cuatro organizaciones reflexionan sobre la tensión con el ministerio y las ccaa | ||||
La sostenibilidad del SNS depende de la voluntad política | ||||
Representantes sindicales defienden la viabilidad del modelo y claman por el liderazgo de Ana Mato | ||||
María Márquez / Imagen: Diego S. Villasante. Madrid Diálogo entre sindicatos y Administración pública Antonio Cabrera, secretario general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de FSS-CCOO: La situación de la representación en el ámbito sanitario estatal no ha sufrido recortes, solo en el autonómico. No es novedoso, surgió la posibilidad de crear la Mesa de Sanidad, nosotros trasladamos al Ministerio la posición de defender los recursos, y no ha sido posible. Se ha perdido una oportunidad importante, histórica. Somos de los que más foros tienen, la representatividad ha aumentado con esto, pero no tenemos ningún recurso.
Fernando Molina, presidente nacional del Sector de Sanidad de CSI•F: Creo que hay suficientes temas que se están fraguando fuera de la Mesa oficial, cuando nosotros somos los que hemos sido elegidos en unas elecciones. El Ministerio tiene ahora negociaciones con organizaciones que no son representantes oficiales de los trabajadores, por mucho bombo que le quieran dar. Nosotros también recurriremos si este Consejo toca algún tema laboral. El Ministerio en la actualidad desprecia a las asociaciones sindicales, solo nos piden documentación y yo no les mandará absolutamente nada hasta que nos sentemos a dialogar de otra manera. Alejandro Laguna, secretario general de Satse: Parece que lo que quieren es cargarse el SNS. Vivimos en una democracia, y las organizaciones sindicales representamos una gran parte del SNS, que son los recursos humanos. Si nos dejan sin recursos es que el padre del SNS, el Gobierno a través del Ministerio, es el que no quiere que salga adelante el servicio estatal de salud, al que se quieren cargar imagino que por razones ocultas. Lo que queremos es dar un buen servicio a quien realmente es el dueño del SNS, el ciudadano. Desde el Ministerio no hay capacidad de negociación, cuando nos llaman son documentos cerrados, de ahí que con este criterio sobremos todos. La conveniencia de una huelga sanitaria y su repercusión Antonio Cabrera: La huelga es un derecho, por ahora, y como tal la queremos ejercer. Pero la verdad es que el sector sanitario tiene condicionantes, porque es salud. Los servicios mínimos están para cumplir la urgencia, pero origina retrasos de personas citadas y esto origina que no esté bien vista por la población. De hecho, de todos los sectores públicos el que menos convoca es el sanitario. Además, tiene poca capacidad movilizadora. Es una asignatura pendiente para nosotros. Las condiciones actuales son las peores que han tenido y no hay nada que aventure que va a mejorar. Nosotros no renunciaremos a una convocatoria si hay condiciones y siempre garantizando la asistencia.
Pilar Navarro: Yo creo que tenemos un sector bastante complicado para una convocatoria de huelga. Trabaja en contra muchas cosas. La situación actual es diferente a otras, ya que la población ahora puede entender los motivos. Están viendo día a día que el ciudadano entra en una lista de espera que no sabe cuándo va a acabar, porque hay perversidad en los datos. Hablando con unas compañeras filandesas me comentaron que la última huelga que hicieron, de solo 18 horas, y consiguieron el 25 por ciento de aumento salarial, no dejaron de atender a nadie pero los servicios mínimos no son los españoles, de un 85 por ciento. Lo que pasa es que en España se considera todo urgente el día de una huelga general, y no es así, una vez comparado con días anteriores. La huelga es una situación excepcional y todo el mundo tiene que ser consciente de que con sus decisiones van a ayudar. |