La industria tecnológica y los laboratorios trabajan juntos para mejorar la práctica clínica y la atención a pacientes

De izquierda a derecha: Santiago Prieto en la pantalla, Cristóbal Avivar, José Antonio Ortigueira, Gustavo Arenas, Mercé Ibarz e Isabel Martín.


16 dic. 2021 9:00H
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El valor de la tecnología en los laboratorios clínicos se ha puesto de manifiesto durante la pandemia de Covid-19, una crisis sanitaria que ha remarcado su papel como un 'aliado estratégico' dentro del sistema sanitario. Su contribución es decisiva en la detección, seguimiento y tratamiento de enfermedades. De hecho, hay estudios que señalan que el 66 por ciento de las decisiones clínicas dependen de los datos del laboratorio clínico.

Asimismo, los laboratorios colaboran estrechamente con la industria de tecnología del diagnóstico in vitro, que no actúa simplemente como un proveedor de productos y servicios; sino que ejerce como aliado estratégico para contribuir a la mejora de la eficiencia de los laboratorios clínicos en beneficio de los pacientes.

El plató de Redacción Médica ha acogido un nuevo debate en colaboración de Beckman Coulter, compañía especializada en instrumentos biomédicos de laboratorio, para analizar cuáles son los retos para los laboratorios clínicos, así como el futuro que les espera considerando los desafíos a los que tendrán hacer frente.

¿Qué beneficios están suponiendo los avances tecnológicos como los de Beckman Coulter sobre el paciente, la práctica clínica y la optimización de recursos?

Gustavo Arenas Núñez, director nacional de Ventas de Beckman Coulter: Lo que pretendemos aportar desde Beckman Coulter como proveedor principal del laboratorio es una solución que permita a los profesionales de este sector optimizar sus recursos asegurando el beneficio final del paciente.

Arenas: "Lo que pretendemos aportar es una solución para optimizar los recursos y asegurar el beneficio final del paciente".

Nuestras soluciones de automatización van desde esa perspectiva de optimización de recursos a la liberación del tiempo de los profesionales para que se puedan dedicar a tareas de valor añadido. El objetivo final es hacer un viaje juntos que, con las diferentes herramientas de gestión, puede ayudar a esos profesionales a lograr sus metas, sobre todo enfocadas en beneficio del paciente.

Cristóbal Avivar Oyonarte, director del Área Sanitaria Integrada de Gestión de Biotecnología de la Empresa Pública Hospital de Poniente (Almería): A veces los profesionales pensamos mucho en eficiencia, en la gestión de recursos, la organización y en el tiempo de respuesta, pero al fin y al cabo, todo eso beneficia al paciente. Parece que la máquina hace todo y lo cierto es que nosotros gracias a la tecnología mejoramos la calidad y los resultados, pero no hay que olvidar ese perfil final, que es una profesión sanitaria, y cuya percepción a veces llega a ser negativa por un problema metrológico.

José Antonio Ortigueira Espinosa, director de Atención Hospitalaria del Área Sanitaria de Ourense, Verín e O Barco de Valdeorras: Los avances tecnológicos que se están experimentando ahora en los laboratorios de análisis clínicos nos están trayendo mayor precisión, rapidez e, incluso, sencillez. La consecuencia de ello no solo repercute en el beneficio de la práctica clínica, sino también en el cambio del rol de los profesionales que trabajan en el laboratorio, tanto los técnicos como los analistas.

Este aumento de capacidad, de potencia y de especialización tiene una repercusión diagnóstica evidente y, por tanto, una repercusión clínica muy importante, además de una mejora directa sobre el paciente y los clínicos que los atienden. Con los avances tecnológicos que se están produciendo, el laboratorio clínico va a experimentar un cambio importante en los próximos años.


Cristóbal Avivar: "Los profesionales pensamos mucho en ciencia y en la gestión de recursos, pero al fin y al cabo, todo eso beneficia al paciente"



Uno de los cambios relevantes es la integración de muestras de rutina y de urgencia en el mismo proceso de trabajo. Según su experiencia, ¿qué ventajas supone esta integración?

