La Revista

El nuevo presidente de Satse, Manuel Cascos repasa su trayectoria

Manuel Cascos, presidente de Satse.


7 oct. 2017 20:00H
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POR CARLOS COROMINAS
Como buen sindicalista de los de antes, Manuel Cascos (1958, Belalcázar, Córdoba) es testarudo. Desde muy joven ya sabía que quería estudiar Enfermería, tanto que no dudó en presentarse tres veces y mudarse de Andalucía a Cataluña para conseguirlo. Hasta en las cuestiones más personales desliza su pasión por defender los derechos de enfermeros y enfermeras. Sí, como un sindicalista de los de ahora, no se olvida nunca de incluir el femenino cuando habla de sus compañeros y compañeras. Recién elegido presidente nacional del sindicato Satse, Cascos repasa su trayectoria de más de 30. Desde que un día, a las puertas de Urgencias, se diera cuenta de que si no se implicaba contra lo que consideraba que era injusto se le iba a hacer muy difícil mirarse al espejo.

¿Ese empeño por hacer Enfermería le viene de familia? ¿Sus padres son sanitarios?

No. En aquel momento no había ninguna ascendencia desde el punto de vista sanitario. Curiosamente, cuando yo decidí hacer Enfermería mi hermana se animó y decidió apuntarse y la hicimos los dos juntos en Barcelona. He creado cátedra porque mi hijo y mi hija están haciendo Fisioterapia y mi otro hijo, Veterinaria. Así que hemos arrancado la rama sanitaria.

Especialista en Radiodiagnóstico y en Enfermería Médico Quirúrgica ¿con cuál se queda?

Me quedo con las dos porque son muy importantes. Los enfermeros y enfermeras somos profesionales que tenemos facilidad para acceder a cualquier disciplina dentro de Enfermería. De hecho, nuestros compañeros y compañeras pueden estar en una planta de hospitalización de Medicina Interna o de Oncología o de UCI y en los centros de salud se asumen múltiples responsabilidades. Somos capaces de adaptarnos al entorno porque el paciente es nuestra prioridad y nos esforzamos por darle lo mejor y nos esforzamos por hacerlo.

Ha trabajado en Urgencias… 
Cascos durante una ruta por los Picos de Europa

Cascos durante una ruta por los Picos de Europa.


Sí. En aquellos tiempos el hospital estaba recién inaugurado y me dijeron: "Tenemos la oportunidad de varios servicios y unidades y puedes elegir". Yo pensé en uno que tuviera actividad y vidilla y pensé en Urgencias.   

¿Cómo cree qué ha cambiado la situación en Urgencias y en Enfermería desde entonces?

Ha evolucionado tanto de forma positiva como negativa. Hay demasiada burocracia y se exige a los profesionales demasiada contabilidad y demasiados datos. Se ha perdido la humanidad y la humanización con el paciente y con los familiares. Una situación forzada por el ritmo que se impone y en contra de los profesionales de Enfermería.

¿En concreto, qué falla para no conseguirlo?

Cuando no hay profesionales suficientes, pero el paciente tiene que ser atendido, uno se deshumaniza. Con frecuencia, no tienes tiempo ni de escuchar al paciente y eso es negativo. En positivo, se ha avanzado desde el punto de vista técnico, en habilidades y en desarrollo profesional. La posibilidad de cirugía menor era impensable hace 25 años y la de Enfermería de Enlace: que un profesional de Enfermería fuera capaz de unir la atención hospitalaria con la AP y de hacerle un seguimiento al paciente era impensable hace 30 años.

Habla de la pérdida de la humanización. Ahora, varias CCAA hablan de ella como algo innovador. ¿Habría que echar la vista atrás para recuperar la forma de hacer las cosas?

No necesariamente, es decir: la humanización está ligada a la disposición de tiempo para poder emplearlo en humanizar la atención sanitaria. No hay recursos suficientes ni personal de Enfermería. Si los estudios establecen que ha de haber una enfermera para 10 pacientes como máximo en una planta de hospitalización, no puede estar para 18 ó 20. Eso te obliga a deshumanizar la atención sanitaria porque vas a los cuidados básicos. No hay que volver 30 años atrás, sino disponer de los recursos necesarios.

¿Deben aprender a humanizar?

Cuando los profesionales de Enfermería dispongan de los recursos necesarios podrán humanizar mejor porque es algo que llevan dentro y no lo tienen que forzar. Son capaces de humanizar la atención sanitaria de manera improvisada. No tengo ninguna duda al respecto, pero se necesitan los recursos y los medios para poderlo hacer. En este momento no lo podemos hacer porque estamos desbordados.

