Las redes sociales han llegado para quedarse y el sector sanitario debe sumarse a la transformación digital.

Redes y salud: el despegue 2.0 lo deben liderar los sanitarios
Raúl Ferrer, Jaime del Barrio, Patricia Alonso-Fernández y Jaime Acosta.


10 sept. 2016 18:00H
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POR NURIA FERNÁNDEZ GÁMEZ
Los pacientes demandan contenidos de salud y requieren la presencia de los profesionales en las redes sociales, pero la resistencia de los sanitarios en general a lanzarse a estos canales marca la realidad actual del uso de estas formas de comunicación. Los participantes en el debate organizado por Sanitaria 2000 bajo el título "¿Reflejan los medios sociales la realidad del sector sanitario?" describen y analizan algunas de las causas de esta situación: falta de regulación específica, desconfianza de las administraciones, invasión masiva de contenidos de salud intrascendentes -o directamente nocivos- en la red, etc.
 
Los avances en este campo, señalan los expertos, se ha producido básicamente a partir de iniciativas voluntariosas de profesionales que sí creen en estos medios como canales de comunicación y formación. Pero son ejemplos más o menos aislados que no terminan de romper la tónica general de reticencia hacia ello.
 
Sin embargo, el día a día no deja de plantear situaciones en las que el sanitario tiene que empezar a dotarse de recursos para afrontar, como afirma Patricia Alonso-Fernández, que "lo que no se comparte se pierde", ya sea en su relación con sus compañeros, con la institución para la que trabaja o con los pacientes.
 
Por otra parte, como señala Jaime del Barrio, los jóvenes sanitarios "están siendo formados como me enseñaron a mí hace 40 años". Incluir el manejo de redes en la formación reglada del sanitario se presenta como una necesidad imperiosa para vencer lo que Raúl Ferrer denomina "sensación de vértigo digital, de este miedo a la exposición".
 
El reto, en palabras de Jaime Acosta, es saber explicar la utilidad que tienen las redes sociales para dar contenidos de calidad y ayudar a los pacientes, sin olvidar que son "una herramienta de marca personal potentísima que a mí me ha ofrecido una cantidad de oportunidades inimaginable". 

Raúl Ferrer, Jaime del Barrio, Iñaki Moreno, Jaime Acosta y Patricia Alonso-Fernández.

 
Iñaki Moreno, responsable de Medios Sociales de Sanitaria 2000 (moderador): Se habla en ocasiones de que existe una cierta endogamia tuitera. ¿Son siempre los mismos profesionales sanitarios los que están hablando de lo mismo en redes sociales? ¿Qué valor tiene el discurso que se está desarrollando en las redes sociales?
 
Patricia Alonso-Fernández, geriatra. Directora gerente del Hospital Casaverde (Madrid): Yo creo que sí que es cierto que muchas veces somos los mismos, pero cada vez somos más.  Somos un colectivo muy heterogéneo, no sólo porque somos profesionales muy diferentes si no porque dentro de las propias profesiones nos dedicamos a cosas muy diferentes. Entonces, que todos nos movamos a la vez en el mismo sentido yo creo que es complicado. Somos habitualmente los mismos pero esto va prendiendo y creo que es interesante que se vaya moviendo.
En relación al discurso que se está desarrollando creo que la palabra de un tuitero, la palabra de un profesional, vale lo mismo en las redes sociales que en la vida en general. La diferencia está en que en la red quizás es más difícil llegar a saber cuánto vale esa palabra porque no deja de ser un mundo más virtual. Los profesionales que ahora estamos desarrollando nuestra labor somos gente del 1.0 y probablemente las generaciones que vienen por detrás sean capaces ya de diferenciar ese 1.0 del 2.0 de una forma mucho más real.
 
Jaime Acosta, farmacéutico. Miembro de la International Pharmaceutical Federation: Las redes sociales, especialmente Twitter como canal de comunicación, han venido para quedarse. Ya no se puede diferenciar entre tu personalidad 1.0 y 2.0,  forma parte todo de lo mismo. En mi experiencia se ha convertido en una magnífica oportunidad para interactuar, especialmente entre otros profesionales. Está ayudando mucho a romper los hilos en los que nos encontramos los farmacéuticos.
Por otro lado, creo que ya no se puede ser buen profesional despreciando las oportunidades que las redes sociales suponen, no solamente en formación sino también en debate. Pero hay que conocer los códigos, tener una estrategia y definir, aunque sea informalmente, los objetivos que te planteas como profesional en las redes sociales. Hay que cuidar muchísimo los contenidos y no se puede decir cualquier cosa porque no solamente estás dando un consejo como profesional sanitario sino que también estás representando a tu profesión.
 
