Sonia, la enfermera que descubrió en Finlandia una sanidad en calma

Resguardada del frío dentro de un adosado de madera en mitad de un bosque completamente nevado, Sonia Díaz recuerda los motivos por los que decidió migrar junto a su pareja a Sulkuva, un pequeño pueblo de 3000 habitantes en Finlandia. Orgullosa, y vestida con manga corta, gira su portátil para que se vea el "escaparate" de ensueño que contempla desde la ventana. Esta enfermera, natural de Albacete, ha encontrado en el país nórdico su propio paraíso terrenal, no solo por la calma que rezuman sus rincones, incluida la residencia de mayores donde desarrolla su actividad, sino por las excelentes condiciones que ofrece el sistema de salud finlandés en relación al sueldo, la carga de trabajo, los descansos o su modelo de compensación para las sustituciones en las guardias. 





Tras casi medio año 'echando raíces' en la tierra de las auroras boreales y Papá Noel, esta enfermera asegura estar cada vez más "maravillada" con su modelo de organización y las ventajas que ofrece a los sanitarios con respecto al Sistema Nacional de Salud, como por ejemplo los pluses que reciben al cubrir alguna emergencia o cambios de última hora en la planilla. Sin embargo, "no todo es tan bonito como parece", matiza, al hablar de las inequidades que existen a nivel salarial al comparar cuánto cobra una enfermera en Finlandia en relación al resto de profesiones del sector servicios 

Salud mental en Finlandia 

El idioma no ha sido la única barrera con la que se ha topado esta profesional en Finlandia, donde es necesario realizar una serie de cursos para poder trabajar en Enfermería, enfrentarse a una extensa burocracia tramitada únicamente en finlandés y lidiar con una estricta política migratoria, tal y como relata en este este tercer episodio del pódcast '.Sanitarios en…'. De hecho, como objetivo profesional, espera seguir mejorando su manejo del finlandés para poder ejercer su especialidad, salud mental, en uno de los países con mayores tasas de suidicio del mundo.