Algunas de ellas son tan comunes que el médico las acaba pasando por alto



23 ene. 2016 10:45H
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Marta Fernández. Madrid
Cuando un paciente cruza la puerta de una consulta espera que su médico pueda entender lo que padece con sólo una visita. Obviamente esto en muchas ocasiones no es así, por la complejidad que entraña hacer un diagnóstico completo.

Es por ello que un estudio ha recogido las 10 patologías que más desapercibidas pasan para muchos médicos, aunque algunas de ellas son tremendamente comunes. Así, en primer lugar encontramos la depresión.

Según el estudio publicado por Jerome C. Wakefield, Mark F. Schmitz, Michael B. First y Allan V. Horwitz y recogido en la publicación médica Jama, la depresión es la enfermedad más infradiagnosticada por los médicos en Estados Unidos, bien porque se “confunde a menudo con tristeza” y porque sus síntomas son “sentimientos que la gente experimenta todos los días”.

En segundo lugar se sitúan las infecciones, en especial las agudas. Según los autores del estudio, el problema reside en que hay cientos de infecciones, “muchas más que enfermedades comunes”, por lo que, según estos doctores, “confundirlas es bastante común”.

Tras las infecciones encontramos la fibromialgia, según los expertos porque “diagnosticar esta dolencia puede depender del especialista al que se consulte: si un paciente acude a un gastronterólogo puede que éste diagnostique, por ejemplo, un síndrome intestinal en lugar de una fibromialgia.

Tan simples que se hacen complejas

Aunque pueda parecer una de las dolencias más obvias del mundo, un paro al corazón se sitúa en cuarto lugar en las enfermedades peor diagnosticadas. Y es que, algunas personas, pese a estar sufriendo uno en un momento determinado no acusan los típicos síntomas de un infarto, como dolor en el pecho o dificultad para respirar. Es por ello que un médico puede creer que se trata de otra dolencia por presentar síntomas parecidos a un ataque de estrés o incluso con un ataque grave de acidez en el estómago.

En quinta posición encontramos la celiaquía, una enfermedad que se ha vuelto muy común en los últimos tiempos y que a menudo se confunde por los fuertes dolores de estómago y que “puede tardar hasta una década en ser diagnosticada”. Tras ella, la enfermedad de Lyme, que se puede presentar sin ningún tipo de erupción por lo que no sólo despista al propio paciente, si no al doctor.

Por detrás, el síndrome de instestino irritable que, según los especialistas, “se convierte en un proceso de eliminación a la hora de diagnosticar”. En octavo lugar encontramos el lupus, que se diagnostica en ocasiones como artritis o fibromialgia.

Cerrando este top ten se encuentran dos enfermedades que no por conocidas dejan de ser difíciles para diagnosticar: el cáncer y el párkinson. En el caso del primero y según el estudio, no se diagnostica bien en un 28 por ciento de los casos. Un porcentaje que sube hasta el 44 por ciento si hablamos de algunos tipos concretos, como el de mama, el melanoma y el colorrectal.  Por su parte, el parkinson, cierra este top ten “porque no se puede confirmar con un test de laboratorio” y por sus síntomas “puede ser confundido con estrés o incluso Alzheimer”.

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