La molécula activa las plaquetas, que se acumulan en la parte restante del órgano para ayudar a recuperarlo

Una proteína responsable de la coagulación, clave para regenerar el hígado


12 mar. 2019 10:30H
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Un estudio de la Universidad Estatal de Michigan (Estados Unidos) ha demostrado que el fibrinógeno, proteína responsable de la coagulación sanguínea, puede ser clave para la regeneración del hígado, el único órgano del cuerpo capaz de hacerlo.

"Descubrimos que el fibrinógeno se acumula dentro del hígado restante rápidamente después de la cirugía y le dice a las plaquetas que actúen como primeros respondedores, lo que desencadena la fase más temprana de regeneración. Pero si se inhibe el fibrinógeno o las plaquetas, entonces la regeneración se retrasa", explica James Luyendyk, uno de los autores del estudio, que se ha publicado en la revista Blood.

Las plaquetas, cuando reciben información del fibrinógeno, entran en acción y se acumulan en la parte restante del hígado para ayudar a restaurarla, lo que aumenta las posibilidades de un hígado completamente funcional y una recuperación exitosa.


Depósitos de fibrinógeno


Utilizando muestras de pacientes sometidos a resección hepática y un modelo comparable en ratones, Luyendyk y su equipo evidenciaron que cuando el fibrinógeno estaba bajo, la cantidad de plaquetas en el hígado disminuía. "Esto muestra que los depósitos de fibrinógeno son extremadamente importantes y tienen un impacto directo en la regeneración tanto en ratones como en humanos", asegura el científico.


El hallazgo puede llevar a nuevos tratamientos para corregir los niveles bajos de la proteína


Su descubrimiento demuestra que los niveles de fibrinógeno también podrían ser un marcador predictivo para los médicos. "La medición de esta proteína en pacientes de resección hepática puede ayudarnos a determinar de antemano si el órgano se regenerará con éxito o si se volverá disfuncional", añade.

Esto podría llevar a nuevos tratamientos que ayudarían a los médicos a corregir los niveles bajos de la proteína mediante el uso de concentrados de fibrinógeno que pueden administrarse durante la cirugía.

"Este tipo de tratamiento aún no se ha probado en pacientes con resección hepática, pero una vez que descubrimos exactamente cómo funciona el fibrinógeno en el proceso de regeneración y probamos terapias potenciales en ratones, eventualmente podría proporcionar la prueba que necesitamos para llevar nuestro trabajo a la clínica y mejorar los resultados de los pacientes", concluye.
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