"Los MIR se sobrecogen con la muerte, pero los médicos la han normalizado"

Una neuróloga ha utilizado sus redes sociales para plasmar uno de los momentos más duros a los que se enfrenta un sanitario a lo largo de su carrera y de la manera en la que estos "normalizan la muerte". La facultativa reflexiona sobre ello a raíz de la actitud y preguntas que le realizaban dos nuevas residentes MIR en su hospital. 

"He tenido el privilegio de acompañarlas en sus primeros días y en sendas primeras guardias, y su actitud me ha hecho reflexionar: se sobrecogen con la muerte", escribía, y afirmaba que durante esos días las residentes han visto morir a varios pacientes suyos y "acompañarme a la cosa más putamente dura y difícil de esta profesión". 

"He tenido que dar noticias pésimas, preparar ante el desenlace inminente, mitigar las falsas esperanzas, empezar a acompañar en el duelo que venía", afirmaba la sanitaria antes de reconocer que "durante ese proceso las residentes se han estremecido, han temblado y han compartido con ella su conmoción". Una de las preguntas que más realizaban las residentes a la neuróloga es "si el paciente se iba a morir", tal y como ella misma cuenta en su texto de Twitter. "Me han dicho, concisas y certeras, que es increíble cómo normalizamos esto con el paso de los años", relata. 

Y ellas se han estremecido, han temblado, han compartido conmigo su conmoción: "¿Se va a morir?" Han preguntado. Y me han dicho, concisas y certeras, que es increíble cómo normalizamos esto con el paso de los años. ->

— Lina C.B. (@LinaCB3) August 9, 2021

"Es increíble cómo normalizamos la muerte con los años"

La facultativa reconoce que "es verdad". "Llevo apenas cinco años ejerciendo, y la muerte ya me es cotidiana, son compañeros de viaje", escribe, y reconoce que antes estas situación lo único que pueden hacer es "coger una mano, sonreír, poner un mórfico bien puesto y asegurar una y mil veces al familiar que su madre está tranquila, que no sufre". 

Por último, la sanitaria reconoce que "hay días que pagaría por bajar el volumen de mi empatía", porque tras cinco años en la profesión, "todavía no tiene callo". "Quiero pensar que ese cariño y ese acompañamiento sirven para algo", escribe. 

Ante ellos, hay veces que sólo podemos coger una mano, sonreír, poner un mórfico bien puesto (el mínimo y suficiente) y asegurar una y mil veces al familiar que su madre está tranquila, que no sufre. Que los pacientes neurológicos mueren "sedados de forma natural". Que no duele->

— Lina C.B. (@LinaCB3) August 9, 2021