Santiago Prieto Menchero, jefe de Servicio del Laboratorio del Hospital de Fuenlabrada y tesorero de la Asociación Española de Biopatología Médica-Medicina de Laboratorio: Desde que abrimos Fuenlabrada hace 18 años quisimos trabajar en la línea de que lo que importa es el paciente, que se lo hayan pedido urgente o de rutina es un proceso interno. En esa línea hemos conseguido llamarle LAS (Laboratory Automation System), en lugar de cadena, que añade conceptos de inteligencia y prioriza las muestras.

Este LAS, unido al LIS (Laboratory Information System), nos permite trabajar con las muestras independientemente de que sean de rutina o de urgencia: el proceso es el mismo y es el sistema el que es capaz de priorizar. En este caso, el de Beckman Coulter tiene ventajas adicionales para separar entre rutina y urgencia, nos está funcionando muy bien con buenos tiempos de respuesta Todos esos circuitos de gestión de muestras, logística y coreografía están siendo de suma utilidad.

Cristóbal Avivar: Tiene muchos matices porque depende de qué quieras integrar, qué es la urgencia y cómo está considerado tu laboratorio. En nuestro caso al tener integrada la bioquímica, hematología, coagulación, inmunoquímica, serología podemos decir que tenemos integrado todo el laboratorio. Esta cadena ha sido capaz de integrar las diferentes tecnologías y dar un resultado muy rápido en apenas 30 minutos.

No me preocupa tanto el tiempo, lo que me gusta es la organización. Lo bueno es que te organiza toda la urgencia en todas las áreas del laboratorio.

Gustavo Arenas: Prieto decía que la integración de la rutina y la urgencia es un sueño de los profesionales de laboratorio desde siempre, pero no existía la tecnología que lo permitiera. El sistema de automatización de Beckman Coulter sí lo permite y además en 4 niveles de urgencia, lo que permite que la tecnología acompañe un deseo, lo que es un salto cuantitativo y un cambio de paradigma. Hay que atreverse porque es un cambio total del laboratorio.

José Antonio Ortigueira: "Los tiempos de respuesta de urgencia han bajado un 25% y un 40% los de programación"



Cristóbal Avivar: Si estás bien organizado, mejoras la producción de tu cadena  y si mejoras la producción de tu cadena mejoras tu organización. Este círculo es importante y hay que unir dos factores: la tecnología y el conocimiento.

Mercè Ibarz Escuer, jefa de Análisis Clínicos del Hospital Arnau de Vilanova (Lleida): Entendemos la tecnología como una herramienta que nos debe ayudar en la organización, pero para ello debe haber un trabajo previo muy importante de estudio de necesidades, planificación de objetivos y cómo desarrollar su implantación. En este sentido debo decir que Beckman Coulter nos ofrece también una ayuda metodológica para planificar con el equipo del laboratorio y el de Beckman Coulter.

José Antonio Ortigueira: Nosotros hemos integrado la urgencia y la rutina y las muestras de Primaria y las de hospital en un laboratorio nuevo y los tiempos de respuesta de urgencia han bajado un 25 por ciento y un 40 por ciento los de programación, y se mete todo conforme va llegando. El rendimiento de la máquina es muy importante para la eficiencia pero no solo en el procesamiento de las muestras sino en las cuestiones de mantenimiento, de calibración... Hay otra cuestión no menos importante, que es el personal, que tiene que tener aptitud y conocimiento y sobre todo actitud, para que el laboratorio funcione. Y luego vienen los procesos y los flujos. Si hacemos un laboratorio muy eficiente en un hospital que no lo es…El laboratorio no es una isla del hospital, forma parte de él y tiene que hacerlo más. Toda la organización tiene que ser eficiente.