Raúl Ferrer, fisioterapeuta. Presidente de la Asociación Española de Fisioterapia en Atención Primaria: Desde mi punto de vista y por presentar un poco a los fisioterapeutas en redes, en un informe que publicó Janssen recientemente se vio una presencia de fisioterapeutas muy amplia y yo creo que esto no responde realmente al porcentaje de fisioterapeutas en relación a otros profesionales sanitarios.
En relación a la endogamia tuitera creo que ha habido una evolución. Empezamos ya hace seis o siete años unos pocos de cada sector y alrededor de éstos se han ido agrupando otros muchos. Creo que se sigue manteniendo la norma del 90-9-1 (el 90 por cierto de las personas lee lo que comparte el nueve por ciento de lo que escribe el uno).
 
En cuanto a cuidar los contenidos, creo que es una responsabilidad que no todos estamos sabiendo estar a la altura. No todos estamos sabiendo comunicar con el lenguaje adecuado. Deberíamos establecer etiquetas y unificar el contenido cuando es para pacientes y cuando es para profesionales porque en el caso de los primeros puede influir en su salud y en su formación posterior.
 

Jaime del Barrio cree que las redes sociales no están tan implantadas en el sector.

Jaime del Barrio, médico. Presidente de la Asociación Salud Digital: Sin duda, las redes sociales han venido para quedarse, lo que no sabemos es cuáles ni cuánto durarán las que tenemos ahora mismo, pero lo que sí que está claro es que ha cambiado la forma de relación entre profesionales.
Yo no estoy tan seguro de que el sector salud tenga ahora mismo la penetración y la implantación dentro de las redes sociales que le debiera corresponder por la importancia de la salud en general. Sigue siendo reticente y nuestros compañeros profesionales sanitarios todavía lo ven con cierto escepticismo. Lo que me preocupa es que la mayoría de los jefes de muchos de los jóvenes que ahora mismo están en el mundo sanitario están siendo formados como me enseñaron a mí hace 40 años. Entonces yo creo que todavía la transformación digital no ha llegado al sector sanitario.
 
Iñaki Moreno: Entonces, ¿las redes sociales no se toman en serio en este sector?
 
Jaime del Barrio: Ni se utiliza el potencial que tienen. El profesional sanitario para su día a día, para su ocio o para otra serie de formas sí lo utiliza pero para el sector salud es más prudente.
 
Jaime Acosta: Todavía falta que llegue a la formación universitaria como otra herramienta más de comunicación y de formación continua.
 
Patricia Alonso-Fernández: Me gustaría hacer una aclaración de hacia dónde van los jóvenes. Cuando me refiero a que ellos van a notar claramente la diferencia quiero decir en parte que nosotros hoy por hoy hemos tenido el miedo de confundir ambos espacios y  que ese miedo creo que las generaciones que vienen las tienen claramente diferenciadas.
 
Iñaki Moreno: Claro, porque el canal es el mismo en el que estáis vosotros contando asuntos profesionales que en el que está Justin Bieber colgando una foto. Es muy difícil vencer la resistencia social de cómo vamos a mezclar estos dos planos en el mismo, ¿no?
 
Jaime Acosta: Hay una selección por interés y el problema que tenemos los sanitarios es que como hemos sido tan cuidadosos, y tenemos que serlo con las recomendaciones que se dan, las cuestiones éticas también influyen mucho y hay todavía mucho miedo. Es algo normal, simplemente es aprender a manejarlo.
 
Jaime del Barrio: Creo que no hay tiempo. Esto va tan rápido y es tan global que no nos podemos pensar hacer borradores de nuevos currículos académicos. No puede ser que en la universidad se siga formando lo mismo que hace cuarenta años, con las mismas herramientas y los mismos contenidos. Tendríamos que ser mucho más exigentes, independientemente de la red que sea, esto ha llegado para quedarse, pero va muy rápido y vamos muy lentos.
 

Jaime Acosta habla de la importancia de estar en las redes como profesional sanitario.

