La consejera reprocha al PRC que ahora demande infraestructuras en Castro Urdiales cuando ellos no las hicieron durante sus años en el Gobierno



28 feb. 2012 13:17H
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Redacción. Santander
La consejera de Sanidad y Servicios Sociales de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, confía en que "conseguirá" firmar un convenio de colaboración con el País Vasco que garantice la atención sanitaria de los castreños en los centros sanitarios del País Vasco y ha afirmado que "cree haber convencido" a su homólogo en esta autonomía limítrofe, Rafael Bengoa, de que su comunidad no estaba dando más de lo que recibía.

Buruaga, en el Pleno.

A preguntas de la diputada regionalista del PRC Alodia Blanco sobre la reunión que el pasado 3 de febrero mantuvo la consejera con Bengoa para tratar sobre este asunto, Sáenz de Buruaga ha aclarado, sin embargo, que se trató de un "primer contacto" y se acordó celebrar "próximas" reuniones de trabajo para avanzar hacia un acuerdo que garantice la atención "bilateral" de ciudadanos de las zonas limítrofes de ambas comunidades autónomas.

En este sentido, Sáenz de Buruaga ha insistido en que de lo que se trata es de recuperar la situación anterior al 1 de enero de 2011 cuando se suspendió esta atención no, según ha dicho, por una medida unilateral del País Vasco, sino por una "decisión acordada" entre ambas comunidades cuando en Cantabria era consejero de Sanidad el socialista Luis Truan.

Así, la consejera ha acusado al anterior Ejecutivo (PRC-PSOE) de estar y ser la "raíz" del problema que se generó con motivo de esta decisión al ponerse "del lado" del Gobierno vasco y no de los cántabros, de Osakidetza (Servicio Vasco de Sanidad) en lugar del Servicio Cántabro de Salud.

Según ha explicado, y con el objetivo de recuperar la "normalidad" que, según ha dicho, tradicionalmente ha asistido en ambas comunidades autónomas en la asistencia a ciudadanos de zonas limítrofes, Sáenz de Buruaga ha explicado que, por parte de Cantabria, se insistió en la "doble dirección" y en la "reciprocidad" de la asistencia que se estaba prestando.

Es en este sentido donde la consejera "cree haber convencido" a Bengoa de que el País Vasco no es el que más ofrece ya que --ha dicho-- en Cantabria se atienden más de 50.000 consultas al año de ciudadanos de la comunidad autónoma vecina; más de 7.500 urgencias; más de 500 ingresos y 3.000 consultas de atención especializada y ha opinado que se está "en el buen camino" para revertir la "injusta" situación actual.

Por su parte, la regionalista Alodia Blanco le ha reprochado que, tras la reunión con Bengoa, la consejera haya vuelto "con las manos vacías" y sin traer firmado un convenio de colaboración. Además, ha rechazado las acusaciones de Sáenz de Buruaga al anterior Ejecutivo y ha señalado que si se acordó acabar con esta atención es porque a los pacientes castreños se les estaba "echando" de los centros del País Vasco.

Hospital de Castro Urdiales

Durante el Pleno, y también en respuesta a las preguntas planteadas por Blanco, Sáenz de Buruaga ha insistido en que la construcción del hospital de alta resolución de Castro Urdiales se "pospondrá" hasta que se recupere la economía porque en estos momentos, en los que el Gobierno regional está buscando la "supervivencia", constituye un proyecto "inasumible".

En este sentido, ha reconocido que el Gobierno regional no tiene "cómo" ni "con qué" pagar esta infraestructura y ha recordado que el bipartito PRC-PSOE tampoco lo construyó durante sus ocho años al frente del Ejecutivo en el que manejó dinero "a espuertas".

La diputada del PRC Alodia Blanco, que ha sido la encargada de preguntar a la consejera por este proyecto, le ha recordado que la crisis, que comenzó en 2007, es "una vieja conocida" y ha criticado que, a pesar de ello, el PP siguiera manteniendo en su programa electoral de las pasadas elecciones autonómicas la construcción de esta infraestructura.

En este sentido, se ha quejado de que, mientras hay que esperar una media de 33 días para ser operado en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Castro Urdiales haya que esperar aproximadamente 240 días para asistir a una consulta ginecológica  en el centro de salud Cotolino II o las mamografías se hagan en un autobús, algo que, a su juicio, supone ser tratados como "ciudadanos de Burundi", algo que Sáenz de Buruaga ha calificado de "frivolidad".

Blanco le ha reprochado que el Ejecutivo regional no arbitre algún tipo de solución transitoria hasta que la infraestructura pueda llevarse a cabo y ha advertido que los castreños no son "más que nadie, pero tampoco menos" por lo que deben de ser tratados como ciudadanos "de primera".

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