En su opinión, ¿qué elementos son determinantes en la mejora de la eficiencia del laboratorio y qué mejoras se han conseguido con la nueva instalación?

Prieto: "Es necesario trabajar en un concepto de informe y que integre al paciente en el centro".

Santiago Prieto: Nosotros estamos desarrollando un concepto que le llamamos RISO (Random In Smart Out). Las muestras llegarán cuando lleguen, lo importante no es el tiempo de respuesta, sino que el resultado esté disponible cuando el clínico lo necesite. Por ello, necesitamos un sistema que reciba las muestras y que pueda dar salida en función del orden de necesidad. En un estudio multicéntrico se comprobó que hasta un 20 o 25 por ciento de los pacientes que acudían a consulta les faltaba algún resultado. Ese problema implica llevar a cabo consultas sucesivas y cierta desatisfacción.

Ante esta problemática, necesitamos saber cuándo el clínico necesita recibir el resultado. Por ello, hemos distinguido básicamente dos áreas de trabajo: por un lado, aquellas que hay que contestar lo antes posibles y que, al ser urgentes, tienen un 'flag' en el sistema que les da máxima prioridad; y, por otro lado, aquellas que se necesitan llevar a cabo lo antes posible pero pueden quedar otras pruebas pendientes para el día siguiente. Aquí es donde entra el sistema de Beckman Coulter que nos ofrece la ventaja de que, una vez finalizadas las pruebas del día, este sistema nos guarda las muestras en una nevera y, cuando volvemos a poner en marcha la prueba que falta, automáticamente saca el tubo, lo procesa y lo vuelve a dejar en su ubicación.

Santiago Prieto: "Lo importante no es el tiempo de respuesta, sino que el resultado esté disponible cuando el clínico lo necesite"



'Pensat i fet', como diría Mercè, quiere decir que pensamos algo y conseguimos que el sistema lo ejecute de manera adecuada, es decir, estamos consiguiendo que el pensamiento de lo que necesitamos en ese momento se transforme en una realidad concreta. Y eso no es una mejora de la eficiencia, sino de la efectividad porque, desde mi punto de vista, uno de los problemas que cometemos en los laboratorios es realizar muchas pruebas rápidas pero que no siempre son válidas. En definitiva, vamos a tratar de ser efectivos dedicando el tiempo que sea necesario y que el sistema lo transforme en una realidad concreta.

Mercè Ibarz: A esto añadiría un elemento más que sería la adaptación de los laboratorios a la realidad asistencial. Debemos olvidarnos del llamado 'laboratorio de rutina' (con horario de 08:00 a 15:00 horas), ya que ni en los hospitales ni en la Atención Primaria trabajan solo en ese periodo de tiempo. Para solucionar esta visión, la tecnología de la que hablamos nos permite alargar esa jornada con muy pocos recursos humanos y técnicos, gracias al sistema inteligente de control de la automatización.

Cristóbal Avivar: Lo que más aportan estos sistemas inteligentes es la organización y gestión de recursos. Pensábamos que habíamos tocado techo pero nos llegaron estos sistemas inteligentes. Para tener una cadena hay que saber programarla, estar bien organizados y formados.

Mercè Ibarz: Es muy importante la existencia de esos líderes de la organización.

Gustavo Arenas: Se habla mucho de liberar tiempo de los profesionales para que puedan aportar valor y hay un elemento clave, y es que la preanalítica debería estar integrada en la cadena. Este sistema lo permite. 

Los participantes en el debate concuerdan en que la tecnología y el nuevo perfil de los profesionales están al servicio del paciente.


¿Cuál es su experiencia con la automatización inteligente y qué elementos destacaría como diferenciales en esta tecnología?

Gustavo Arenas: En resumen, sabemos que la preanalítica integral es el corazón del laboratorio. Al fin y al cabo, es donde más esfuerzo se pone, ya que es ahí donde subyacen la mayoría de los problemas. Para mí, el cambio de paradigma es la integración de rutina y urgencias. El mundo ha cambiado mucho y esto creo que ha aportado un valor añadido.

