31 ene. 2012 23:10H
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el reportaje de redacción médica
SE CUMPLE UNA DÉCADA DESDE QUE SE REALIZARON EN SU TOTALIDAD
Las transferencias sanitarias satisfacen más a las comunidades autónomas que a los profesionales
Unos dicen que la decisión ha permitido crear un sistema sólido y moderno, otros desigual y burocrático

Leire Sopuerta / Cristina Mouriño / Javier Leo. Madrid
Este año se cumplen diez años de las últimas transferencias sanitarias por parte del Estado a las comunidades autónomas. Fue en enero de 2002 cuando recibían esta responsabilidad Madrid, Principado de Asturias, Castilla y León, Islas Baleares, Aragón, Murcia, Castilla-La Mancha, Cantabria, Extremadura y La Rioja. Unos años atrás la recibió Cataluña, que fue la pionera en 1981, y a ella la siguieron Andalucía (1984), País Vasco y Comunidad Valenciana (1988), Galicia y Navarra (1991) y Canarias (1993). Redacción Médica ha hablado con consejeros de Sanidad, representantes políticos, profesionales del sector y sindicatos para conocer su opinión sobre esta decisión política.

Los consejeros

María Jesús Montero, consejera andaluza.

María Jesús Montero, consejera de Salud de Andalucía, asegura que “la transferencia de las competencias ha sido, sin duda, un revulsivo importante para la evolución de la sanidad pública de la comunidad, que nos ha permitido pasar de estar en el vagón de cola a estar entre las mejores”.

A su juicio, “la descentralización, a través de las comunidades autónomas, permite poner el acento en políticas más cercanas y planificar de una forma más consciente las necesidades de la sociedad y ser conocedores de las mismas, visión que desde una política centralizada no sería posible”.

Montero considera que “muchas de las políticas que hemos desarrollado y que estamos desarrollando en nuestra comunidad han servido y están sirviendo de ejemplo no sólo a otras comunidades españolas, sino también a otros países europeos”. “Podemos ver que Andalucía ha avanzado mucho en materia sanitaria, ya que en los primeros momentos, tras recibir las transferencias, nuestro principal esfuerzo se centró en llegar a esa universalidad, para lo que tuvimos que dotar a los ciudadanos de los recursos básicos necesarios”. Actualmente, según la consejera, los cerca de ocho millones de habitantes de la comunidad tienen a su disposición a 100.000 profesionales sanitarios públicos, 47 hospitales y 1.525 centros de salud y consultorios, así como la cartera de servicios más amplia de todo el Sistema Nacional de Salud y el mayor número de derechos asistenciales. Además, la consejera ha recordado que “en los últimos años Andalucía se ha situado como referente, no sólo a nivel nacional, sino también internacional, en innovación, investigación, derechos asistenciales, cartera de servicios… Unos logros que no hubieran sido posibles sin la implicación y el esfuerzo diario de los profesionales”.

Rafael Bengoa, consejero vasco de Sanidad.

“El Sistema Nacional de Salud es, sin lugar a dudas, unos de los grandes logros de nuestra sociedad y baluarte del Estado de Bienestar, junto con la Educación. Tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios públicos del mundo, con la cartera de servicios más completa, mejor dotada y que favorece, además, una atención universal, gratuita y pública. Un sistema sanitario eficiente del que debemos sentirnos orgullosos y por que el debemos luchar”, ha declarado Montero.


Desde que la sanidad vasca está en manos del Gobierno Vasco, “Osakidetza se ha consolidado como un servicio puntero y líder en España en el desarrollo de los servicios públicos de salud”, ha afirmado el consejero Rafael Bengoa, quien cree que Osakidetza ofrece “atención de calidad y rápidamente accesible a prácticamente toda la población vasca allí donde resida”.

Además, “ha desarrollado una compleja red de centros de salud, hospitales y redes de salud mental y emergencias sanitarias perfectamente coordinadas entre sí. Osakidetza es hoy líder, demostrable con indicadores de cobertura y calidad, en numerosos programas sanitarios: prevención y cribado de enfermedades, sistemas de garantía y mejora de calidad, equipamientos de alta tecnología médica y programas de investigación”, señala Bengoa, quien también ha remarcado que “apostamos por la consolidación de un fuerte sistema público integrado, a diferencia de otras experiencias que apuestan por la fragmentación o privatización del sistema, y más recientemente por afrontar seriamente el problema de la cronicidad de nuestra población con estrategias que están siendo referencia para otros servicios autonómicos de salud. Toda esta riqueza y dinamismo no hubiesen sido posible sin una gestión cercana a los problemas y responsable frente a la ciudadanía”.

