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19 ene. 2023 16:26H
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MADRID, 19 (EUROPA PRESS)

Si las empresas farmacéuticas compartieran con la comunidad mundial sus derechos de propiedad intelectual sobre las vacunas, podrían salvarse millones de vidas en futuras pandemias, según un nuevo documento del que son coautores profesores de la Universidad de Binghamton, en Nueva York (Estados Unidos), publicado en 'BMJ Global Health'.

Hasta la fecha, más de 6 millones de personas han muerto a causa de la pandemia Covid-19 y algunos estiman que la crisis cuesta al mundo 375.000 millones de dólares mensuales. Además, algunos estiman que la probabilidad de que se produzca otra pandemia tan perturbadora como la Covid-19 o peor es de alrededor del 22-28 por ciento en los próximos 10 años.

Jefes de Estado y organizaciones de todo el mundo han acordado reforzar el Reglamento Sanitario Internacional (un instrumento jurídico internacional que contempla medidas para prevenir la propagación transnacional de enfermedades infecciosas) y debatir un instrumento potencialmente vinculante desde el punto de vista jurídico que fijaría objetivos y responsabilidades para las diversas partes implicadas en la preparación y respuesta ante una pandemia.

Sin embargo, el tratado propuesto no aborda los regímenes internacionales y nacionales de propiedad intelectual (patentes, derechos de autor, diseños industriales, secretos comerciales y derechos sobre los datos) que repercuten negativamente en el acceso equitativo a las tecnologías sanitarias para pandemias.

Nicole Hassoun, catedrática de Filosofía de la Universidad de Binghamton y coautora del nuevo documento, afirma que las patentes, los secretos comerciales y los derechos sobre los datos suponen obstáculos para aumentar el acceso a las vacunas porque impiden la competencia en el mercado libre. "Las empresas pueden subir los precios de los medicamentos bajo patente y venderlos solo a quienes estén dispuestos a pagar más para maximizar los beneficios. A menudo, los pobres no pueden acceder a medicamentos y vacunas esenciales precisamente porque están protegidos por patentes", afirma Hassoun.

Hassoun y sus coautores, un equipo internacional de académicos y profesionales de la salud pública que abarcan las disciplinas del derecho, la bioética, la salud pública y la economía, creen que compartir los datos y los derechos de propiedad intelectual de las vacunas acelerará enormemente la capacidad de la comunidad mundial para responder a las nuevas variantes, así como a futuras pandemias.

UN NUEVO ACUERDO MUNDIAL EQUITATIVO, TRANSPARENTE Y RESPONSABLE

En su nuevo documento, abogan por un nuevo acuerdo mundial equitativo, transparente y responsable que recompense la investigación y el desarrollo, pero solo con la condición de que las empresas farmacéuticas compartan los derechos de propiedad intelectual necesarios para producirlas y distribuirlas a escala mundial.

"Si la comunidad internacional va a pagar por el desarrollo de nuevas vacunas o medicamentos, debemos ser sus propietarios", afirma Hassoun. "Si lo hacemos, podremos garantizar que todo el mundo pueda obtenerlos a precios justos. Colaborando con organizaciones como UNICEF para distribuir tecnologías sanitarias esenciales a precios diferentes en los distintos países, también podemos recuperar el coste de las inversiones en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías", ha afirmado.

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