Redacción. Valencia
El próximo día 19 de octubre S. M. la Reina Doña Sofía será la encargada de otorgar el Premio Rey Jaime I de Investigación Médica 2011 a Carlos Simón Vallés. El prestigioso catedrático y director científico del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), demanda "un pacto por la ciencia que asegure estabilidad económica para investigar independientemente del color del gobierno central y autonómico".
Carlos Simón. |
La comisión valoró su candidatura basándose en su trabajo pionero en desórdenes de receptividad endometrial humana, una causa importante de infertilidad en todo el mundo. Su obra incluye nuevas interpretaciones cuyos resultados han permitido desarrollar un sistema nuevo de análisis genético para el tratamiento de la pareja infértil. Su grupo fue el primero en España en cultivar líneas de células madre embrionarias humanas para uso clínico y el sexto a nivel mundial. Además de su gran impacto en la investigación y la clínica, ha estimulado el sector de la biotecnología con múltiples patentes nacionales e internacionales.
La biotecnología como garantía de futuro
La concesión de este galardón ha dado la oportunidad a Simón de reflexionar sobre la situación de investigación en España, sobre la que ha opinado que "forma parte de los países con una visión cortoplacista en lo que se refiere a inversión, de forma que necesitamos un pacto por la ciencia que asegure estabilidad económica para investigar independientemente del color del gobierno central y autonómico".
“En aquellos países en los que existe una cultura científica cuyo modelo productivo se basa en la biotecnología y saben que la investigación es el motor del futuro, todo continuara igual y seguirán a la vanguardia siempre mejor situados ante cualquier crisis económica. En aquellos otros con una visión cortoplacista en los que se dice mucho pero se hace poco y cuando llega la crisis lo primero que se recorta es la investigación, continuaran importando y pagando por la tecnología necesaria para curar sus enfermos o crear sus empresas a los países que invirtieron en tecnología y conocimiento", explica el galardonado.
Carlos Simón afirma que es un error prescindir de las inversiones en investigación puesto que “lo que se recorta ahora se pagara mucho más caro en el futuro con la compra de tecnología, porque ningún país moderno puede funcionar sin ella. Lo ya invertido se desperdiciará, se perderán empleos de alta cualificación y nuestros mejores cerebros se marcharan.” Asimismo, el director científico del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) valora positivamente que existan buenos programas para retener talentos “como por ejemplo el Ramon y Cajal así como un conjunto de acciones dependiente de diversas entidades”. No obstante, considera que “falta rematar la jugada” creando programas competitivos a nivel internacional que permitan enraizar a nuestros mejores científicos en nuestros centros de investigación, hospitales y empresas privadas.