El pasado 15 de marzo España anunciaba que
suspendía la vacunación frente al Covid-19 con el fármaco de AstraZeneca. Una decisión que llegaba horas después de que Alemania, Francia e Italia decidieran también paralizar la administración de dicha vacuna por la aparición de trombos.
La decisión de frenar la vacunación con este fármaco provocó un aluvión de críticas y, desde entonces, científicos y sanitarios intentan llamar a la calma haciendo especial hincapié en que los casos de trombosis notificados tras las dosis de la
vacuna de AstraZeneca “no tienen una relación causal”.
“Las personas que han sufrido coágulos tras la vacunación no es un número mayor a las personas que los sufren y no han sido vacunados”, explica Joan Pons, enfermero en Reino Unido a través de un vídeo publicado en sus redes sociales.
“Estoy seguro que si dentro de seis meses hacemos un estudio con todas la personas vacunadas, muchas habrán desarrollado enfermedades de todo tipo pero eso no quiere decir que vengan por la vacuna”, asegura Pons a
Redacción Médica. “La gente tiene que entender que
la vacuna no es el Santo Grial, no nos protege de todas las enfermedades. Solo contra el coronavirus”, reflexiona el enfermero.
"Si miramos los datos, no hay motivos para alarmarse", insiste el sanitario. "Personalmente creo que hay más motivos políticos para tomar esta decisión que otras cuestiones", continua antes de recalcar que "la vacuna Covid de AstraZeneca es segura". "Hay muchos otros fármacos menos seguros que esta vacuna, no ponerla es lo realmente peligroso", asegura.
"Lo que preocupa ahora es el miedo que se ha generado en la gente. Se volverá a reanudar la vacunación con AstraZeneca, pero la confianza de las personas en la vacuna se ha perdido y eso es el verdadero problema", comenta Pons. "En Europa somos privilegiados porque tenemos además de AstraZeneca otras vacunas, pero en otros países no y no se puede ir generando ese miedo", afirma.
Frenar la vacuna Covid: ¿cuántas vidas costará?
Deborah García, divulgadora científica, también ha utilizado sus redes sociales para aclarar el por qué de la suspensión de la vacuna de AstraZeneca y los posibles escenarios que pueden darse tras el estudio de la relación de la vacuna con la trombosis. “No hay relación. Y se retomará la vacunación con AstraZeneca”, escribía en primer lugar.
“Hay relación causal pero los eventos tromboembólicos son infrecuentes. Esto significa que los riesgos del medicamento son menores que los beneficios para la mayoría de la población”, continuaba como segunda posible escenario. Y como tercera posibilidad “que exista relación y se suspenda definitivamente la vacunación con este fármaco”.
Sin embargo, García se pregunta
“¿cuántas vidas costará dejar de vacunar durante dos semanas?”, aclarando que “los episodios de enfermedad tromboembólica venosa afectan a 2 de cada 1.000 personas” y “de entre 5.000.000 de dosis de vacuna AstraZeneca administradas se han notificado unas 30 trombosis”.
A esta opinión se han sumado otros sanitarios de diferentes ámbitos que reconocen que “familiares que se han vacunado de Astrazeneca, han pasado de la felicidad por vacunarse, a las dudas sobre ponerse la segunda dosis”. Mientras otros recalcan los efectos de la
pastilla anticonceptiva, “la vacuna no me la pongo pero dame las anticonceptivas que me las voy a tomar como me dice mi vecina”, escribía otro usuario.
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