Para el presidente del Foto Español de Pacientes la clave de la deshabituación ha de hacerse bajo financiación pública



11 oct. 2013 14:44H
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Emma Vaquero. Madrid
Con 560 votos a favor y 92 en contra, este martes se aprobaba la modificación de la directiva europea del tabaco, aunque con ciertas suavizaciones, como la reducción del 10 por ciento en el planteamiento inicial sobre el porcentaje de la cajetilla que ocuparán las advertencias sanitarias (65 por ciento) o la prolongación de los cigarrillos mentolados hasta 2018 (se pretendía su rotunda prohibición) entre otras. Los eurodiputados denunciaban por ello la presión ejercida por la industria tabacalera que consideraban de “indecente e insidiosa”. Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes se manifiesta al respecto para Redacción Médica.

Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes.

“Todo lo que limite y ponga dificultades al consumo de tabaco lo apoyamos”, sentencia. Respecto a las advertencias  sanitarias en las cajetillas de tabaco Jovell considera que “realmente nadie ha evaluado que tengan mucho efecto en los fumadores establecidos, porque realmente son gente que llevan mucho tiempo fumando y no se sabe hasta qué punto les afectaría variar el tamaño”. Frente a su postura positivista ante la nueva medida, Jovell reconoce que aún quedan muchas cosas por hacer en este sentido. Entre ellas incrementar los impuestos de tabaco, algo que dice “es responsabilidad del gobierno” y considera “vital” para desincentivar la entrada al consumo del tabaco de las nuevas generaciones, teniendo en cuenta que el hábito tabáquico en los jóvenes entre 15 y 24 años afecta al 21,7 por ciento de la población española según el INE. Además el presidente del Foro cree necesaria la financiación pública en aquellos tratamientos que demuestren su eficacia sobre la deshabituación en el consumo del tabaco.

Respecto a la preocupación sobre la disminución de puestos de trabajo, que Juan Páramo, portavoz de la Mesa de Tabaco exponía en el pleno celebrado este martes, Jovell señala que en este sentido habría que buscar posibles reconversiones de esos puestos de trabajo en otro tipo de industria. “A nosotros lo que nos preocupa principalmente es el daño que produce el tabaco en términos  de consumo y enfermedades asociados al mismo, ya que producen bajas laborales y jubilaciones por cuestiones de salud”, concluye.

Datos del Instituto Nacional de Estadística en una encuesta de salud (2011-2012) señalan que en España, cada vez se fuma menos. Desde 1993 a 2012 el porcentaje de población que consume tabaco a diario muestra un continuo descenso.

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