¿Qué pruebas incluyen las oposiciones a Enfermería?


Ejercer la Enfermería en el ámbito público requiere aprobar una oposición, superando los distintos test o exámenes que correspondan. Además, se deberá cumplir con todos los requisitos que exijan las bases de la convocatoria para participar en dicho proceso selectivo. Entre los requisitos primordiales para poder presentarse a una oposición de Enfermería, destacan:
  • Poseer la nacionalidad española o ser nacional de un Estado miembro de la Unión Europea.
  • Ser mayor de 16 años como norma general, y mayor de 18 en algunas comunidades autónomas, además de no exceder la edad de jubilación forzosa.
  • Poseer el título de Grado de Enfermería, Diplomado Universitario de Enfermería o equivalente.

Oposición a enfermería: cómo es el examen


A pesar de las diferencias entre comunidades autónomas, el examen de las oposiciones a Enfermería es muy similar en todo el territorio nacional. De este modo, en todos los casos se utiliza el sistema de concurso-oposición, con un examen que consiste en uno o varios cuestionarios tipo test, con un número variable de preguntas.

Por regla general, la prueba consta de un ejercicio teórico y uno de carácter práctico, aunque este último no se realiza en todas las comunidades autónomas. El modelo más común y empleado en el teórico ofrece cuatro alternativas de respuesta para cada pregunta y los fallos descuentan una parte del valor que se otorga a los aciertos. Entre las diferencias que pueden existir en el examen dependiendo de la autonomía, destacan las siguientes:
  • La utilización de un ejercicio único, como es el caso de la Comunidad de Madrid. O de varios cuestionarios sucesivos como ocurre en Galicia.
  • El número de preguntas del test. En este punto, las opciones son más variadas dependiendo del servicio de salud que las convoque, aunque pueden ir cambiando en futuras convocatorias.
  • El tiempo máximo de duración del examen. Suele ser proporcional a la extensión del test.
  • Penalización otorgada a las respuestas erróneas. Lo más habitual es que los fallos descuenten un tercio o un cuarto de la valoración que corresponda a un acierto.
  • La inclusión de un examen de conocimientos de la lengua cooficial, en aquellas comunidades que la tengan.

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