Una intervención novedosa para que la sangre llegue más allá de la obstrucción coronaria, mejorando el postoperatorio

La Jiménez Díaz añade la safenectomía endoscópica a su cartera de servicios
Gonzalo Aldámiz-Echevarría y Rafael Estefanía Hernández.


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La Fundación Jiménez Díaz ha incorporado a su cartera de servicios de Cirugía Cardiaca la safenectomía endoscópica, un novedoso procedimiento para la extracción de vena safena en pacientes sometidos a cirugía de revascularización coronaria. Esta técnica, que el hospital madrileño viene realizando de manera regular desde hace un año, mejora el postoperatorio del paciente y disminuye sus complicaciones.

La enfermedad coronaria es una de las patologías más frecuentes en el ámbito de la Cirugía Cardiaca, y puede abordarse con esta intervención en la que, mediante el uso de conductos arteriales y venosos del propio paciente, se realiza la llamada cirugía de derivación para que la sangre llegue más allá de la obstrucción coronaria”, afirma Gonzalo Aldámiz-Echevarría, jefe del Servicio de Cirugía Cardiaca del centro hospitalario.

Uno de los injertos más utilizados para la realizacion de los baipases es la vena safena interna, que debe ser extraída de la pierna durante la intervención. “Tradicionalmente -continua- es un procedimiento que requiere de una incisión extensa y que puede dar complicaciones en el postoperatorio, tales como infecciones, acorchamiento, dificultad en la cicatrización de la herida, o impotencia funcional”.

Frente a esta opción, el Servicio de Cirugía Cardiaca de la Fundación Jiménez Díaz lleva más de un año aplicando un novedoso procedimiento para la extracción de la vena safena en el que, como añade Rafael Hernández Estefanía, especialista del citado servicio, “a través de una pequeña incisión de 2 centímetros, se introduce un dispositivo que tiene una endocámara en su interior y que permite la disección roma de la vena sin dañarla”. Después, mediante un extractor, se consigue ligar las colaterales de la vena y extraerla íntegra a través de una pequeña incisión.

“Los resultados son muy satisfactorios. Con esta técnica hemos observado una reducción de las complicaciones, en comparación con el procedimiento clásico, y una mayor satisfacción por parte del paciente, no solo en términos de movilización, ya que se produce antes, sino también en relación con el aspecto estético, no exento también de importancia”, comenta por su parte Hernández quien, hasta la fecha, ha utilizado esta técnica en 35 pacientes.

“Es importante tener en cuenta que el procedimiento requiere de tiempo y que tiene una curva de aprendizaje exigente, pero los resultados avalan su uso de manera rutinaria en todos los pacientes en los que se indique”, asegura el especialista, apuntando que “la incisión, que antes era muy grande, ahora pasa a ser mínima”.

El Servicio de Cirugía Cardiaca de la Fundación Jiménez Díaz tiene por objetivo que la extracción de la vena safena se realice de manera endoscópica en la mayor parte de los pacientes intervenidos a las coronarias en el hospital. “Aunque procuramos utilizar el mayor número posible de injertos arteriales, es frecuente que el paciente requiera de algún conducto adicional; es en estos casos en los que este procedimiento minímamente invasivo resulta de gran utilidad”, apostilla Aldámiz-Echevarría.
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