¿Cómo entró en el mundo sindical?

Yo estaba en la puerta de Urgencias y había circunstancias que yo no compartía: laborales, profesionales y de relación. Me rebelaba contra ellas. Llegó un momento en que me generaba problemas personales de relación y de sufrimiento. En un momento determinado dije: "O cambio mi forma de ser o tengo que intentar estar en otro sitio que tenga la posibilidad de cambiar las cosas". En ese momento tomé la decisión de intentarlo a través de Satse. Me afilié y fui asumiendo responsabilidades hasta que asumí la Secretaría provincial hace 20 años. La 
Cascos, durante una excursión a la Sierra de Grazalema.

Cascos, durante una excursión a la Sierra de Grazalema. 

motivación fue el inconformismo y el desacuerdo con la situación socioprofesional y laboral que había en el entorno en el que trabajaba. Quería ver qué podía hacer para cambiarlo porque me afectaba a mi vida personal y mi salud.

¿Qué ha aprendido estos años?

Muchísimo. He aprendido mucho de las personas y he tenido la suerte de compartir experiencias con gente maravillosa. Con mujeres y hombres que sienten la profesión y que están dispuestos a mucho sacrificio por avanzar y ayudar a sus compañeros. Eso me ha enriquecido personalmente una barbaridad. En la vida no es todo lo que vemos y lo que se vende. Hay muchas cosas que no se ven y que son igual de importantes o más. He aprendido a valorar las relaciones personales y el esfuerzo.

¿A qué cosas que no se ven se refiere?

Me ha enseñado a valorar la responsabilidad, la creación de equipo y la colaboración. Todo eso me lo ha aportado Satse con la independencia de la madurez sindical que en tu trabajo te pueda dar el día a día. 

¿Considera que la profesión está lo suficientemente unida?

En algunas cosas. Falta corporativismo bien entendido. Creo que falta unidad de acción cuano tenemos dificultades. Somos capaces de ponernos de acuerdo en pequeñas cosas y cuando al colectivo se le pide que esto es importante para la población deberíamos de unirnos todos a Enfermería le cuesta trabajo. Suele priorizar la atención sanitaria al paciente, algo entendible. A veces se le pide un esfuerzo y muchos profesionales tienen poco tiempo para comprometerse en otras cosas. Echo de menos cierta unidad en la profesión cuando hay temas troncales que abordar.

¿A qué dedica el tiempo libre cuando no está ocupado en la Enfermería?

EN CORTO
Libro favorito:  'Hombres buenos', de Arturo Pérez-Reverte.
 
Película favorita: 'El último mohicano', de Michael Mann.
 
Canción favorita: 'Sacrifice', de Elton John. 
 
Ciudad para vivir: Córdoba.
 
Ciudad para viajar: Cracovia (Polonia).
 
Objeto imprescindible: La agenda.
 
Una persona importante de su vida: Mis padres. 
 
Personaje histórico: Gandhi.

Equipo de fútbol: El Córdoba
 
Lema vital: "Ayudar siempre sin preguntar antes".
 
¿Qué le hace feliz?: La amistad.
A la Enfermería. No sé si es bueno estar todo el tiempo pensando en qué puedo hacer o cómo mejorar las cosas, pero es la verdad. Al margen de eso, el poco tiempo del que dispongo intento dedicarlo a mi familia que ya está suficientemente sacrificada. Tiempo a ellos y de ocio: me gusta leer, salir al campo, porque me oxigena, y me gusta montar en moto. Ese es mi tiempo libre. Me gusta dedicar a mi familia y a mis amigos el poco tiempo del que dispongo.

¿Qué moto tiene?

Una Burma de gas.

¿Por dónde le gusta salir a montar?

Por Córdoba. La sierra de Córdoba es preciosa. Voy a ver a mis hermanas al pueblo que es Belalcázar. Hago pequeñas rutas, ni 500 ni 600 km, pero sí entre 100 y 300 km. Cuando salgo con la moto, me siento diferente. Tengo un par de amigos que tienen motos y compartimos experiencias. Es una afición moderada y la utilizo más como una liberación.  

¿Cómo vive su familia su implicación sindical y la reciente presidencia?

No sé si fue acertado o no, pero yo cuando tomé la decisión de presentarme para presidir el sindicato lo consulté con ellos y me apoyaron totalmente. Tuve la suerte, y estoy muy agradecido, de que el congreso me diera la confianza y espero que después de 4 años el balance que se haga en el conjunto del estado y con la ayuda de todos entre todos haya sido capaz de avanzar en la profesión y el sindicato salga más favorecido. 
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