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8 jun. 2020 13:39H
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MADRID, 8 (EUROPA PRESS)

El ADN de un virus dejado en la barandilla de una cama de hospital se encontró en casi la mitad de todos los sitios muestreados a través de una sala en 10 horas y persistió durante al menos cinco días, según un nuevo estudio de la University College London y el Hospital Great Ormond Street (Reino Unido).

El estudio, publicado en la revista 'Journal of Hospital Infection', tenía como objetivo simular de manera segura cómo el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, puede propagarse a través de las superficies de un hospital.

En lugar de utilizar el virus del SARS-CoV-2, los investigadores replicaron artificialmente una sección de ADN de un virus que infecta a las plantas, que no puede infectar a los seres humanos, y lo añadieron a un mililitro de agua en una concentración similar a las copias del SARS-CoV-2 que se encuentran en las muestras respiratorias de los pacientes infectados.

Los investigadores colocaron el agua que contenía este ADN en el pasamanos de una cama de hospital en una habitación de aislamiento, es decir, una habitación para pacientes de mayor riesgo o infectados, y luego tomaron muestras de 44 sitios en toda una sala de hospital durante los cinco días siguientes.

Después de 10 horas, el material genético sustitutivo se había extendido al 41 por ciento de los sitios muestreados en la sala del hospital, desde las barandillas de las camas hasta las manijas de las puertas, los apoyabrazos en la sala de espera y los juguetes y libros de los niños en el área de juegos. Esto aumentó al 59 por ciento de los sitios después de tres días, cayendo al 41 por ciento en el quinto día.

"Nuestro estudio muestra el importante papel que juegan las superficies en la transmisión de un virus y lo crítico que es adherirse a una buena higiene y limpieza de las manos. Nuestro sustituto fue inoculado una vez en un solo lugar, y se propagó a través del contacto de las superficies por el personal, los pacientes y los visitantes. Sin embargo, una persona con SARS-CoV-2, se propagará el virus en más de un sitio, a través de la tos, los estornudos y el contacto con superficies", comenta una de las líderes del trabajo, Lena Ciric.

La mayor proporción de sitios que dieron positivo para el sustituto procedía de la zona de espacio de cama inmediata, incluida una habitación cercana con varias camas más, y de zonas clínicas como las salas de tratamiento. En el tercer día, el 86 por ciento de los sitios muestreados en las áreas clínicas resultaron positivos, mientras que en el cuarto día, el 60 por ciento de los sitios muestreados en el área de espacio de cama inmediata resultaron positivos.

"La gente puede infectarse con COVID-19 a través de las gotas respiratorias producidas durante la tos o el estornudo. Igualmente, si estas gotas caen sobre una superficie, una persona puede infectarse después de entrar en contacto con la superficie y luego tocarse los ojos, la nariz o la boca", detalla otra de las autoras, Elaine Cloutman-Green.

Al igual que el SARS-CoV-2, el sustituto que utilizaron para el estudio podría eliminarse con una toallita desinfectante o lavándose las manos con agua y jabón." La limpieza y el lavado de manos representan nuestra primera línea de defensa contra el virus y este estudio es un recordatorio significativo de que los trabajadores de la salud y todos los visitantes de un entorno clínico pueden ayudar a detener su propagación a través de una estricta higiene de las manos, la limpieza de las superficies, y el uso adecuado de equipos de protección personal (EPI)", concluyen los autores.

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