Diccionario de enfermedades

Cáncer de esófago

Causas, síntomas y tratamiento del cáncer de esófago
El esófago es el tubo que une la boca con el estómago y transcurre por una zona denominada mediastino situada en el centro del pecho, entre los dos pulmones. El cáncer de esófago es un cáncer infrecuente, que aparece generalmente en personas mayores de 50 años y cuyo pronóstico no es bueno salvo que se detecte de forma muy precoz.

Hay dos tipos de cáncer de esófago, el carcinoma epidermoide y el adenocarcinoma. Este último aparece en la parte más baja del esófago y representa 7 de cada 10 casos de cáncer de esófago.

¿Cuáles son las causas del cáncer de esófago?


Se han identificado varias causas relacionadas con el cáncer de esófago:
  • Consumo excesivo de alcohol.
  • Tabaquismo. Actúa de forma sinérgica con el alcohol para aumentar el riesgo.
  • Consumo de algunas toxinas.
  • La obesidad.
  • Daño físico del esófago por consumo de té muy caliente, radiación sobre la zona del pecho o la presencia de achalasia.
  • Reflujo gastroesofágico crónico que produzca un esófago de Barret.

Síntomas del cáncer de esófago


Los síntomas principales del cáncer de esófago son:
  • Dificultad progresiva para tragar (disfagia). Inicialmente se produce dificultad para tragar sólidos para posteriormente aparecer al tragar alimentos semisólidos y líquidos. A veces se acompaña de dolor al tragar (odinofagia).
  • Pérdida de peso.
  • Dolor en el pecho o en la espalda.
  • Otros síntomas pueden ser vómitos, atragantamientos frecuentes que pueden llevar a que se produzcan neumonías por aspiración, etc.
El cáncer se extiende por los ganglios y puede metastatizar al hígado, los pulmones, la pleura y los huesos.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de esófago?


El diagnóstico del cáncer de esófago se realiza mediante esofagoscopia y realización de biopsias. Ante un cáncer de esófago se requiere evaluar su extensión. Para ello pueden ser necesarias varias pruebas:
  • Un TAC.
  • Una ecografía endoscópica que evalúe lo que penetra el tumor en la pared del esófago.
  • Un PET con o sin TAC asociado para ver posible afectación de ganglios o metástasis.
  • En ocasiones se precisa realizar una broncoscopia.

¿Es hereditario el cáncer de esófago?


El cáncer de esófago no es hereditario aunque en algunas zonas del planeta se ha observado un mayor riesgo en determinadas familias.

Prevención del cáncer de esófago


La única manera de prevenir el cáncer de esófago es evitando fumar y beber alcohol en exceso. Los pacientes con esófago de Barret tienen un riesgo elevado de desarrollar cáncer de esófago por lo que deben realizarse las revisiones necesarias para su detección temprana.

¿Cuál es el pronóstico del cáncer de esófago?


El pronóstico del cáncer de esófago es, en general, malo dado que se suelen diagnosticar cuando el tamaño del tumor es muy grande. Cuando el tumor es pequeño no produce síntomas, debiendo estar infiltrada más de la mitad de la circunferencia del esófago para que comience la dificultad para tragar. Sólo 1 de cada 20 personas con un cáncer de esófago sigue viva después de 5 años. Los estadios en los que se divide este tipo de cáncer son:
  • Estadio 0. El cáncer está limitado a la capa del esófago más en contacto 0on la luz (con la zona por donde transcurre la comida).
  • Estadio I. El cáncer penetra en la capa submucosa.
  • Estadio II. El cáncer penetra la capa muscular del esófago o su capa externa o hay afectación de 2 o menos ganglios en la zona.
  • Estadio III. El cáncer afecta a más ganglios o invade los órganos vecinos.
  • Estadio IV. El cáncer produce metástasis en otros órganos o en ganglios linfáticos lejanos.

Tratamiento del cáncer de esófago


El tratamiento es similar en pacientes con un carcinoma escamoso o un adenocarcinoma de esófago.

El tratamiento, si fuera posible, es la cirugía, extirpando todo el esófago o parte del mismo. La operación tiene una elevada mortalidad y un alto riesgo de complicaciones posteriores. En casos de cánceres pequeños y muy superficiales (que no penetran mucho en la pared del esófago) puede realizarse una resección mediante endoscopia.

La radioterapia consigue la misma respuesta que la cirugía en cuanto al pronóstico y con menos riesgos, pero también con una menor resolución de los síntomas, fundamentalmente la dificultad para tragar. La quimioterapia también puede asociarse a los tratamientos previos. Cuando el tumor afecta la profundidad de la pared del esófago o hay ganglios afectados, algunos médicos recomiendan quimioterapia y radioterapia asociadas y posteriormente deciden si se puede o si conviene operar. En general, cada vez se utilizan más tratamientos que combinan cirugía con radioterapia y quimioterapia.

En los casos en los que que el cáncer no pueda ser operado se recomienda radioterapia y quimioterapia.

En las biopsias de los cánceres de esófago se deben buscar marcadores dado que una presencia positiva de algunos de ellos puede recomendar un tratamiento concreto, por ejemplo tratamiento con trastuzumab en pacientes positivos para el marcador HER-2.

Muchos pacientes precisan tratamientos paliativos para permitir su alimentación y evitar la disfagia. Para ello pueden realizarse dilataciones del esófago en la zona del tumor, colocación de tubos metálicos (stents) o apertura de un espacio a través del tumor con un láser, todo ello dirigido a permitir el paso de comida. También se les puede realizar una gastrostomía (un agujero desde la pared del abdomen al interior del estómago) por el que reciben el alimento.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.