Mercè Ibarz: A eso añadiría un punto que no se ha tocado y es el bienestar del personal técnico. En esta línea, considero que es realmente muy importante ya que, en la parte de la preanalítica, vi como trabajaban las centrífugas en los laboratorios, que producen muchísimo ruido. Por ello, esta tecnología ofrece prestaciones superiores con mucho menos ruido, lo que desemboca en el bienestar de todo el personal técnico.

La relación por tanto entre empresas y laboratorios clínicos no se limita a una relación comercial, sino que va mucho más allá. ¿Qué elementos destacarían de la colaboración entre laboratorios hospitalarios e industria?

Santiago Prieto: Lo más importante ha sido el mutuo aprendizaje. Históricamente, los gerentes han ido por su lado, los especialistas de laboratorio por el suyo y la industria del diagnóstico por otro distinto. Lo que nos plantea un sistema de esta complejidad (a nivel de diseño) pero simplicidad (a la hora de la práctica) es que tenemos que aprender las ventajas que ofrece este tipo de automatización: las empresas diagnósticos aprenden las necesidades concretas de sus clientes y así ganamos todos. Así, el clínico que está frente al paciente puede tomar su decisión con mucho más rigor y seguridad.

José Antonio Ortigueira: Creo que el hospital es un poco diferente por el resultado de las consecuencias, es decir, apenas se toman decisiones sin tener resultados analíticos. Por ello, cuando hablamos de laboratorios, nos referimos a algo fundamental en el hospital y la asistencia sanitaria. La industria aporta el conocimiento técnico y, los hospitales, ponemos la casuística. Si somos capaces de trabajar juntos, ganamos mucho los dos.

Para mí, esta relación tiene lugar bajo el principio de confianza profesional que, a su vez, la dan dos cosas: el trabajo diario bien hecho y la capacidad de resolver lo sobrevenido. Cuando trabajas con gente que confía en ti puedes sacar adelante el desarrollo. Ahora mismo, lo que hacemos es contratar grandes instalaciones y, dicha colaboración que tiene que ser de confianza mutua, es mucho más clara.

Avivar: "Teniendo toda la tecnología existente en el mercado podemos dar un resultado muy rápido en 30 minutos".

Cristóbal Avivar: La relación entre industria y laboratorio es una asociación tremenda, muy grande y amplia. Nunca he visto hacer un esfuerzo tan grande en todos los aspectos por parte de la industria a nivel de inversión tecnológica, adecuación de laboratorios y formación profesional. No podríamos hacer nada si vosotros no estuvierais ahí.

¿Cómo se ha evolucionado de una relación cliente-proveedor a trabajar como una asociación, centrados en el beneficio para el paciente?

Mercè Ibarz: Se ha evolucionado desde un primer momento gracias al intercambio de información entre ambas partes. Considero que se trata de una relación a largo plazo pero con una capacidad de respuesta a corto plazo. Esta respuesta ha sido bastante clara ante la situación actual de pandemia. No hubiera sido posible responder a esta sin esta colaboración tecnológica. En el caso de Beckman Coulter, ha sido una alianza muy importante a nivel de gestión preanalítica, por ejemplo, poniendo en marcha la recepción automática y preparación de muestras para PCR de forma muy rápida.


Gustavo Arenas: "Desde Beckman Coulter apostamos por la colaboración cliente-proveedor con el objetivo en común de tener un sistema sostenible"



Gustavo Arenas: Desde Beckman Coulter lo tenemos clarísimo y apostamos por la colaboración cliente-proveedor con el objetivo en común de tener un sistema sostenible. Esta relación tiene que ser a largo plazo, es decir, la tenemos que alimentar siendo capaces de reaccionar ante las necesidades y la evolución del laboratorio para crecer juntos.

