Cantabria conectará a la sanidad privada con una pasarela de datos clínicos

La nueva hoja de ruta de la sanidad cántabra ya está escrita. Y es que el consejero de Salud, César Pascual, ha presentado el Plan de Salud de Cantabria 2025-2029, un proyecto a futuro que marcará un antes y un después en el sistema sanitario de la región que se suma al ya conocido Plan de Salud Digital 2024-2027.

Se trata de un documento, consensuado entre todos los agentes del Servicio Cántabro de Salud (SCS) y el resto de personas que conforman el panorama sanitario autonómico, que ha visto la luz tras muchos meses de trabajo. Un texto en el que se plantean iniciativas ambiciosas como el impulso de la creación de una plataforma digital segura que facilite la comunicación entre el SCS y las empresas privadas del sector salud con un fin: intercambiar datos relevantes sobre la salud de la población cántabra.

Además, el Plan pone encima de la mesa la definición de un programa de incentivos para profesionales sanitarios que trabajen en áreas rurales que incluya beneficios más allá de los meramente económicos, como carrera y desarrollo profesional, mejoras en las condiciones laborales y de vida, y apoyo a la integración comunitaria. Todo ello enmarcado en seis líneas estratégicas: salud en todas las políticas, salud de personas, salud compartida, salud cercana, salud de valor y salud de futuro.

Seis líneas estratégicas y un solo objetivo

La primera se centrará en establecer en Cantabria una gobernanza sanitaria clara, en la que se priorice la comunicación y la relación entre los distintos sectores. Para ello, será necesario reforzar la colaboración público-privada, aparte de fomentar la participación comunitaria y garantizar el equilibrio territorial entre las zonas urbanas y rurales.

Por su parte, en el eje 'salud de personas' se propone el impulso de la creación de una Carpeta de paciente que almacene toda la información abordada durante la consulta con el profesional de la salud en un lenguaje comprensible. Aparte de ello, el capítulo del texto deja claro que la Consejería de Salud desarrollará y aplicará estrategias para mejorar la relación médico-paciente con talleres de empatía y escucha activa o formaciones en toma de decisiones compartidas.

Dentro de esta línea se ahondará en la creación de una red de agentes comunitarios que vinculen los centros de salud y bienestar con las necesidades locales e incluso plantea redactar un Plan de Cuidados y un Plan de Humanización que incluyan el diseño de un nuevo modelo de atención a la cronicidad. A esto se suma el impulso de la participación comunitaria y la creación de programas de formación y certificación para agentes de salud comunitarias, dos acciones que demuestran el compromiso cántabro por tener en cuenta los determinantes sociales, económicos y culturales de la población.

Fortalecer la Atención Primaria

Sin duda, otro de los focos será el fortalecimiento de la Atención Primaria. En este sentido, el departamento de Pascual trabajará con vistas a la creación de un sistema integral de coordinación y comunicación entre los diferentes niveles asistenciales y agentes de salud, aparte de desplegar un programa de formación al personal sanitario para el uso efectivo de las herramientas digitales y el empleo de canales de atención. Como ejemplo, se desarrollarán programas de telemonitorización para pacientes con enfermedades crónicas.

Atraer talento joven a las zonas rurales también es una prioridad. En este caso, se intentará lograr mediante estrategias específicas que consigan que los MIR que acaban su residencia escojan Cantabria como destino de estabilidad. 

Eso sí, se tendrán que evaluar los resultados de salud que, al final, serán los que indiquen el éxito o fracaso de esta hoja de ruta de más de 170 páginas. Se hará con base en ciertos indicadores, que servirán de medición para cada uno de los objetivos planteados.

Evaluación del Plan de Salud de Cantabria 2025-2029

Para que se cumplan, el Comité Directivo del Plan, presidido por Pascual e integrado por altos cargos de la Consejería y el SCS, se encargará de proporcionar liderazgo estratégico y visión a largo plazo. Aunque no será su única tarea. También aprobará los planes anuales de implementación y los informes de progreso y tomará decisiones sobre la asignación de recursos y prioridades. 

Desde un punto de vista temporal, este mes ha terminado la fase de preparación, a la que seguirá la de despliegue progresivo (2025-2028). Durante este periodo, se desarrollarán de forma escalonada las acciones recogidas en las seis líneas estratégicas. La fase de consolidación y cierre, prevista para 2029, será el culmen del Plan, donde se realizará la evaluación pertinente.

Así, se intentará dar respuesta a tres grandes ejes de transformación, tal y como se refleja en el texto: el cambio de enfoque a una salud pública más transversal y comunitaria, la adaptación del sistema sanitario a la realidad actual y la digitalización y modernización del sistema de salud. Una respuesta basada en valores como la universalidad y la equidad, la calidad y la excelencia, la atención centrada en la persona, la investigación e innovación, el compromiso profesional, la prevención y promoción de la salud, la eficiencia y sostenibilidad y la transparencia y participación ciudadana.