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3 feb. 2020 14:56H
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MADRID, 3 (EUROPA PRESS)

El inicio de intervenciones efectivas en las fases iniciales de la sintomatología psicótica mejora el pronóstico y consigue la recuperación social de entre un 50 y un 55 por ciento de las personas que la padecen, según se ha puesto de manifiesto en la séptima edición del 'Meet The Expert', organizado por la Alianza Otsuka-Lundbeck.

"Al igual que en otras disciplinas médicas, como la Cardiología o la Oncología, en Salud Mental también estamos convencidos, y así lo corroboran los estudios, de la importancia de detectar cuanto antes e intervenir de forma temprana en psicosis. Y lo que tenemos que hacer ahora es optimizar las intervenciones para que sean las que realmente necesitan nuestros pacientes y poder dar la calidad adecuada. Y es que estamos ante una patología que si no se trata adecuadamente lleva asociado un alto grado de discapacidad", ha explicado el coordinador de esquizofrenia del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam), Benedicto Crespo-Facorro.

Al respecto, el director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón y presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría, Celso Arango, ha subrayado que, dada la alta incidencia de los trastornos psicóticos en la población, especialmente entre los jóvenes, debe ser prioritario desarrollar estrategias terapéuticas que impulsen una reducción del tiempo que transcurre entre los primeros síntomas y el primer contacto terapéutico, con el objetivo de mejorar el pronóstico, reducir el deterioro funcional y cognitivo, y conseguir una más rápida recuperación, un mejor desarrollo psicológico y social, y una menor interrupción de los estudios y la vida laboral de los pacientes.

Y es que, la psicosis suele debutar antes de los 35 años y se estima que en España entre el 3 y el 4 por ciento de la población sufrirá un trastorno psicótico a lo largo de su vida. En este sentido, el mayor factor de riesgo es el genético, dado que la heredabilidad de este trastorno es del 70 por ciento aproximadamente.

"A modo de ejemplo, de las personas que tienen la mutación genética 22q11f el 50 por ciento va a tener síntomas psicóticos y el 20 por ciento va a tener esquizofrenia a lo largo de su vida. Además, están los factores ambientales. Entre otros, sabemos que el trauma y el abuso infantil, el acoso escolar o el consumo de cannabis, sobre todo en la adolescencia, pueden aumentar el riesgo de psicosis", ha avisado el doctor Arango.

Dicho esto, el experto ha informado de que la prevención primaria consiste en reducir los factores de riesgo que aumentan la incidencia y, por tanto, que no aparezca una enfermedad o trastorno. Por ejemplo, si se erradica el consumo de cannabis, habrá entre un seis y un ocho por ciento menos de psicosis. Asimismo, la prevención secundaria es la que se lleva a cabo una vez que se ha tenido el primer episodio psicótico y que ambos expertos coinciden en que es crucial, sobre todo destacan la intervención temprana.

REDUCCIONES "MUY SIGNIFICATIVAS" EN EL NÚMERO DE RECAÍDAS

"Los primeros años tras la aparición de los síntomas psicóticos son un período crítico para la evolución de la enfermedad. Si en esta fase inicial somos capaces de tratar adecuadamente al paciente, evitando recaídas y fomentando la recuperación de sus actividades habituales, podremos augurar un mejor curso de la enfermedad y al contrario", ha recalcado el doctor Crespo-Facorro.

De hecho, los dos expertos han puesto de relieve la eficacia y coste eficiencia de esta intervención temprana. Así, mientras que el doctor Crespo-Facorro ha indicado que la intervención temprana en psicosis ha demostrado reducciones "muy significativas" en el número de recaídas, los ingresos hospitalarios, los casos de suicidio, así como una mejor calidad de vida de las personas; el doctor Arango ha llamado la atención sobre el ahorro económico que conlleva para el sistema público.

Pese a estos beneficios clínicos y sociales, en España sólo un 32 por ciento de la población de riesgo tiene acceso a un programa de intervención temprana en psicosis. "Una situación ante la que los doctores inciden en que uno de los grandes retos que tenemos en nuestro país es el desarrollo de una estrategia de salud mental a nivel nacional y la educación social y sanitaria para que se reconozca la trascendencia que tienen la prevención e intervención temprana en psicosis", ha apostillado.

ADHERENCIA AL TRATAMIENTO Y RIESGO DE RECAÍDAS

Para mejorar el pronóstico de los trastornos psicóticos el cumplimiento del tratamiento es otro factor clave. "La intervención temprana ha de ir primero encaminada a conseguir una buena respuesta de la medicación, de manera que la misma consiga reducir los síntomas psicóticos y con una mínima dosis eficaz de tratamiento se reduzca la aparición de efectos secundarios. Un equilibrio necesario para que la persona no lo abandone y aumente como consecuencia el riesgo de recaídas", ha recalcado Crespo-Facorro.

Sin embargo, como ha asegurado el doctor Arango, es "difícil" conseguir esta adherencia dado que, al estar fuera de la realidad, la persona no percibe que lo que está pasando es producto de la psicosis, está absolutamente convencida de que las voces son reales, los delirios son ciertos y no considera que necesite tratamiento.

"El tiempo que dure el episodio psicótico o que la persona esté con síntomas activos es un factor determinante de mal pronóstico, más que el número en sí que tenga de recaídas. Por tanto, tenemos que detectar la recaída lo antes posible, tratarla para que se reduzcan los síntomas cuanto antes mejor y prevenir que vuelva a pasar", ha enfatizado Crespo-Facorro.

Por último, los doctores han insistido en en que hay que desarrollar un programa de ámbito nacional, que guíe las actuaciones que las comunidades autónomas pueden desarrollar en prevención e intervención temprana en psicosis según sus competencias en este ámbito.

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