La falta de recursos es un desafío importante para este sector, también la necesidad de una mayor interactuación con el resto de servicios hospitalarios o que su papel sea más visible dentro de la estructura sanitaria. ¿Cómo ven el futuro del laboratorio y a qué retos se enfrenta?

Santiago Prieto: El laboratorio tiene que decidir si es un servicio auxiliar de diagnóstico o si es un servicio de medicina de laboratorio. Por eso, entendemos que es necesario trabajar en un concepto de informe que integre al paciente en el centro, lo que significa tener una visión troncal del laboratorio y una visión en la cual cada área de conocimiento trabaja junta en el mismo soporte.

El futuro es que el laboratorio esté formado por profesionales que interrelacionan con los clínicos para resolver los problemas de los pacientes. Y el riesgo al que nos enfrentamos es transformarnos en una especie de POCTs (Point Of Care Diagnostic Tests) de gran tamaño en la cual hacemos todo lo que nos piden pero sin saber por qué nos lo han pedido ni qué sentido tiene lo que estamos haciendo. Es esa decisión la que depende de nosotros y, sobre todo, de las nuevas generaciones que son las que tienen que tener claro que esa es la vía para seguir adelante.

Ortigueira: "En el futuro habrá una mayor robotización y se utilizará muchísimo más el 'big data'".

José Antonio Ortigueira: No estamos hablando exactamente del futuro, sino del presente de la investigación y del desarrollo. Por ello, estoy totalmente de acuerdo con lo que ha comentado Santiago. El laboratorio tiene que cambiar y debe de existir una mayor integración clínica y mayor capacidad de decisión del analista sobre las pruebas que se realizan. En esta línea, en el futuro habrá una mayor robotización y se utilizará muchísimo más el 'big data', gracias al cual patólogos y dermatólogos nos están ganando.

A esto, desde mi punto de vista, hay que añadirle dos cuestiones más: por un lado, los POCTs, un campo que tendrá que cambiar bastante, ya que acerca el resultado analítico al médico en un tiempo muy corto. Y, por otro lado, habrá un desarrollo importante en los cambios de roles y sé que esto puede ser conflictivo y problemático porque estamos hablando de competencias profesionales y de puestos de trabajo, pero no podemos obviarlo. Es decir, de la misma manera que los técnicos de laboratorio están haciendo muchas cosas que antes hacían solo las enfermeras, la Enfermería de laboratorio seguramente tendrá que adquirir competencias y mucho menos manuales de lo que son ahora.

Ocurre lo mismo con los analistas, quienes tendrán que dejar la manualidad para algunas cosas de desarrollo y de ensayo dentro del laboratorio y dejarán de ser validadores de lujo de pruebas que se autovalidan, o que pueden ratificar los técnicos.

José Antonio Ortigueira: "El laboratorio tiene que cambiar y debe de existir una mayor integración clínica"



Cristóbal Avivar: Considero que el futuro va a ser totalmente distinto. Por un lado, está la automatización, que si no la has conseguido, el futuro no va a llegar. Por otro lado, está la biología molecular en la cual la pandemia del covid ha hecho un avance terrorífico, pasando de hacer 10 pruebas a 2.000 en un momento.

El big data es nuestro futuro. Superior a este, encontramos la antología médica de precisión, que son todos esos datos que hay que saber cómo trabajarlos y harán que veamos un laboratorio muy distinto, en el cual quizás no necesitemos informáticos, pero sí una persona que compute todo el conocimiento y extraiga unas conclusiones.

Ibarz: "Tenemos el reto de la renovación de los profesionales".

Mercè Ibarz: Estamos en ese laboratorio del futuro automatizado con las diferentes áreas de conocimiento integradas y donde estamos utilizando la tecnología para aquello que puede ser usada. Luego también tenemos el escenario del POCT y, en tercer y último lugar, otro que son las pruebas que directamente compra el paciente, el consumidor directo.