Marta Vera, consejera de Salud de Navarra.

Desde Navarra, la consejera de Salud, Marta Vera, desta que “en estos años hemos construido, con el esfuerzo y el trabajo de todos, un servicio público de salud sólido y estable”.

Sin embargo, “la sanidad no entiende de fronteras ni de regiones, es un tema estratégico para nuestro país y como tal, debe estar basado en un criterio común y homogéneo para todos los ciudadanos. Es responsabilidad de todos nosotros trabajar conjuntamente en medidas de consenso que todos podamos adoptar y adaptar a las diferentes comunidades autónomas”.
 

Brígida Mendoza, consejera de Sanidad de Canarias.

En Canarias, la evolución de las prestaciones ha progresado significativamente. La consejera de Sanidad, Brígida Mendoza, señala que la población canaria se ha incrementado en más de un 40 por ciento con respecto a 1994 y, para atender a esta demanda, “los recursos en infraestructuras han experimentado un notable crecimiento”. Ello ha ido aparejado, ha explicado, a la incorporación de nuevos servicios a la cartera de Primaria y nuevos programas y protocolos. Además, en Especializada se ha incrementado en más de 400 el número de camas funcionantes en los distintos centros sanitarios y Mendoza también destaca la implantación de nuevas tecnologías, al margen de la importante inversión en equipamiento que ha conllevado la puesta en marcha de las nuevas infraestructuras.

Javier Fernández-Lasquetty, consejero de Sanidad madrileño.

Para la Comunidad de Madrid, las transferencias sanitarias han sido uno de los procesos de descentralización de servicio público “más complejos y con mayor éxito realizado en nuestro país”. El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, asegura que “gracias a la gestión de las comunidades autónomas se ha podido adecuar un servicio tan estratégico como es la sanidad pública a la demanda de los ciudadanos, especialmente en una década de grandes cambios sociales económicos y demográficos en España”. En Madrid, continua Lasquetty, la sanidad pública lleva más de 16 años gestionada por Gobiernos del PP, “que han apostado por la mayor transformación de un sistema sanitario en España”.

Por ello, “se ha impulsado un servicio público de la máxima calidad, incrementado los hospitales públicos en un 40 por ciento, en apenas 8 años, en donde se ha creado 12 nuevos hospitales y 74 nuevos centros de salud”.

Antonio Sáez Aguado, consejero de Sanidad de Castilla y León, declara que “la gestión de la asistencia sanitaria ha supuesto una experiencia de éxito porque, en primer lugar, nos ha permitido adaptar la sanidad pública en Castilla y León a las peculiaridades de esta comunidad en términos territoriales, de accesibilidad o de características demográficas todas ellas son muy específicas en Castilla y León”. Además, “hemos podido mejorar sustancialmente las infraestructuras sanitarias, con la construcción de dos nuevos hospitales, 50 nuevos centros de salud o la ampliación de otros 70, así como actuar en más de 3.500 consultorios locales. Asimismo, hemos incorporado 7.000 nuevos profesionales al servicio de salud de Castilla y León. Y por último, hemos mejorado las prestaciones y los servicios asistenciales, especialmente en materia de oncología, cardiología, asistencia psiquiátrica y atención pediátrica”.

Antonio Sáez Aguado, consejero de Sanidad de Castilla y León.

La sanidad, explica Sáez Aguado, “es el servicio público más valorado por los ciudadanos de Castilla y León y hemos comprobado en estos años cómo el índice de satisfacción con la sanidad pública ha mejorado: de hecho Castilla y León es, de acuerdo con los datos del Barómetro Sanitario del Ministerio, la comunidad en la que más ha mejorado el índice de satisfacción entre 2004 y 2010”. En este último año “ocupamos la cuarta posición entre las comunidades autónomas españolas.

Por ltanto, ejercer estas competencias tan importantes supone un aliciente, puesto que nos permite legitimarnos como comunidad autónoma y dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos de Castilla y León”.
 

María Ángeles Palacios, consejera de Sanidad de Murcia.

En la Región de Murcia, “padecemos las consecuencias de la falta de liderazgo nacional, pero aún así hemos aprovechado al máximo los diez años transcurridos desde la asunción de las competencias de Sanidad”, explica la consejera de Sanidad, María Ángeles Palacios, quien comenta que en este periodo “hemos logrado, entre otras cosas, construir la mayor red de hospitales, centros de salud y consultorios médicos de la historia de la región. Hemos incrementado nuestra cartera de servicios y potenciado especialidades que nos han colocado a la cabeza de la investigación a nivel nacional e internacional. Y todo, asumiendo, sin la financiación adecuada por parte del Estado, el mayor incremento de población de todo el país, que ha llegado a doblar el crecimiento medio nacional”.


