Podría cambiarse a un modelo en el que se cite a las mujeres a realizar una exploración, en vez de ser voluntaria y a petición previa



20 abr. 2013 16:16H
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Redacción. Santander
Los directores generales de Salud Pública y técnicos de cuatro comunidades autónomas se han reunido en Santander con el objetivo de analizar los últimos avances conocidos respecto al virus del papiloma humano (VPH), su papel promotor de diferentes tipos de cáncer, sobre todo el de cervix (cuello de útero) en las mujeres, y el estado actual de la vacunación frente a este agente patógeno.

De izquierda a derecha, el director de Salud Pública del Gobierno de Cantabria, José Francisco Díaz; Silvia San José, del Instituto Catalán de Oncología; la directora de Salud Pública de Navarra, Soledad Aranguren; de La Rioja, José Miguel Acitores, y Asturias, Julio Bruno Bárcena.

En esta reunión de trabajo, en el que participó como experta Silvia San José, del Instituto Catalán de Oncología, se dieron cita el director de Salud Pública del Gobierno de Cantabria, José Francisco Díaz, y sus homólogos de La Rioja, José Miguel Acitores; Asturias, Julio Bruno Bárcena, y Navarra, Soledad Aranguren.

Los responsables de las diferentes comunidades autónomas expusieron la situación de sus distintos programas de cribado y las diferencias y coincidencias entre ellos, informa el Gobierno cántabro en un comunicado de prensa.

En este sentido, se debatió la posibilidad de sustituir el actual programa, que se realiza de manera ocasional y voluntaria a petición de las mujeres, por otro en el que se cite para realizar la exploración a toda la población femenina comprendida entre las edades de mayor riesgo, por lo general entre los 25 y 65 años.

Además de esta posible modificación, los directores de Salud Pública abordaron las próximas novedades vacunales que pueden aparecer en breve con vacunas que protejan frente a más serotipos oncogénicos, junto con la evaluación que se está haciendo actualmente en la Cartera de Servicios del Sistema Nacional de Salud.

En Cantabria, los programas de cribado de cáncer de cuello de útero se vienen realizando mediante citologías desde hace muchos años, habiendo demostrado su eficacia en el diagnóstico precoz de lesiones potencialmente malignas. Actualmente, junto a estas citologías, existen otros medios diagnósticos de la infección por el virus, incluso antes de que aparezcan lesiones o alteraciones en el útero.

Estos avances, unidos a la vacunación frente a este virus que se viene realizando de manera sistemática a todas las niñas en la región desde hace algunos años, puede variar de manera significativa la aparición y evolución de la enfermedad. La vacunación que existe actualmente solo protege contra el 70 por ciento de los virus productores de cáncer de cuello.

Esto supone un avance significativo en el pronóstico de esta patología, pero sin que se pueda prescindir aún de las necesarias revisiones periódicas, aunque si que puede modificar el tipo y periodicidad de las revisiones.
En Cantabria se vacuna frente al VPH a los 14 años, edad que el Ministerio de Sanidad ha determinado en el recientemente aprobado calendario común de vacunaciones, como la edad más indicada para hacerlo.

Ocho fallecimientos anuales

El virus del papiloma constituye la infección de transmisión sexual más frecuente entre la población femenina, calculándose que aproximadamente el 80 por ciento de las mujeres sexualmente activas tendrán contacto con el virus al menos una vez antes de los 50 años.

Afortunadamente la gran mayoría de las infecciones, que son inicialmente asintomáticas, desaparecen espontáneamente y muy pocas progresan hacia complicaciones detectables mediante citologías.

El aumento de riesgo por persistencia de la infección, está ligado a factores como el hábito tabáquico, la utilización de anticonceptivos orales, un alto número de partos o coexistencia de otras infecciones de transmisión sexual, además de factores dependientes del tipo de virus, su carga viral y determinantes individuales genéticos, inmunitarios u hormonales.

En Cantabria se producen una media de 8 fallecimientos anuales por este tipo de tumor, en una línea muy similar a la del resto de España, donde no constituye una enfermedad muy frecuente pero si que la mortalidad que produce es prematura y sanitariamente evitable mediante el diagnóstico precoz.

El mayor índice de alteraciones citológicas aparece en torno a los 30-35 años, aunque la edad de presentación de los tumores invasivos suele estar entre los 50-55 años, al ser un tumor de crecimiento lento.

Según la Encuesta de Salud, en el periodo 2007-2011, el porcentaje de participación en los programas de diagnóstico precoz mediante citologías de las mujeres de Cantabria entre 30 y 60 años, fue de un 69 por ciento, muy cerca del objetivo del 70 por ciento recomendado por la Estrategia en Cáncer del Sistema Nacional de Salud 2009.

El número medio de citologías por mujer en esos 5 años fue de 1,8, correspondiendo el 52,2 por ciento a Atención Primaria y el resto a especializada.

El objetivo del programa es aumentar paulatinamente las revisiones a través de Atención Primaria, remitiéndose después a la atención especializada las lesiones que se detecten.

En todos los casos de cáncer de cuello de útero encontrados se ha detectado la presencia del virus VPH, lo que demuestra el crucial papel que juega esta infección viral en la génesis y desarrollo de este tipo de tumores.

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