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16 mar. 2023 15:46H
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MADRID, 16 (EUROPA PRESS)

Un estudio llevado a cabo por investigadores de las universidades de Bristol y Oxford, y que se ha presentado en el Congreso de la Asociación Europea de Urología (EAU) en Milán (Italia) y publicado en el 'New England Journal of Medicine', ha evidenciado que retrasar el tratamiento del cáncer de próstata localizado no aumenta el riesgo de mortalidad.

Aunque los hombres que se sometían a un control activo, que implica pruebas periódicas para controlar el cáncer, tenían más probabilidades de verlo progresar o propagarse que los que recibían radioterapia o cirugía, esto no redujo su probabilidad de supervivencia.

Asimismo, el estudio también ha mostrado que los impactos negativos de la radioterapia y la cirugía en la función urinaria y sexual persisten mucho más tiempo de lo que se pensaba anteriormente, hasta 12 años. Los hallazgos señalan que las decisiones de tratamiento después del diagnóstico de cáncer de próstata localizado de riesgo bajo e intermedio no necesitan apresurarse.

"Está claro que, a diferencia de muchos otros tipos de cáncer, un diagnóstico de cáncer de próstata no debe ser motivo de pánico ni de tomar decisiones apresuradas. Los pacientes y los médicos pueden y deben tomarse su tiempo para sopesar los beneficios y los posibles daños de los diferentes tratamientos sabiendo que esto no afectará negativamente su supervivencia", han comentado los expertos.

El ensayo se ha llevado a cabo en nueve centros del Reino Unido y es el estudio de mayor duración de este tipo. Es el primero en evaluar completamente tres opciones principales de tratamiento: monitorización activa, cirugía (prostatectomía radical) y radioterapia con hormonas para hombres con cáncer de próstata localizado.

Entre 1999 y 2009, 1.643 hombres de 50 a 69 años en todo el Reino Unido, a quienes se les diagnosticó cáncer de próstata localizado después de un análisis de sangre de PSA, aceptaron ser aleatorizados para recibir seguimiento activo (545), prostatectomía radical (553) o radioterapia radical (545). El equipo de investigación siguió a los hombres durante una media de 15 años para medir las tasas de mortalidad, la progresión y propagación del cáncer, y el impacto de los tratamientos en la calidad de vida.

Así, descubrieron que alrededor del 97 por ciento de los hombres diagnosticados con cáncer de próstata sobrevivieron 15 años después del diagnóstico, independientemente del tratamiento que recibieron. Alrededor de una cuarta parte de los hombres en seguimiento activo aún no habían recibido ningún tratamiento invasivo para su cáncer después de 15 años.

Los pacientes de los tres grupos informaron una calidad de vida general similar, en términos de su salud mental y física general, si bien se descubrió que los efectos negativos de la cirugía o la radioterapia en la función urinaria, intestinal y sexual persisten mucho más tiempo de lo que se pensaba.

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