La Revista

El presidente de la AEV, Amós García Rojas, cuenta su experiencia como una de las caras más visibles de la pandemia

"He recibido insultos y amenazas de quienes rechazan la ciencia"
Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV).


18 sept. 2021 16:50H
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POR CRISTIAN GALLEGOS
Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), acaba de ser nombrado representante de España en el Comité Permanente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un cargo que le ha provocado una "mezcla de sensaciones" en un momento en el que la crisis sanitaria derivada del nuevo coronavirus copa todas las atenciones. El especialista, que agradece al Ministerio de Sanidad la confianza depositada en él para este nuevo reto, ha sido en los últimos meses una de las caras más visibles de la pandemia del Covid-19, algo que le ha traído muestras de reconocimiento por parte de la ciudadanía y, también, alguna situación complicada. 

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El especialista ha concedido esta entrevista a Redacción Médica para explicar cómo ha sido su experiencia personal en cuanto a su rol como presidente de la AEV. Desde que comenzara la pandemia, García Rojas se ha tenido que enfrentar a una amenaza sanitaria desconocida a la vez que intentaba dar respuestas al miedo de la ciudadanía por el virus. Una divulgación que ha provocado, lamentablemente, insultos y amenazas por parte de grupos retractores y opositores de la vacuna hacia el presidente de la AEV.  Pese a ello, su presencia mediática también ha hecho que multitud de personas elogien su trabajo con señales de cariño y afecto. Y eso "es impagable", admite. 

¿Cómo ha llevado ser una de las caras visibles de la pandemia?

Lo llevo con sorpresa porque empecé a moverme en redes sociales a raíz de la pandemia. Lo hice porque entendía que estábamos en una situación que creaba mucho desasosiego, miedo y rabia en la ciudadanía. En la medida de lo posible, pretendía transmitir un mensaje de calma, paciencia y prudencia. Calma, porque no estábamos ante el fin del mundo; paciencia, porque no iba a ser un problema que solucionaríamos en dos días; y prudencia, porque es el elemento clave que nos iba a permitir avanzar en la lucha contra la pandemia.

También, por ser el presidente de la AEV y por mi condición de epidemiólogo. Siendo las vacunas unas de las herramientas fundamentales para abordar la pandemia, me han expuesto de manera muy visible.

¿Cómo ha sido la recepción de la gente en cuanto a su gestión como vacunólogo? ¿Ha generado controversias?

Personalmente me ha supuesto haber recibido muchos insultos, incluso amenazas, gritos en la calle de algunas personas que desgraciadamente rechazan el conocimiento científico. Sin embargo, estos hechos se quedan acallados por las innumerables muestras de cariño que he recibido por parte de la mayoría de los ciudadanos. Eso es impagable.

¿Siente mucho cansancio tras esta gestión de la pandemia?

Muchísimo cansancio, tanto físico como psicológico, por la alta presión que ha significado la pandemia. En los dos años prácticamente que llevo con este tema solo he podido tomar cinco días de vacaciones. Con esto no quiero hacer ningún mérito de heroicidad, simplemente quiero decir que hemos estado con problemas serios y que todos los profesionales teníamos que poner toda la carne en el asador para enfrentarlo. Estoy cansado pero optimista porque estamos cerca de ganarle al Covid”.

¿Cuánto tiempo ocupará la Presidencia de la AEV?

Presidiré hasta octubre del próximo año , cuando se celebrará la reunión científica presencial de mi sociedad. Afortunadamente, nuestra entidad cuenta con un gran abanico de profesionales multidisciplinarios jóvenes que están preparados para dar el relevo y que el proyecto siga estando como referente en la vacunología de nuestro país.

¿Cómo recibe el nombramiento de la OMS y cómo contribuye esto al sistema sanitario español?

El nombramiento lo tomo con una mezcla de sensaciones. En primer lugar, de profunda emoción, de responsabilidad, con una sensación de estímulo y de gratitud a todas las personas que han confiado en mí. Gratitud al Ministerio de Sanidad por haber propuesto mi candidatura y gratitud a la Asamblea General de la OMS por haber votado mi candidatura. Este hito representa para el sistema sanitario español estar presente en un foro en donde se va a plantear de manera clara y con visión global cuáles deben ser nuestras políticas sanitarias que preocupan al contexto de los países que forman parte de la Oficina Regional para Europa. Esto representa estar ahí, en ese foro de debate. Será un elemento clave que nos permitirá reforzar nuestro sistema sanitario.

¿Cómo ha afrontado la vacunología el impacto de la pandemia?

Se ha afrontado de dos maneras: por un lado, en los aspectos de investigación, está el desarrollo de las vacunas españolas. Esto demuestra algo importantísimo y es que en España sobra el talento. Lo que falta es la posibilidad de gestionar ese talento, ya que la investigación en el país sigue estando financiada de manera deficitaria, no hay el tejido que permita avanzar en ese campo. 

"En España sobra el talento. Lo que falta es la posibilidad de gestionar ese talento, ya que la investigación en el país sigue estando financiada de manera deficitaria"




Por otra parte, en lo que se refiere a la estrategia vacunal, ha sido absolutamente magnífico. Somos el país desarrollado que posiblemente más haya vacunado a sus ciudadanos proporcionalmente. Esto es fruto de que el sistema ha funcionado porque quienes lo nutren, que son los profesionales sanitarios, han hecho un ejercicio brillante de responsabilidad. Y en segundo lugar, gracias a la ciudadanía que ha asumido perfectamente el discurso sanitario, han sido absolutamente permeables al discurso científico.

Estos dos elementos han posibilitado que la Vacunología haya respondido de esa manera a todo lo que ha supuesto la pandemia.

¿Cuáles han sido los principales retos de la vacunología española?

El primer reto era cómo poder gestionar una campaña que no se había hecho nunca, ni aquí ni en ningún país del mundo, que era poner millones de dosis en un periodo corto de tiempo. Ese era el primer reto que había y se solventó con éxito absoluto.

Otro reto era cómo poder consolidar lo que significaba la inmunización, en un contexto difícil y complejo como lo es una pandemia. Cómo sofocar aquellos cantos que incidían en que las vacunas las cargaba el diablo. Tuvimos que ser coherentes y educados a la hora de plantear todo lo que el conocimiento científico estaba poniendo sobre la mesa. Eso creo que se ha solucionado de manera brillante.

¿Qué hace falta para que una campaña de vacunación como la del Covid sea efectiva?

Tener un sistema sanitario sólido y segmentado. Además, que sea visualizado por la ciudadanía como un elemento fundamental para enfrentar una crisis sanitaria. Tener a profesionales sanitarios motivados y vacunas, evidentemente.
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