Redacción. Zamora
La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha condenado a indemnizar con 124.000 euros a los familiares de un paciente al estimar que hubo una asistencia deficiente que condujo a su fallecimiento.
El hombre fue diagnosticado de hepatitis B desde el año 2002 y era sometido a un seguimiento protocolizado consistente en revisiones periódicas, análisis tumorales y pruebas diagnósticas de imagen, debido al riesgo que su patología conllevaba de desarrollar un hepatocarcinoma.
Todas las pruebas realizadas al paciente en el citado seguimiento presentaban imágenes sospechosas, a pesar de que en los informes se establecía la normalidad de las mismas, incurriendo en un error de diagnóstico que costó la vida al paciente, tal y como recoge la sentencia.
Destaca el fallo que "el perito radiólogo fue claro, contundente y convincente acerca de que ya en la primera imagen correspondiente al estudio ecográfico del día 17 de febrero de 2007 se apreciaba una zona heterogénea de 9 por 9 centímetros, lesión irrefutable, incluso en un hígado micronodular, según el perito radiólogo.
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