Coca-Cola (en la imagen, el director de Salud y Nutrición de su división en España y Portugal) se ha visto forzada a publicar las cantidades con las que ha venido subvencionando a lo largo de los últimos años a investigadores, universidades y sociedades médicas. No se trata de ayudas menores y, presumiblemente, tampoco desinteresadas. Al contrario, sorprende, por un lado, la cantidad de dinero en juego, y por otro lo focalizado de su inversión. Más de 12 millones de euros a lo largo de los cinco últimos años que han ido destinados en exclusiva a estudios sobre nutrición y metabolismo. Una cosa es apoyar a los investigadores y otra muy distinta fomentar una ciencia económicamente dependiente. Lo segundo arroja serias dudas sobre la objetividad, neutralidad y –en definitiva– validez de sus conclusiones.