El órgano culpa a los países de la propagación del virus del Ébola y de no haber seguido el reglamento internacional

La OMS creará un nuevo nivel de alerta de salud pública en infecciosas
Margaret Chan, presidenta de la OMS.


30 may. 2016 13:10H
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La 69 Asamblea Mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha acordado crear un nuevo nivel de alerta de salud pública ante una enfermedad infecciosa y ha culpado a los países de la propagación del virus del Ébola, al considerar que ha habido una "falta" de aplicación de su reglamento internacional.
 
Y es que, tras examinar el informe del Comité de Revisión sobre el papel del Reglamento Sanitario Internacional (RSI, por sus siglas en inglés) en el brote del ébola y en la respuesta que se ofreció a la alerta, los delegados de la OMS han asegurado que la propagación del virus no fue por culpa del reglamento, sino por la falta de aplicación de las directrices sanitarias por parte de los estados.
 
De hecho, han calificado a este reglamento de "inestimable" marco jurídico internacional porque, a su entender, proporciona la "columna vertebral" en la respuestas de salud pública. Por ello, la Asamblea ha solicitado que se realice una evaluación externa de las capacidades básicas que tiene un país para hacer frente a una alerta sanitaria.
 
Asimismo, los delegados han solicitado a la OMS desarrollar un plan global de ejecución de las recomendaciones del Comité de Revisión del RSI y examinar los nuevos enfoques que se propongan.


El órgano acuerda desarrollar sistemas de seguimiento de oferta y demanda de fármacos para evitar su escasez 


Estrategias globales en infecciosas
 
Del mismo modo, la Asamblea ha adoptado tres estrategias globales sobre el VIH, la hepatitis y las infecciones de transmisión sexual (ITS) para el periodo 2016-2021, en las que se destaca la necesidad de asegurar los tratamientos a todos los pacientes y van acordes con las metas establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
 
En concreto, la estrategia contra el VIH pretender acelerar "aún más" el acceso a la terapia antirretoriviral de todos los pacientes, así como aumentar la prevención y las pruebas con el fin de reducir a menos de 500.000 las muertes e infecciones relacionadas con esta enfermedad a menos de 500.000 y asegurar que no se produzca ninguna infecciones en los recién nacidos.
 
La estrategia de la hepatitis insta a reducir al 30 por ciento los nuevos casos de los virus B y C y al 10 por ciento la mortalidad en el 2020. Para ello, aboga por expandir los programas de vacunación de la hepatitis A, B y E; implantar medidas para prevenir la transmisión de madre a hijo de la hepatitis B; mejorar las inyecciones y la seguridad de las cirugías; y aumentar el acceso al tratamiento para los tipos B y C.

Respecto a las ITS, la OMS ha subrayado la importancia de ampliar la prevención, detección y vigilancia en adolescentes y poblaciones de riesgo, y ha destacado la necesidad de controlar la propagación y el impacto de la resistencia a los antibióticos.
 
Agentes no estatales
 
Por otra parte, la Asamblea Mundial de la OMS ha acordado, después de más de dos años de negociaciones intergubernamentales, la participación de agentes no estatales, denominado Fensa, en la estructura de su gobierno, con el fin de que se les proporcione políticas y procedimientos exhaustivos sobre relaciones con organizaciones no gubernamentales, entidades del sector privado, fundaciones filantrópicas e instituciones académicas.
 
El objetivo es reforzar el compromiso de la OMS con todas las partes interesadas y proteger la labor de conflictos de intereses, a través de un proceso estandarizado de diligencia debida y evaluación de riesgos. Además, Fensa facilitará un "mayor nivel" de transparencia y rendición de cuentas en las relaciones que la OMS mantenga con organismos no estatales.
 
En otro orden de cosas, los delegados han acordado desarrollar mecanismos para prevenir, evitar y reducir la escasez de medicamentos y vacunas como, por ejemplo, crear sistemas de notificación y seguimiento de la oferta y la demanda, mejorar la gestión financiera de los sistemas de contratación y la accesibilidad de las negociaciones de precios y del licenciamiento voluntario u obligatorio de los fármacos más caros.
 
Y es que, tal y como se ha puesto de manifiesto en la Asamblea, el acceso a los medicamentos y vacunas es una de las piedras "angulares" de la cobertura sanitaria universal y es "fundamental" para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con a salud.
 
"El desabastecimiento y la escasez han ido aumentado en los últimos años en la mayor parte del mundo, incluyendo antibióticos, anestésicos, medicamentos de quimioterapia y otros fármacos esenciales. Benzatina penicilina, un antibiótico usado para tratar la sífilis congénita y la cardiopatía reumática, ha sido una penuria crónica desde hace varios años", han recordado los delegados.
 
Los productos sanitarios más susceptibles a la escasez son los que están fuera de patente, difíciles de formular, tienen una vida útil corta, los realizan un pequeño número de fabricantes, su volumen de mercado es bajo, cuentan con una mala visibilidad de la demanda y su reducción de precio es demasiado agresiva.
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