El Gobierno turco, presidido por Recep Erdogan y apoyado por el socio de coalición Devlet Bahçeli, está llevando a cabo una campaña de acoso e incriminando de delitos criminales, a los médicos que están poniendo en duda los datos oficiales sobre la extensión de la pandemia del Covid-19 en Turquía. A medida que aumentan los casos y las muertes, la tensión está aumentando debido a las discrepancias entre los recuentos oficiales y los informes de los profesionales realizados sobre el terreno, según The BMJ. Recientemente, Devlet Bahçeli acusó a la Asociación Médica Turca, que ha puesto en duda los recuentos del Gobierno, de ser "tan peligrosa como el Covid-19" y hasta ha propuesto su clausura.
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