Según un estudio en el que ha participado el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico de Valencia

Reducir el amonio en sangre ayudaría a tratar el hígado graso no alcohólico
Equipo del Incliva participante en el estudio.


1 sept. 2018 17:40H
SE LEE EN 2 minutos
POR REDACCIÓN
El Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico de Valencia (Incliva) ha participado en un artículo publicado recientemente en la revista Journal of Hepatology que demuestra que la reducción de amonio en sangre podría ayudar a tratar casos graves de hígado graso no alcohólico.

Por primera vez los resultados del estudio describen un vínculo entre una complicación del hígado graso (conocida como 'esteatohepatitis' no alcohólica), función del ciclo de la urea y exceso de amonio en sangre, detalla la Consejeria de Sanidad en un comunicado.

Este trabajo, a través de la coordinadora del Grupo de Investigación de deterioro neurológico, Carmina Montoliu, es fruto de la colaboración entre varios institutos de investigación (Incliva, UCL Institute of Liver and Digestive Health, University College London e Idibaps Biomedical Research Institute & Ciberehd de Barcelona), hospitales (Clínico de València y Aarhus University Hospital de Dinamarca) y el Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia (CIPF).

La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) engloba múltiples dolencias hepáticas que afectan a personas que beben muy poco o nada de alcohol. Su principal característica es una gran acumulación de grasa en las células del hígado, lo que provoca que deje de funcionar correctamente y sea incapaz de eliminar el amonio generado por el metabolismo.

En la mayoría de casos, la enfermedad del hígado graso no alcohólico se presenta en grados 1-2 y no implica complicaciones notables. Sin embargo, un pequeño porcentaje de afectados puede presentar una afección más grave, la llamada 'esteatohepatitis' no alcohólica (NASH). En estos casos, la acumulación de grasa se relaciona con una inamación más elevada de las células hepáticas y diferentes grados de brosis, lo que puede derivar en una cirrosis.

Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.