El abogado Ricardo De Lorenzo advierte que los facultativos no tienen una "cobertura clara" ante nuevas formas de acoso

El abogado Ricardo De Lorenzo aboga por actualizar el Código Penal ante nuevas formas de acoso a médicos.
Ricardo De Lorenzo, presidente del bufete De Lorenzo Abogados.


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La velocidad a la que evoluciona la tecnología, en especial la relacionada con la inteligencia artificial, ha sorprendido al propio Derecho hasta el punto de dejar a médicos y enfermeros en una situación de debilidad frente a amenazas como la que representa el llamado ‘deepfake’. Al menos, en el ámbito penal. Ante este escenario, Ricardo De Lorenzo, presidente del bufete De Lorenzo Abogados, no alberga dudas de la necesidad de actualizar el Código Penal español con un doble objetivo: por un lado, ampliar el abanico de actuaciones de acoso que se contemplan; y por otro, recrudecer las penas de aquellos que “menoscaban el honor” de los profesionales de la salud.

“Actualmente esta conducta podría quedar impune al no existir una cobertura penal clara”, explica el abogado en alusión a la práctica del ‘deepfake’, que consiste en la divulgación de imágenes o audios manipulados con inteligencia artificial para que parezca que pertenecen a una persona concreta. Hasta tal punto se ha desarrollado esta tecnología que, en algunos casos, se hace prácticamente imposible diferenciar si el documento es real o no, lo que la convierte en un arma potencialmente peligrosa para aquellos que pretenden desinformar o simplemente atacar a un profesional sanitario.

En España se han dado ya casos de este fenómeno. Una de las víctimas fue Susana Moreno, jefa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, cuya imagen fue suplantada para promocionar pastillas para el adelgazamiento. 


"El 'deepfake' podría quedar impune al no existir una cobertura penal clara"



Desde el ámbito jurídico promueven ya una revisión de la Ley para castigar y prevenir este tipo de conductas. “En el ámbito sanitario sería deseable una actualización del Código Penal en mi criterio siendo más severos con las penas en el caso de los profesionales de salud y actualizar los nuevos delitos, contemplando y tipificando por ejemplo el 'deepfake', y así sancionar la divulgación de imágenes o audios manipulados con IA que menoscaban la integridad moral y honor de personas adultas”, defiende Ricardo De Lorenzo, quien recuerda que, en el caso de los menores de edad, sí se encuentra ya en tramitación una Ley Orgánica para protegerles en entornos digitales.

El que fuera presidente de la Asociación Española de Derecho Sanitario (AEDS) va más allá y advierte de que actualmente la práctica del ‘deepfake’ podría salir 'gratis' para los agresores ante la inexistencia de una cobertura penal adecuada. “Los médicos, en este caso ante la debilidad de la vía penal, tendrían hoy una protección más sólida en la civil, especialmente a través de los mecanismos previstos para la protección del honor, intimidad y propia imagen, interesando la cesación inmediata de la difusión de la imagen, vídeo o audio de que se trate; así como la correspondiente indemnización por daños morales; y las oportunas medidas de rectificación y/o reparación”, añade. De hecho, “podrían incluso solicitarse medidas cautelares urgentes para evitar la viralidad del contenido”.

Injurias y calumnias a médicos a través de internet


Respecto a otras ‘nuevas’ formas de acoso a trabajadores sanitarios, por ejemplo mediante el uso de redes sociales, De Lorenzo recalca que sí están mejor contempladas en el Código Penal “y abordadas desde diferentes figuras jurídicas según sean insultos, amenazas, hostigamiento o difamación”.

Las más corrientes son las injurias y las calumnias. La primera consiste en la “lesión de la dignidad”, en este caso del médico, mediante “una expresión o acción que tenga como finalidad perjudicar su reputación o atentar contra su propia estima”. Su propósito, continúa el jurista, “es siempre el de deshonrar o desacreditarle ya sea en público a sus espaldas”. Si se difundieran en redes, puede llevar multas de 6 a 14 meses, o de tres a siete en casos menos graves, según contemplan los artículos 208 y 209 del Código Penal. “Según su gravedad, la injuria puede ser delito -avisa-. Hay que tener en cuenta que el derecho al honor de todas las personas aparece recogido en el artículo 18 de la Constitución Española”.

Por su parte, el delito por calumnias (una acusación falsa) se encuentra regulado en los artículos 205 y 207 del Código Penal y es castigado con penas de cárcel de seis meses a dos años o multa de 12 a 24 meses “si se propagaran con publicidad”. En caso contrario, la multa sería de 6 a 12 meses.

Principales formas de ciberacoso en sanidad


Incide el presidente del bufete De Lorenzo Abogados que los facultativos se enfrentan a amenazas como el ciberacoso, también llamado ‘cyberstalking’, que entre otras causas puede derivar de la “búsqueda obsesiva de información personal”. En estos casos el paciente “investiga al profesional en redes sociales, recolecta direcciones familiares e incluso fotos privadas”. Otras veces se produce mediante contacto no profesional y repetitivo, por ejemplo con el envío de mensajes por correo personal “fuera del contexto médico”; o bien con una “vigilancia digital” con comentarios invasivos en sus publicaciones. Por último, De Lorenzo hace alusión al “hostigamiento indirecto o las amenazas, si incluye lenguaje intimidatorio”.
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