Para el Gobierno de la Región, “asumir las competencias de Sanidad supuso asumir uno de los mayores compromisos con los murcianos, que merecen, como todos los ciudadanos, una sanidad eficiente y de calidad. Por ello, año tras año, incluso cuando el presupuesto regional se reducía en su conjunto, los fondos destinados a la sanidad han crecido. Hoy, la Región de Murcia tiene tres nuevos hospitales, más de 50 nuevos centros de salud y casi el doble de profesionales sanitarios que antes de las transferencias”.

José Ignacio Nieto, consejero de Salud de La Rioja.

Para La Rioja, según el consejero de Salud, José Ignacio Nieto “las transferencias han supuesto ante todo un paso adelante en la madurez del SNS”. Nieto cree que esta iniciativa supuso para esta comunidad “abandonar una situación no de abandono, pero sí de absoluta apatía administrativa, a crear un modelo de sanidad eficaz y cercano. Orientado no al derroche o al gasto sin sentido, sino a dar respuesta a los problemas sociales reales de los riojanos, de acuerdo a sus dimensiones sociales y demográficas de la comunidad”. A pesar de la “gravísima situación económica que atraviesa nuestro país, el Sistema Público de Salud de La Rioja puede garantizar al cien por cien su sostenibilidad”, afirma Nieto.

Los partidos políticos

Concepció Tarruella, portavoz de CiU.

La portavoz de CiU en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso de los Diputados, Concepció Tarruella, defiende el interés de Cataluña por disponer de manera “plena” de las competencias, si bien ha lamentado que éstas no siempre vienen acompañadas de los fondos necesarios para su correcto desarrollo. “El dinero que reciben las comunidades no es el adecuado”, asegura. En este sentido, insiste que en los últimos años se han elaborado algunas normativas nacionales “que no han venido acompañadas de presupuesto, y eso es algo que afecta directamente a las cuentas de las comunidades”. Se trata, a juicio de Tarruella, “de falta de lealtad institucional”. A pesar de ello, para la diputada de CiU, el traspaso de las competencias es positivo. “En Cataluña siempre hemos aspirado a las competencias plenas”, afirma, aunque “desde el principio arrastramos un déficit importante”. No obstante, resalta los beneficios de esta decisión porque “permite ofrecer una sanidad más próxima al ciudadano”.

Para el portavoz del PNV en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso de los Diputados, Emilio Olabarría, la transferencia de las competencias ha logrado un Estado “más moderno y eficiente”. Olabarría considera que Osakidetza es una de las estructuras sanitarias “más potentes de la Unión Europea”, y el País Vasco “ha tenido un importante compromiso presupuestario con la sanidad desde que se asumieron estas competencias, llegando a recibir el 40 por ciento de los fondos”.

Emilio Olabarría, del PNV.

El peneuvista considera que Osakidetza “funciona bien y es un sistema fuerte y poderoso”, que, con las transferencias sanitarias ha logrado “reducir las listas de espera y ofrecer una atención más personalizada”. Aunque para Olabarría, “ha habido un deterioro del sistema, que era ejemplar, desde la llegada de Patxi López al Gobierno”. Olabarría hace mención a una “sombra que gravita sobre el sistema” y que se concreta en el afloramiento de tensiones entre zonas limítrofes. Esta situación, a su juicio, “está provocando un conflicto de carácter general que puede desestructurar el mapa sanitario”. Se trata, añade, de un “puzle muy complejo y cualquier alteración puede provocar su destrucción”.

Gaspar Llamazares, diputado de Izquierda Unida, considera que la descentralización ha “acercado” la sanidad a los ciudadanos y ha distribuido mejor los servicios.

Gaspar Llamazares.

El portavoz de IU-ICV, EUiA- CHA en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados no siente añoranza por el Instituto Nacional de Previsión porque era “ineficaz, sobre todo en el ámbito ambulatorio, y muy centralista y burocrático”. Para Llamazares, en las últimas legislaturas -en concreto a partir de la Ley de Coordinación Sanitaria-, “el Estado no ha ejercido sus competencias y nos hemos dormido en los laureles, confiados por la buena sanidad que tenemos”.

Es importante, a su juicio, no “devaluar” el sistema y, para ello, hay que solucionar aquello que dificulta que el sistema funcione, que es la compleja coordinación entre el Estado y las comunidades autónomas. “Porque no tenemos un solo sistema de sanidad, sino que tenemos 17”, ha remarcado Llamazares, para quien la vuelta de las competencias sanitarias sería “una mala decisión, que no solucionaría nada”.

