Los
insectos suelen producir
picaduras de poca importancia si bien algunas de ellas pueden transmitir
enfermedades o producir
reacciones alérgicas graves. En este apartado se revisan las picaduras y mordeduras de mosquitos, moscas, garrapatas,
chinches e insectos similares. Las picaduras de avispas, abejas y hormigas se revisan en otro apartado.
¿Cómo identificar picaduras de insectos?
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Reacciones locales. Se trata de una reacción en el lugar de la picadura o mordedura consistente en una zona enrojecida y algo inflamada que suele picar mucho y que habitualmente revierte en unas horas. La reacción es producida por sustancias irritantes presentes en la saliva de estos animales. En ocasiones, sobre todo en niños, la zona alrededor de la picadura puede hacerse muy grande, pudiéndose asociar fiebre, lo que puede llevar a pensar erróneamente que ha habido una infección secundaria. En otras ocasiones se puede producir una ampolla.
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Urticaria papulosa. Consiste en la aparición de múltiples lesiones de pequeño tamaño, rojizas y que pican mucho, en zonas expuestas a las picaduras (brazos, piernas y cara), a veces recurrentes. El cuadro clínico es iniciado por una o varias picaduras pero posteriormente la aparición de nuevos brotes puede producirse sin nuevas picaduras. Aparece con más frecuencia en niños con dermatitis atópica.
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Reacciones alérgicas generales. Son raras. Pueden consistir en urticaria, asma e incluso
Si bien varios de estos insectos pueden transmitir
enfermedades infecciosas, no existe indicación para la búsqueda activa de dichas enfermedades ni para administrar un tratamiento preventivo si no aparecen datos clínicos que sugieran que se ha contraído alguna de ellas.
¿Cómo curar picaduras de insectos?
El tratamiento de las picaduras o mordeduras depende del tipo de lesión:
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En las reacciones locales, la zona de la picadura debe ser lavada con agua y jabón, pudiéndose aplicar frío (por ejemplo hielo) para reducir la inflamación. Algunas cremas reducen el picor local si bien deben evitarse las cremas con anti-histamínicos, dado que pueden producir una alergia al contacto con el sol. En casos de picor muy rebelde pueden utilizarse antihistamínicos orales e incluso corticoides (cortisona) por boca.
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Urticaria papulosa. El tratamiento consiste en la administración de antihistamínicos orales y la aplicación de crema de corticoides en cada una de las lesiones.
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Reacciones alérgicas generales. En función de su gravedad pueden llegar a precisar tratamiento con adrenalina, siendo necesaria la valoración posterior del paciente por un especialista de alergia.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.