El presidente electo norteamericano, Donald Trump.
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Los ejecutivos más relevantes de varias compañías farmacéuticas han conversado estos días en Estados Unidos para elaborar un diagnóstico respecto a la nueva administración de Donald Trump. Pese a las voces de alivio de buena parte de la industria, que inicialmente consideraba que un gobierno republicano sería más favorable a sus intereses (más suave en la exigencia de control de precios, por ejemplo), el CEO de Allergan, Brent Saunders, ha alzado la voz de alarma. Y es que Saunders -al que se han unido otros altos ejecutuvos- cree que el uso compulsivo de las redes sociales de Trump, unido a su populismo, pueden llevarle a convertirse en un "tuitero feroz" contra sus intereses. Los americanos están indignados con las fuertes subidas de precio de algunos fármacos y Trump tiene muy fácil capitanear el descontento desde su cuenta de Twitter...
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