Jaime Acosta: Es verdad que no todo el mundo usa las herramientas digitales de manera profesional. En nuestra profesión hay magníficos ejemplos y algunos han crecido muy rápido. Desgraciadamente no son muchísimos pero hay gente que lo hace magníficamente. Yo creo que esto va a ir emergiendo, y es a base de prueba-error. Somos autodidactas y creo que seguirá mejorando.
 
Raúl Ferrer: Los pacientes nos demandan esta presencia en redes. Aunque creo que muchos todavía no nos buscan directamente como contenido. Ellos buscan en Google pero no buscan a su profesional y a lo mejor deberíamos ahondar más en la educación a nuestros pacientes. Sí que deberíamos profundizar  en la relación de ?busca este contenido? y la prescripción de links que se hablaba hace muchos años y que parece que hemos abandonado. La educación social en sí misma de que la persona sepa qué buscar, cómo buscar y no sólo que nuestros profesionales estén siendo formados de una manera como hace cuarenta años. Como decíamos lo de buscar a Justin Bieber y lo de buscar contenidos, para encontrar a Justin Bieber pone el nombre del cantante y para buscar contenidos pone ?me duele? o ?problema de? o ?cáncer de?, no busca al profesional sanitario que le indique esta relación.
 
Jaime Acosta: Sí buscan contenidos pero no estamos en donde los pacientes buscan.
 
Patricia Alonso-Fernández: Yo creo que los profesionales tenemos parte de la culpa y es que hemos ido buscando el anonimato. Los pacientes buscan contenidos porque es difícil encontrar profesionales relevantes que hayan dado la cara.  Y eso va de la mano de una palabra: ética. Creo que ese es probablemente uno de los trasfondos más importantes que tenemos que tener presentes en las redes sociales, exactamente igual que en la consulta del día a día. La gran diferencia es que en la consulta la desigualdad de información sigue siendo uno de los grandes lastres mientras que en las redes sociales es todo mucho más transparente. Lo que yo digo en las redes sociales hoy queda escrito y queda para siempre. En realidad esa huella digital debería hacer que nuestra palabra sea más importante cuando la depositamos en las redes sociales y que la ética debería ser  la que marcase todos los contenidos. Creo que uno de los pilares más importantes que ayudará a que este cambio sea más rápido es precisamente insistir en la necesidad de que la ética contamine, invada absolutamente todos los ámbitos de nuestra profesión, entre ellos, y fundamentalmente las redes sociales.
 
Raúl Ferrer: Es una sensación de vértigo digital, de este miedo a la exposición y quizá lo que habría que buscar es un tratamiento para ese vértigo digital. Quizá la formación desde el principio o la obligatoriedad desde la propia organización. Supongo que habrá que empezar a impulsar desde las propias organizaciones y con voluntad política.
 
Jaime Acosta: Claro, la gestión de las propias organizaciones tienen que exigir la incorporación a este mundo digital, no solamente como herramienta de marketing, sino porque también el perfil del profesional que está incorporado a redes sociales y que comparte e interactúa está más adecuado a estas instituciones.
 
Patricia Alonso-Fernández: Los profesionales vamos haciendo nuestros ?pinitos? pero el siguiente paso son las instituciones. En España todavía no se aprovecha el tirón que tienen las redes sociales para representar a la institución. Al final los profesionales en cierto modo lo que necesitamos es ese sentimiento de orgullo, esa capacidad de establecer ese trabajo en red, poder contactar con diferentes profesionales. No sólo se trata de contactar, sino de compartir conocimientos.
 
Iñaki Moreno: ¿Hay capacidad de influencia real desde el canal, en este caso Twitter, o desde los medios sociales en general?
 
Jaime del Barrio: Creo que todavía se sigue viendo a los profesionales sanitarios que utilizamos redes como ?frikis?. En muchos casos, creo que tenemos que dar un salto cualitativo importante. Los contenidos nacen de profesionales que están en el mundo académico o en el mundo de la universidad o en el de las sociedades científicas, es ahí donde habría que dar un salto cualitativo importante.
Quiero decir que aquello que se dice ahí es indiscutible, está avalado por la ética, por las referencias científicas, por la evidencia, etcétera. Y yo creo que ese salto cualitativo todavía no se ha dado.  Los que estamos ahí tenemos nuestro curriculum y experiencia detrás. Eso es indiscutible y además es transparente. Pero creo que tenemos que sumar instituciones, sociedades científicas, universidades, etcétera.
 
