La patología degenerativa, traumática, tumoral e infecciosa son las enfermedades que más se pueden beneficiar de esta técnica



28 nov. 2014 18:25H
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Redacción. Madrid
La cirugía mínimamente invasiva en las patologías de la columna vertebral reduce el número de complicaciones, las infecciones, el dolor postoperatorio y evita que se produzcan trombosis venosas, según ha asegurado este viernes el director de la Unidad de Neurocirugía de la Clínica La Luz de Madrid, Francisco Villarejo.

De izda. a dcha.: Fernando Carceller, Francisco Villarejo y Marcelo Budke.

El experto se ha pronunciado así con motivo de la celebración del XII Simposium Internacional de Patología de la Columna Vertebral, que se celebra en Madrid. Allí, Villarejo ha explicado que las enfermedades que más se pueden beneficiar de esta técnica son la patología degenerativa, traumática, tumoral e infecciosa.

"La cirugía mínimamente invasiva tiene menos complicaciones, menos riesgo de infecciones, de trombosis venosas y, además, disminuye el tiempo de recuperación del paciente. Asimismo, o no hay incisiones en la piel o, si las hay, son de dos centímetros como mucho", ha recalcado, para alertar del incremento de los problemas que afectan a la columna vertebral derivados del progresivo envejecimiento de la población.

Y es que, a partir de los 25 años los discos de la columna comienzan a envejecer de forma paulatina y a perder elasticidad. De hecho, a los 80 años todas las personas suelen sufrir alguna dolencia asociada a la columna vertebral. "A partir de los 65 años, la estenosis de canal lumbar, las hernias discales, los tumores en la columna vertebral y las fracturas vertebrales causadas por osteoporosis son las dolencias más comunes en la tercera edad y figuran como la segunda causa de enfermedad crónica en este colectivo", ha apostillado.

Patología degenerativa

En este sentido, el doctor Villarejo ha aportado datos de un estudio realizado a 300 pacientes con estenosis de canal de más de 65 años operados entre los años 2008 y 2013. El cien por cien de ellos tenía dolor lumbar; el 85 por ciento, dolor en la pierna; el 95 por ciento, claudicación neurógena, y el 15 por ciento, problemas para orinar.

A 175 de los pacientes que participaron en el estudio se les operó de un nivel y a 125 de dos niveles. La cirugía en el primer grupo duró 45 minutos y en el segundo 60 minutos y todos ellos fueron dados de alta a las 48 horas.
Los resultados han sido calificados por Villarejo de "espectaculares" ya que, tal y como ha explicado, el 80 por ciento pudieron caminar "mucho mejor", a los cinco años el índice de satisfacción fue también del 80 por ciento y el 90 por ciento mejoraron los síntomas.

Asimismo, en hernia discal el experto ha asegurado que, en otro trabajo, se ha mostrado que entre el 5 y el 7 por ciento de los pacientes que se operan por esta patología degenerativa son personas mayores de 65 años, especialmente mujeres.

"Es muy importante entre los factores etiológicos la obesidad, el sedentarismo, el tabaco y los factores genéticos", ha recalcado. Dicho esto, Villarejo ha señalado que Europa está a la vanguardia en el uso de los espaciadores en las hernias discales.

80.000 personas sufren fracturas de compresión vertebral

Por su parte, el doctor del servicio de Neurocirugía de la Clínica la Luz Marcelo Budke ha comentado que en España hay 80.000 personas que sufren fracturas de compresión vertebral, una enfermedad que causa deformidad en la curvatura de la columna, provoca pérdida de la altura de los cuerpos vertebrales y de los discos  y, posibilita la aparición de nuevas fracturas.

En estos casos, los enfermos también pueden ser tratados con técnicas mínimamente invasivas como la vertebroplastia y cifoplastia, basadas en la introducción de cemento óseo en la vértebra fracturada, una técnica llamada elastoplastia.
"Se trata de realizar una cirugía de vertebroplastia o de cifoplastia pero utilizando como relleno un nuevo cemento vertebral, un tipo de silicona flexible y elástica que al ser inyectada en las vértebras fracturadas causa un alivio inmediato y significativo del dolor, estabilizando la vértebra fracturada y evitando el surgimiento de nuevas fracturas en las vértebras adyacentes. Asimismo, reduce el tiempo quirúrgico, ya que la intervención no supera los 30 minutos,  y posibilita que los pacientes puedan ser dados de alta a las 24 horas de la cirugía", ha indicado Budke.

La microcirugía ha cambiado el planteamiento quirúrgico en espina bífida

Finalmente, el doctor del servicio de Neurocirugía de La Paz Fernando Carceller ha afirmado que la microcirugía ha modificado el planteamiento quirúrgico de la espina bífida. En concreto, ha explicado que el tratamiento quirúrgico de los anclajes medulares secundarios a lipomas o fibrosis del filum terminal pueden realizarse usando técnicas endoscópicas.

Este tipo de anclaje del filum terminal encuadrado dentro de la espina bífida cerrada/oculta, prosigue, puede originar síntomas de disfunción médulorradicular, pudiendo causar pérdida de control de esfínteres y cuadros de dolor lumbar y ciática. Además, otras formas más graves de anclaje medular radicular distal secundario al desarrollo de lipomielomeningoceles en la espalda pueden tratarse "eficazmente" en etapas precoces de la vida utilizando técnicas microquirúrgicas.

"El objetivo de la cirugía es liberar la médula espinal y las raíces de la formación lipomatosa. Extirpando los componentes lipomatosos, la médula y las raíces quedan libres, mejorando su funcionamiento y evitando el deterioro progresivo que puede producirse en etapas de crecimiento de los niños, afectando gravemente al control de los esfínteres y a los miembros inferiores que pueden sufrir deformidades, pérdidas de movimiento y sensibilidad", ha zanjado Carceller.
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