El consejero de Sanidad aragonés resaltó los factores a eliminar para reducir las probabilidades de sufrir la enfermedad

Aragón logra reducir hasta un 39% las muertes por ictus
Sebastián Celaya, consejero de Sanidad de Aragón.


25 oct. 2017 12:20H
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POR REDACCIÓN
“El tabaco, una dieta deficiente y la inactividad física con los factores que más inciden en el riesgo de padecer un ictus. Por eso es importante promover hábitos de vida saludables entre la población, dado que el ictus es una enfermedad en la que existen factores potencialmente modificables”. Así lo ha asegurado este miércoles el consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, en su visita a la carpa que, con motivo del Día Mundial del Ictus, se ha instalado en la plaza de San Francisco de Zaragoza. “Estos factores, junto con la hipertensión, obesidad abdominal, diabetes mellitus, enfermedades del corazón y dislipemia, incrementan notablemente el riesgo”, ha indicado.

Alrededor de 2.800 pacientes con esta patología ingresan cada año en Aragón que, tras siete años de implantación del Plan de Atención Ictus, ha logrado un descenso en la mortalidad global del 34 por ciento en los hormbres y del 39 por ciento en las mujeres. A pesar de ello, las enfermedades cerebrovasculares continúan siendo la primera causa de muerte en términos generales, la primera en la mujer y la segunda en el varón.

Con la implantación del Código Ictus que acercó el tratamiento de la fibrinolisis intravenosa a todos los sectores sanitarios. Así, en el 2016 Alcañiz se sumó a la implantación del teleictus, el último sector pendiente de implantación. Durante el pasado año, 213 pacientes aragoneses en todo Aragón pudieron beneficiarse de este tratamiento con buenos resultados funcionales.

Asimismo, la última incorporación de tratamiento para el ictus en la comunidad, ha sido el neurointervencionismo, tratamiento que permite la extracción mecánica del trombo mediante un catéter introducido a través del sistema vascular, incorporado en la cartera de servicios de Aragón a finales de 2016 y del que se han beneficiado ya 113 pacientes.

Esta técnica cubre un grupo de pacientes que no respondían al tratamiento con fibrinolisis intravenosa por ser trombos de gran tamaño y permite además ofertar oportunidad de tratamiento a un mayor número de personas que no responden a la fibrinolisis o tienen alguna contraindicación para recibirla. Esta nueva incorporación está suponiendo una exigente organización para que el paciente que sea candidato a esta técnica llegue lo antes posible al Hospital Miguel Servet, centro de referencia de neurointervencionismo.

Asimismo, entre las medidas de mejora que se han ido implantando progresivamente, destacan las camas especializadas para los cuidados de los pacientes que han sufrido un ictus, que han demostrado la mejora en la supervivencia y la disminución de complicaciones durante el ingreso. Estas unidades disponen de monitorización de los pacientes y personal de enfermería especializado, que trabaja con protocolos de atención multidisciplinar. 
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