Iñaki Moreno: Ahí los profesionales lo tenéis claro, habéis dado el primer empujón, pero ahora hace falta que alguien más coja ese relevo. ¿Dónde podría estar ese nuevo impulso? ¿Desde la parte política? ¿Desde las instituciones profesionales?
 
Jaime del Barrio: Yo creo que de todos.
 

Raúl Ferrer propone más educación en redes sociales. 

Raúl Ferrer: Yo estoy totalmente de acuerdo que es un trabajo de todos y que todavía falta mucho.
 
Patricia Alonso-Fernández: En realidad los profesionales aquí somos autodidactas. Nos falta esa formación específica en contenidos en redes sociales. Igual hay que partir de la necesidad que posiblemente tengamos que dejar de ser tan autodidactas y tomarnos un poco más en serio lo que son los contenidos digitales y lo que es el manejo de las redes sociales.
 
Jaime Acosta: Yo no conozco aquí ninguna guía para farmacéuticos de uso de redes sociales pero sí que hay en otros muchos países. Parece que son solo los entusiastas los que tiran hacia arriba y que lo están haciendo muy bien pero falta que esto se asiente y que haya un liderazgo desde las profesiones.
 
Raúl Ferrer: Creo recordar que la Organización Médica Colegial sí que tiene un documento de buenas prácticas pero de nuevo los entusiastas han sido los que han tenido que tirar de la organización más que la organización de los entusiastas.
 
Jaime del Barrio: Tenemos la gran suerte de haber nacido analógicos y estar en el mundo de la transición hacia lo digital. Pero esto que es una suerte y un privilegio también es un hándicap porque se nos hace muy difícil darle a una nueva realidad una solución trabajando con las herramientas de siempre. Entonces creo que aquí hay una necesidad de un cambio cultural.
 
Jaime Acosta: Sí es un problema y tendría mucha importancia que se incorporara a la formación formal en comunicación digital.
 
Jaime del Barrio: Estos días la noticia es el agotamiento de las redes; Facebook está decreciendo y Twitter, también. No es que se ha agotado, sino que ha llegado a ese momento de eclosión, de novedad, de euforia y ahora llega la optimización, la calidad. Pero no es que esté agotándose, es que está cambiando. Hay que darle un resultado, ver el valor de todo, el movimiento en la organización, los individuos, en los profesionales, etc. Por ejemplo, uno puede estar en Linkedin o no. Es una opción personal. Sólo hay un problema: el que no está no existe.
 
Jaime Acosta: Si buscas trabajo sí, está claro.
 
Jaime del Barrio: No, no, si no estás no existes. En el mundo profesional el cien por cien lo busca ahí. O te posicionas bien o no existes. Entonces, ¿por qué en el mundo de la salud somos tan reticentes a que los pacientes nos estén buscando? Estemos ahí, digamos lo que tenemos que decir porque somos los que lo sabemos.
 
Patricia Alonso-Fernández: Podemos ir por delante, a la vez o por detrás y creo que la responsabilidad profesional es ir por delante.
 
Jaime Acosta: Hay que explicar la utilidad que tienen las redes sociales no solo como profesional sanitario para dar contenidos de calidad y ayudar a los pacientes sino que también es una herramienta de marca personal potentísima y a mí me ha ofrecido una cantidad de oportunidades inimaginable.
 
Iñaki Moreno: Va por delante y como decía Raúl Ferrer antes hay entusiastas. Uno de los asuntos que teníamos planteados era lo de la famosa pregunta en la prueba MIR sobre la niña de Facebook; ahí hubo un entusiasta que al redactar el examen de este año decidió lanzarse a esa piscina. Desde luego que la formación no puede ser igual que hace 30 o 40 años. ¿Cómo veis estas iniciativas? ¿Al final esto va a ser una gota de agua en el océano? ¿Se va a diluir o creéis que esto marca un cambio?
 
Jaime del Barrio: Creo que con esta pregunta, aparte de lo anecdótico y lo mediático,  se muestra que por ahí van a ir las cosas. Cada vez tenemos más que plantear los problemas cotidianos, lo que realmente le preocupa a la gente. Ningún médico se tiene por qué ruborizar porque un paciente le diga que ha visto en el buscador algo y lo comparta con él. Tendrá que saber gestionarlo.
 
