El nuevo presidente de Metges de Catalunya, Josep Maria Puig, apuesta por trabajar con los colegios

"Los políticos deben ver a los médicos como socios, no como empleados"
Josep Maria Puig, nuevo secretario general del sindicato Metges de Catalunya.


17 jun. 2016 10:20H
SE LEE EN 10 minutos
Josep Maria Puig es el nuevo secretario general del sindicato Metges de Catalunya, tras un proceso electoral en el que su candidatura, ‘Obrint Portes’ (abriendo puertas), se ha impuesto por un 80 por ciento de los votos a la anterior directiva; una victoria clara que él define “como ganar una final de la Champions League por cuatro a uno”. Puig apuesta por la mano tendida y reclama que los médicos trabajen de igual a igual con los gestores políticos y económicos en la definición de la sanidad catalana.

Su candidatura se ha impuesto a la de Francesc Duch por un margen muy amplio, ¿qué cree que han valorado los afiliados para apostar tan firmemente por ustedes?

La forma en la que se ha enfocado la estrategia del sindicato hasta ahora ha dado resultados poco satisfactorios. Se ha utilizado un modelo de relación con la política y las patronales que puede entenderse por el hostigamiento al que nos hemos visto sometidos, pero que no ha dado resultados. En este sentido, nosotros apostamos por una aproximación distinta, aunque solo sea por estrategia; para ver si cambiando de política obtenemos algo más tangible para la profesión médica. Yo creo que esto es lo que ha hecho que mucha gente se haya decantado por cambiar la dirección del sindicato.

Ha sido una victoria muy contundente, pero ha votado poco más del 5 por ciento del censo de afiliados. ¿Prevén alguna medida para tener procesos electorales más participados?

Sí, y lo tenemos fácil. Las elecciones han estado condicionadas por unos estatutos escritos en unos años en los que todo funcionaba de una manera bastante distinta. El sindicato ha crecido muchísimo desde entonces, se ha multiplicado por cuatro, y ahora tenemos unas tecnologías que por aquel entonces ni se pensaban.

La votación era en una sola urna en Barcelona cuando tenía que venir gente de toda Cataluña. En segundo lugar, se realizaba el congreso en día laboral. Habrá que cambiar la fecha en la que se celebra el congreso y, sobre todo, habrá que introducir el voto por correo y telemático. Hoy en día todos los colegiados tenemos un carnet con firma electrónica y esto hace muy fácil garantizar el ‘una persona un voto’. Implementar todo esto hará que la participación en el próximo congreso se dispare. Esto es un compromiso clarísimo que tenemos.

¿Dentro de la nueva estrategia de la que hablaba, que líneas concretas va a seguir la nueva directiva de Metges?

La nueva filosofía es buscar aliados, aunque estén en campos y en planteamientos políticos distintos. Nosotros estamos bajo el paraguas de los colegios de médicos y tenemos que conseguir que nuestra relación sea excelente, independientemente de las diferencias que tengamos. Hay que evitar los personalismos y las pugnas que hacen que el colectivo no camine unido. Del mismo modo, los políticos no son nuestros enemigos; son unos gestores a los que hay que convencer de lo que queremos y hacia donde tenemos que ir.


"A veces se responde muy deprisa a otras profesiones, sin matices, lo que acaba con la predisposición para llegar a acuerdos"


La crítica destructiva no nos lleva a nada. El enfrentamiento con otras profesiones, como la enfermería, con todos los problemas surgidos a raíz del decreto de prescripción, tampoco. A veces se responde muy deprisa y descalificando a la otra parte sin ningún matiz, lo que acaba con su predisposición para llegar a acuerdos, y terminamos en una pelea de todos contra todos. Nosotros nos presentábamos bajo el nombre de ‘abriendo puertas’. La segunda parte sería ‘cerrando heridas’.

Piden nuevos cauces de diálogo con la administración, pero, ¿hay margen para que ese diálogo se traduzca en medidas concretas con una situación como la actual, con los presupuestos prorrogados?

Poco. La situación está muy envenenada. Prorrogar los presupuestos ha sido una de las peores noticias políticas del año. Había 3.500 millones de euros que se ponían encima de la mesa para políticas sociales con el nuevo presupuesto. Es una situación vergonzosa. A lo largo de este año lo único que nos queda es aguantar, porque mejoras va a ser muy, muy difícil que haya.

¿Hay margen para otros acuerdos? Ustedes también vienen reclamando un convenio propio para la medicina.

El convenio propio para la profesión médica es un mantra que venimos repitiendo desde hace muchos años. Pero no nos referimos solo a los aspectos laborales, como permisos, salario, horarios…, ya que nuestra profesión implica muchos aspectos de gestión.