Nuestro papel como profesionales de ese laboratorio es conseguir el reconocimiento en esos tres aspectos. Para ello, debemos conseguirlo transmitiendo, haciéndonos visibles, algo que cuesta mucho y hemos ganado gracias a la pandemia. Hay que demostrar que somos especialistas. A nivel de retos, está el de la acreditación de los laboratorios por la norma 15/189.

Otro reto es el de la renovación de los profesionales porque un porcentaje importante está por encima de los 60 años: necesitamos gente joven. Los médicos eligen antes Dermatología o Cardiología, no Análisis Clínicos. El día que lo hagan, estaré muy contenta, pero hay que hacer que se decidan por nuestra profesión y demostrarles que realmente impactamos en el paciente y estamos dentro de las decisiones sanitarias.

Los participantes del debate han reflexionado sobre el papel del diagnóstico in vitro en la detección de enfermedades.


¿Qué mensajes deberían llegar a la población general con relación a la aportación del laboratorio y el papel que tiene el diagnóstico in vitro en la detección y abordaje de enfermedades? 

Gustavo Arenas: En relación a esto, considero que hay un elemento muy interesante que ya ha comentado Mercè y es la visión holística que tiene la especialidad del laboratorio. Hay que hacer un trabajo muy fuerte de educación y comunicación, tanto de manera interna como en la sociedad para que vean el valor que tiene la especialidad de Análisis Clínicos, para que vean que marca el ritmo. Como decíamos antes, no hay decisión clínica que no vaya primero con una decisión de análisis.

Gustavo Arenas: "Hay que hacer un trabajo muy fuerte de educación y comunicación"



Dado que 7 de cada 10 decisiones médicas se basan en datos del laboratorio, ¿cómo ve la relación y el papel del laboratorio desde una visión transversal con otros servicios?

Santiago Prieto: El mantra de que el 70 por ciento de las decisiones se basan en datos de laboratorio parece que no es estrictamente real y que el porcentaje es menor. Pero lo importante es que un mal laboratorio puede estropear a un buen médico, pero un buen laboratorio no va a mejorar a un médico que esté funcionando mal, por eso es importante el trabajo conjunto.  Esa transversalidad implica revisar con ellos las peticiones, ajustar los perfiles y asistir a sesiones clínicas donde damos la perspectiva del laboratorio para interpretar esos resultados. Es decir, esa visión transversal es la que hace factible que el laboratorio se visualice.

Tenemos que trabajar cada vez más los aspectos transversales porque lo que está claro es que con un mal resultado de laboratorio, la decisión siempre va a tener problemas.

Conclusiones del debate


José Antonio Ortigueira: Es un momento de cambio y, por tanto, una gran oportunidad para mejorar y un gran reto para nosotros. La pandemia nos ha obligado a cambiar muchos procesos y ver las cosas de otra forma mirando con otros ojos a la gente 'oculta' en los sótanos de hospital, en los laboratorios.

Mercè Ibarz: La tecnología y el nuevo perfil de los profesionales del laboratorio y su implicación clínica en la mejora de los pacientes.

Gustavo Arenas: El triángulo fundamental que forman laboratorios, tecnología y las personas que activan ambas. Si queremos sostenibilidad en el sistema, debemos asegurarnos de que esos tres pilares sean sólidos y sigan creciendo de forma robusta y en paralelo.

Cristóbal Avivar: Los tres puntales que son la tecnología, que es la piedra angular, el importante cambio de profesional y, por último, dentro de esto, la percepción que se tiene de este. Tenemos mucho valor en el futuro de la medicina preventiva y predictiva.

Santiago Prieto: Es necesario un laboratorio con capacidad de liderazgo y, para que lo pueda ejercer, hace falta que los profesionales se integren en ese equipo pero, ante todo, tener una base tecnológica y de automatización que permita que todo esto sea posible. 

Los asistentes han destacado que la tecnología y el nuevo perfil de los profesionales del laboratorio y su implicación clínica en la mejora de los pacientes.

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