• En su tesis de sobresaliente cum laude demuestra que la inducción del parto es un factor de riesgo de cesárea, pero no aumenta la morbilidad neonatal



24 nov. 2014 15:27H
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Redacción. Ciudad Real
Antonio Hernández se ha convertido en el primer profesional Enfermería de la Gerencia de Atención Integrada (GAI) de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) que ha obtenido el grado de doctor. Se trata de un Diplomado Universitario en Enfermería por la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) especializado en Enfermería Obstétrico-Ginecológica que tiene un Máster en Metodología de la Investigación en Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Antonio Hernández.

Hernández, que ejerce como matrón en el Hospital General La Mancha Centro de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) desde hace 12 años, siempre ha destacado por su afán investigador, lo que le ha llevado a conseguir numerosos reconocimientos y premios, algunos de ellos de carácter nacional.

El matrón del hospital alcazareño se ha convertido en uno de los pocos enfermeros con grado de Doctor que hay en Castilla-La Mancha por una tesis doctoral que obtuvo la máxima calificación de cum laude. En concreto, por un interesante estudio sobre la inducción del parto dirigido por las doctoras Ana Isabel Pascual Pedreño, jefa de sección del Servicio de Obstetricia y Ginecología de la GAI de Alcázar de San Juan, y Milagros Molina Alarcón, catedrática de la Universidad de Castilla-La Mancha.

La inducción del parto (IDP) es la iniciación del trabajo de parto mediante procedimientos médicos o mecánicos antes del comienzo espontáneo del mismo. Se trata de una de las intervenciones más frecuentes en Obstetricia y se asocia a un incremento en las complicaciones frente al parto espontáneo, destacando la práctica de un mayor número de cesáreas.

Con frecuencia los clínicos, ante una complicación del embarazo, deben decidir finalizar la gestación por medio de una cesárea programada o por medio de una inducción del parto. Se trata de “una decisión compleja porque intervienen multitud de factores y existe una gran incertidumbre en cuanto a sus resultados”, según Hernández.

El objetivo de su tesis doctoral era determinar la relación entre la inducción del parto y los principales resultados perinatales, así como elaborar un modelo predictivo de riesgo de cesárea en gestantes con IDP. Para el estudio de los resultados perinatales se utilizaron dos cohortes históricas de 841 inducciones y 2.534 partos espontáneos, mientras que para la elaboración del modelo predictivo se emplearon una sola cohorte de 704 partos inducidos, realizados entre 2009 y 2011 en el Hospital Mancha Centro de Alcázar de San Juan.

Antonio Hernández demostró que  la inducción del parto es un factor de riesgo para una mayor duración de la dilatación, empleo de analgesia epidural, necesidad de transfusión sanguínea y de cesárea tanto en mujeres nulíparas como en multíparas.  Sin embargo, en el estudio no se observó relación entre IDP y los indicadores de morbilidad neonatal.
Modelo predictivo de riesgo de cesárea

Así mismo, el matrón desarrolló un modelo de predicción de riesgo de cesárea formado por características antropométricas de la gestante (talla e índice de masa corporal), cervicales (test de bishop), obstétricas (edad gestacional, paridad), fetales (sexo y peso del recién nacido) y profesionales (tasa de cesárea del ginecólogo).  Este modelo presentó una capacidad predictiva satisfactoria y puede ser de utilidad para la práctica clínica, especialmente en gestantes con cesárea anterior.
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