El Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) no está para restaurar capillas. Al lado del flamante HUCA, languidece la vieja iglesia de La Cadellada, comprendida dentro de los terrenos que el Principado adquirió para construir el nuevo hospital. El deterioro arquitectónico del templo y de los murales que acoge en su interior ha hecho saltar las alarmas de los políticos y la sociedad civil de Oviedo, pero el consejero Francisco del Busto no está dispuesto a acometer la restauración que le exigen, ya que eso, a su juicio, implicaría “detraer” dinero de partidas para acometer obras sanitarias, como centros de salud. Del Busto no cede, pero no se puede decir que no lo haga por anticlericalismo. El consejero está dispuesto a ceder el uso de la capilla a la Iglesia Católica y devolverle así su carácter sacro si eso sirve para que sea el Obispado y no el Sespa el que pague el arreglo.
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