La Liga de Universidades Europeas de Investigación ha publicado su informe “The strength of collaborative research for discovery in Horizon 2020”, en el que recoge la importancia de la transferencia tecnológica desde las universidades a las empresas. Las actividades en las que se concreta esta transferencia son licencias y patentes, ingresos por consultorías, contratos de investigación colaborativa, empresas tecnológicas de nueva creación o creadas a partir de otra ya existente, actividades de investigación en parques científicos, formación continuada de profesionales y voluntariado.

Cómo se lleva a cabo la transferencia de tecnología es un aspecto muy importante de las relaciones de la Universidad con su entorno, en concreto con el mundo empresarial. Es la faz exoscópica de la Universidad. No obstante este esfuerzo de la Universidad en superar su aislamiento del resto de la sociedad, y en concreto para España, considero que, en los análisis y elaboración de propuestas que hace el estamento universitario, deben incluirse ámbitos que conciernen más directamente a su propio funcionamiento.

Me refiero a la faz endoscópica y en concreto, a dos actividades más, que también inciden en la eficiencia económica y social, tanto de nuestra Universidad en particular como de nuestra economía en general, ya que las dos aludidas actividades no solamente afectan al ámbito empresarial, cuyos titulares no sabemos dónde pagan impuestos - si es que los pagan en algún país -, sino que, sobre todo, también inciden en el bolsillo de los contribuyentes, y más específicamente en el bolsillo de los futuros graduados, que estos, en su inmensa mayoría, son españoles; de ahí la dimensión social antes aludida.

En concreto, me refiero los investigadores formados en España en cualquier área de conocimientos, en general encuentran instalaciones y equipamientos de aceptable nivel, pero, también en general, sus condiciones laborales (salarios, derechos sociales y carrera profesional) están a un nivel cualitativo y cuantitativo muy inferior; de ahí la pertinaz y secular (“qué inventen ellos”) fuga de cerebros. Así: ¿Está articulada de manera eficiente la inversión en recursos humanos dedicados a I + D + i con una carrera profesional atractiva para los investigadores españoles? ¿Cómo incide la fuga de cerebros en la eficiencia de la transferencia científico-técnica desde la Universidad a la Sociedad española? ¿Qué plantea la Universidad al respecto?

El actual marco de competencias legalmente reconocidas para el ejercicio profesional de las diversas titulaciones académicas está basado en su incidencia en la salud y en la seguridad de las personas. Evito posicionarme al respecto por respeto al principio constitucional de autonomía universitaria, aunque evidentemente tengo un criterio formado sobre esta materia; así pues, más que afirmaciones, me permito plantear algunas preguntas sobre este asunto en relación con la eficiencia de la transferencia de conocimientos desde la Universidad a la Sociedad.

Así, este principio no se aplica por igual a todos los sectores de producción de bienes (alimentación, ...) y servicios (sanidad, medio ambiente, educación, ...) ¿Qué opina la Universidad al respecto? ¿Tiene en cuenta la Universidad el referido marco competencial a la hora de diseñar y ofrecer titulaciones oficiales y propias? ¿Informan las universidades a sus potenciales alumnos de las  perspectivas profesionales reales y legales cuando sean graduados? Puesto que Redacción Médica es una publicación dedicada al mundo de la Salud, planteo las anteriores preguntas a la vista de titulaciones universitarias tales como Biología Humana, Ingeniería biosanitaria, Biología sanitaria, Bioquímica y Biología molecular, Genética, Microbiología, Biomedicina básica y experimental, Ciencias biomédicas, Ingeniería de sistemas biológicos, …

Entiendo perfectamente que afrontar decididamente este último asunto tiene repercusión directa en el desarrollo interno de nuestras universidades; no obstante, me atrevo a plantearlo, atendido que la universidad española ha dado un paso claro y decidido para salir de su “torre de marfil” e involucrarse en encontrar soluciones a los problemas que padece nuestro país; posicionarse en el debate sobre las cuestiones que he apuntado y que afectan su organización es otro paso más en el mismo sentido; sería completar su aggiornamento.

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