Los profesionales

El presidente de la Organización Médica Colegial, Juan José Rodríguez Sendín, señala que “antes de las transferencias había muchas más desigualdades, pero como no había cómo comparar, pues no se podían denunciar”. A su parecer, “las transferencias han permitido que ahora, apuntando con el dedo en cualquier punto del mapa de España, encontremos profesionales de extraordinaria cualificación y los recursos se han distribuido en relación a las necesidades geográficas”. Lo negativo, dice, “es que se han hecho disparates innecesarios”.

Los presidentes de los médicos, farmacéuticos y enfermeros, Rodríguez Sendín, Peña y González Jurado, respectivamente.

La presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Carmen Peña, asegura que “desde el respeto a las competencias, es imprescindible garantizar una cohesión y coordinación del sistema que asegure la mayor eficiencia de las autonomías en la asistencia sanitaria y, en nuestro caso, la prestación farmacéutica al ciudadano. De esta manera conseguiremos garantizar los objetivos perseguidos de equidad, calidad y participación”.

Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería, ha comentado que “cada vez es mayor el número de presidentes y consejeros que reconocen una deuda insostenible, a la vez que lamentan su suerte por tener que lidiar con semejante miura”.

Sin embargo, “cuando se concluyó en 2002 la transferencia de la sanidad a ninguno de ellos le tembló el pulso a la hora de aceptarla, recibiendo con júbilo una responsabilidad que ahora lamentan, alegando inviabilidad para hacer frente a un coste que se ha disparado, en gran parte, por las consecuencias de dicha cesión”. 

Alfonso Moreno, presidente de la Comisión Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud.

Para Alfonso Moreno, presidente de la Comisión Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud, la palabra que marca estos años de trasferencias es “desigualdad”. En su opinión, todas las co munidades han asumido las competencias, pero hay diferencias notables en cuanto a cobertura de prestaciones. “Por ejemplo, no hay un calendario vacunal único, no se dispone de pruebas homogéneas de detección de algunas patologías y no existe acuerdo en cuanto a la edad a la que se deben hacer las mamografías”. A su juicio, “falta más equilibrio en el desarrollo de las competencias por parte de las comunidades, y probablemente lo que se eche en falta aquí es que el Consejo Interterritorial de Sanidad debería haber tenido más capacidad niveladora entre unas comunidades y otras”.

Según el presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme), José Manuel Bajo Arenas, las repercusiones negativas de las transferencias se deben a que “aquello que en un principio parecía bien, ha quedado descoordinado porque el Consejo Interterritorial no ha tenido, ni tiene, capacidad ejecutiva, no funciona”. En palabras de Bajo Arenas, la transferencia de competencias “ha traído un aumento de burocracia y generado deudas en las comunidades”.

Además, ha indicado, “la prescripción por principio activo y el catálogo de medicamentos, han creado una falta evidente de equidad y cohesión”, que se suma a la “falta de homogeneidad de las condiciones laborales y retributivas de los médicos en España”. Como retos de futuro, el presidente de Facme señala que “se debería conseguir la tarjeta sanitaria única y una historia clínica digitalizada, encriptada pero utilizable en todo el territorio nacional”.

Patricio Martínez, secretario general de CESM y portavoz del Foro de la Profesión Médica, y José Manuel Bajo Arenas, presidente de Facme.

Patricio Martínez, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), ha apuntado que “las transferencias sanitarias a las comunidades autónomas dieron paso a una situación de envidia y agravios comparativos entre los sistemas sanitarios autonómicos que han llevado a muchas autonomías a gastarse lo que no eran capaces de sostener”. Además, apunta, “la falta de coordinación por parte del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha facilitado que en la actualidad contemos con un sistema poco cohesionado y con evidentes desigualdades”.

Según el secretario general de CESM, “la Conferencia de Presidentes de 2006 fue una oportunidad perdida para asegurar la viabilidad del SNS con las comunidades. Se puso el contador de deuda a cero, pero desde entonces no se ha hecho nada y ya tenemos cerca de 15.000 millones de deuda acumulada”. En este sentido, Martínez descarta la devolución de las competencias sanitarias al Estado, solución que califica como “una locura”, y ha apostado por un “adelgazamiento de la estructura democrática” porque “hay mucho jefe y poco indio, y los jefes además no son sanitarios”.

Desde el Sindicato Médico también abogan por recuperar los “impuestos finalistas para la sanidad” y por “aumentar la partida presupuestaria dedicada al sistema sanitario español”.

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