La Arrixaca adecúa sus instalaciones de resonancia magnética

El Consejo de Gobierno de la Región de Murcia ha aprobado la contratación de las obras para la adecuación de una sala para la implantación de un equipo de resonancia magnética en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca.

Así, el prsupuesto aprobado para la adecuación de las instalaciones hospitalarias asciende a un total de 723.844 euros, asignando asimismo un plazo de ejecución de seis meses.

Tal y como han señalado desde la Consejería de Salud de la Región de Murcia, la actuación en las instalaciones hospitalarias están incluidas en el programa establecido para ampliar las instalaciones del Hospital Virgen de la Arrixacao, situándose como la instalación sanitaria de referencia del área de salud I del Servicio Murciano de Salud (SMS).

Cabe destacar que el Hospital Virgen de la Arrixaca presta servicio a una amplia comarca que comprende los términos municipales de Murcia-Oeste, Alcantarilla, Alhama de Murcia, Mula, Pliego, Librilla, Albudeite y Campos del Río.

Materiales de neuroestimulación de Neurocirugía y Unidades del Dolor

Junto a la contratación de las mejoras en infraestructuras sanitarias, el Consejo de Gobierno murciano ha autorizado la contratación del suministro de sistemas implantables de neuroestimulación y bombas de infusión para Neurocirugía y Unidades del Dolor de centros sanitarios del Servicio Murciano de Salud.

Se trata de aparatos que se implantan de manera quirúrgica o percutánea en determinadas zonas de la anatomía humana para estimular eléctricamente el sistema nervioso tanto central como periférico.

La estimulación se emplea para el tratamiento de pacientes con determinados síndromes de dolor crónico sin posibilidad de tratamiento etiológico que no han respondido bien a tratamientos farmacológicos y otros tratamientos intervencionistas menos invasivos.

En total, para la compra la Consejería de Salud cuenta con un presupuesto de 8.120.470 euros y un plazo de dos años. Así, el objetivo de estos materiales busca mejorar la calidad de vida de los pacientes con dolor crónico, para lo que se bloquean lo más posible y de manera sostenida las vías nerviosas que recogen la sensibilidad dolorosa con el fin de disminuir la necesidad de tratamientos farmacológicos, sobre todo los opioides.