar de ello, tanto auxiliares como farmacéuticos y médicos manipulan a diario este tipo de medicamentos y pueden sufrir los mismos efectos.

Los fármacos peligrosos son los siguientes: voriconazol y fluconazol que están en el grupo de antigúngicos; abacavir; efavirenz, zidovudina y la neviparina dentro de los antirretovirales; entecavir, ganciclovir, valganciclovir, ribavirina y el cidofovir, que son antivirales; ácido valproico, carbamazepina, fenitona, topiramato, clonazepam, oxcarbazepina y la eslicarbazepina, que son antiepilépticos.

Asimismo, el antidepresivo paroxetina; el antiparkinsoniano rasagilina; los antipsicóticos risperidona, paliperidona y ziprasidona; los anticoagulantes acenocumarol y warfanina; el antigotoso colchina; los citostáticos intravenosos fluorouracilo, bleomicina, bortezomib, carboplatino, cisplatino, vincristina, paclitaxel, oxalplatino y mitomicina; los citostáticos orales afatinib, axitinib, capecitabina, dasatinib e imatinib; los inmunosupresores azatioprina, ciclosporina, micofenolato, tacrolimus, sirolimus y metotrexato; las hormoas oxitocina, progesterona y los estrógenos; otros como ácido zelodrónico,  apomorfina, macitentan, metimazol, misoprostol y riociguat también son medicamentos peligrosos.


Efectos para la salud


Lo cierto es que estos fármacos producen dos tipos de problemas para la salud. Por un lado están los denominados agudos, que suelen ser los que se producen tras una breve pero muy intensa exposición a los mismos y pueden presentar dolores de cabeza, náuseas, dermatitis o la pérdida de cabello.

Por otro lado, hay efectos que se vuelven crónicos, que en muchas ocasiones se presentan tras un largo periodo de tiempo 

En algunos casos, su manipulación puede llevar al desarrollo de algún tipo de cáncer


desde que se produjo la exposición y acaban resultando mucho más graves, ya que en algunos casos pueden conllevar el desarrollo de algún tipo de cáncer debido a las sustancias que han estado manipulando.


Sustancias altamente tóxicas


Este tipo de medicamentos resultan peligrosos porque tienen altos niveles de: carcinogenicidad; teratogenicidad u otra toxicidad para el desarrollo; tóxicos para la producción; tóxico para los órganos a bajas dosis; genotoxicidad; medicamentos con perfiles de estructura y toxicidad similares existentes que ya fueron clasificados como peligrosos.


Medidas preventivas a adoptar


Desde CCOO recomiendan a las empresas y los trabajadores instan a las empresas que crean estos medicamentos y a los trabajadores que: "Visibilicen el riesgo que supone la manipulación de los medicamentos peligrosos, incidir en la formación, evaluar todos los peligros y llevar a cabo una correcta vigilancia en salud".

Por ello, "se puede sustituir, en la medida de lo posible, el medicamento peligroso por otro que implique menos riesgo para la salud, trabajar en procesos cerrados, tomar medidas para rebajar el tiempo de exposición y usar equipos de protección individual", han concluido desde el sindicato.
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