El coste del cuerpo médico dentro del Sistema Nacional de Salud es de alrededor del 15 por ciento, pero de los médicos depende la ejecución del 80 por ciento de ese presupuesto. No queda más remedio que vernos como gestores. Tendría que vérsenos más como socios que como empleados.

Lo que buscamos va más allá de lo que significa un convenio. Tenemos que tener una interlocución directa con los poderes públicos. Tenemos que trabajar de la mano con los responsables políticos y económicos, de igual a igual. No puede ser que alguien  te diga qué es lo que tienes que hacer, cuándo y  cómo lo tienes que hacer, cuando la responsabilidad y la formación es tuya. Hay que implicar a los médicos.

¿Cómo está afectando la situación política y el ejercicio de la medicina?

Es una pregunta muy delicada. A mí no me cuesta nada expresar mi visión política, pero represento a un colectivo muy heterogéneo, con visiones políticas muy diversas. Hablando en nombre del sindicato, lo único que puedo pedir es que los avatares políticos incidan lo mínimo en la marcha de la sanidad. Independentistas o no independentistas, estamos de acuerdo en una sanidad pública y de calidad. Desde el sindicato nos vamos a esforzar en que eso se cumpla, al margen de las tensiones políticas.   

¿Qué posición tiene la nueva directiva de Metges al respecto de la jubilación forzosa?


"La jubilación forzosa es un derroche, gente en plena forma debe dejar de atender enfermos y de formar a nuevos especialistas"


Los médicos somos los que perdemos más porcentaje con respecto a nuestros ingresos cuando nos jubilamos. En otros estamentos esta diferencia es menor y, por tanto, el estímulo para quedarse trabajando es nulo. A este aspecto se suman los proyectos, investigaciones o el seguimiento a los pacientes, para hacer que los médicos quieran seguir. El envejecimiento de las plantillas es un problema para las empresas sanitarias, que están viendo que se está quedando gente que no quiere jubilarse.

Pero por otro lado, la jubilación a los 65 obligatoria me parece una discriminación. Es inconstitucional. No puede ser que la mayoría pueda jubilarse cuando quieran y a unos cuantos se les obligue por ley. Independientemente del aspecto jurídico, me parece un derroche que gente en plena forma, con talento y con proyección internacional, deje de atender a enfermos y de formar a nuevos especialistas.

Pero, ¿cómo se combina eso con dejar paso a todos los residentes? La plantilla de Catsalut envejece y, al mismo tiempo, Cataluña es una de las comunidades que más certificados de idoneidad expide para que sus médicos jóvenes se vayan al extranjero a trabajar.

Es un conflicto de intereses muy difícil de resolver. Los médicos jóvenes se han formado y ha representado un esfuerzo personal y un gasto para el país al que hay que sacar rendimiento. Es la cuadratura del círculo entre los intereses individuales de alguien que ya está trabajando y que aporta al sistema, y los intereses colectivos de renovación. A medio plazo esto solo lo podrá solucionar la planificación, calcular las necesidades de población.

En España tenemos 44 facultades de Medicina. Somos el segundo país del mundo con mas, después de Corea del Sur. La creación de algunas de estas facultades ha atendido a criterios políticos, porque no había necesidad de ellas. Si estamos formando más médicos de los que necesitamos, tenemos un problema de planificación. Es un problema que han creado los políticos y es muy difícil de resolver.

Antes apuntaba el enfrentamiento entre medicina y enfermería. En Cataluña se está tramitando una Ley para corregir el Real Decreto de Prescripción. ¿Cómo lo valoran?

La prescripción siempre viene detrás de un diagnóstico y el diagnóstico es prerrogativa del médico. No es una cuestión de clasismo ni de elitismo, sino de formación. Esto no es en demérito de nadie: si a mí me ponen a trabajar en una planta como enfermero, voy a cometer errores porque no me he formado para eso.


Sobre la prescripción enfermera: "Alguien está poniendo sobre sus espaldas algo para lo que no están preparadas científicamente"


Se está intentando atender a la población con menos médicos y que el exceso de carga no reviente el sistema, por eso esto ha pasado a Enfermería. Pero es una chapuza. Las enfermeras no son responsables de esta situación, pero alguien está poniendo sobre sus espaldas algo para lo que no están preparadas científicamente, ni cubiertas desde el punto de vista legal. Alguien ha creado un problema donde no lo había.  

¿Qué relación va a tener la nueva directiva de Metges con la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM)?

Hemos concertado una entrevista en un par de semanas en Madrid para conocer a la nueva ejecutiva del CESM y buscar puntos comunes de acción. Tenemos los mismos intereses, somos médicos, nos preocupan las mismas cosas, tenemos la misma cultura… así que mantendremos la integración plena y la sintonía que ya había con el anterior presidente de CESM [Albert Tomàs], que era de Metges de Catalunya.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.