Raúl Ferrer: Yo creo que sí que tenemos que tener esa capacidad de manejar la información. El paciente también nos ofrece esa información y nosotros tenemos que saber gestionar esa interlocución y yo creo que lo de la niña de Facebook es un punto de inflexión y que todo tenderá por ahí, porque las comunicaciones vendrán por Facebook o WhatsApp o  si no será el email.
 
Patricia Alonso-Fernández: Esto nos exige estar muchísimo más actualizados y creo que parte de ese freno, que los propios profesionales estamos poniendo, es precisamente esa exigencia que nos obliga el propio paciente a saber. Una actualización permanente de estos pacientes expertos en sus propias patologías es una limitación que hay que tener en cuenta.
 
Iñaki Moreno: Lo que pasa que muchos profesionales todavía se ofenden porque el paciente venga con información
 
Patricia Alonso-Fernández: Es que la desigualdad de información nos pone en una situación muy cómoda, y ahora con las redes sociales y la transparencia? Si algo nos ha regalado las redes sociales es transparencia.
 
Jaime Acosta: El paciente viene con una cantidad considerable de contenidos en la cabeza y nosotros somos los que les tenemos (obligatoriamente) que ayudar a gestionar esa información y a decir qué es relevante y qué es lo que le funciona. Es nuestra obligación como profesionales. En cuanto al caso famoso de la pregunta del MIR, los pacientes esperan que el profesional le acompañe y esté cerca de ellos. Entonces también tiene mucha repercusión y debería discutirse también en cuanto a comunicación con pacientes. ¿Qué pasa cuando un profesional le deniega estar en ese contacto que el paciente exige? ¿Afecta a la relación médico-paciente o al paciente con su profesional? Seguro.
 
Jaime Acosta: En el caso farmacéutico también. Nosotros tenemos mucho tiempo para estar con ellos, nos cuesta mucho esfuerzo y lo hacemos magníficamente. Es un paso más. Es otra herramienta y en nuestras farmacias estamos experimentando con ellas.
 
Jaime del Barrio: Por ejemplo, Google todavía no nos aporta, hablando de salud, datos ?finos? porque todavía hay que interpretar. Es cuestión de tiempo. ¿Por qué? Google dedica cerca del 33 por ciento de su inversión total en salud, es decir, está invirtiendo mucho en grandes bases de datos (lo que conocemos como Big Data). Grandes bases de datos ligadas a enfermedades reales y a pacientes reales. Y en breve Google va a ser capaz de poner encima de la mesa el resultado de toda esta gran investigación, de todas esas grandes bases de datos ligadas a enfermedades reales con pacientes reales.
Antes hablabais del tema de la actualización y creo que está habiendo un cambio muy grande en la mayoría de las sociedades científicas introduciendo todo lo que es lo digital en los grandes congresos médicos a nivel mundial y también en España.

Patricia Alonso-Fernández habla de la pregunta de Facebook en el MIR y de la ética. 

Patricia Alonso-Fernández: Esa pregunta de Facebook nos sorprendió más a nosotros que a los propios médicos que estaban haciendo el examen. Lo más importante es el trasfondo ético, dónde realmente tenemos que seguir profundizando: en cómo nos vamos a relacionar con los pacientes, dónde está el límite y qué pasa si decimos no. No podemos seguir mirando para otro lado. No hay que poner las normas pero sí intentar trasladar toda esa ética que tenemos en el día a día a ese otro mundo de las redes sociales.
 
Jaime del Barrio: ¿Qué hubiera pasado si en vez de poner Facebook hubiera sido o WhatsApp por ejemplo? ¿Qué hubiéramos contestado? Si un paciente le dice a un médico o a una enfermera ?¿me da su WhatsApp porque si me pasa algo quiero contactar con usted??. ¿Qué le hubiera contestado?
 
Jaime Acosta: Depende del médico y del profesional. También depende de la pasión y de la compasión con que ejerza su trabajo. Habrá muchos que dirán que sí.
 
Raúl Ferrer: Y depende del paciente.
 
Jaime del Barrio: Claro, dicen que sí y, sin embargo, en la respuesta de Facebook se decía que no, básicamente porque era una red social.
 
Jaime Acosta: De ahí surgió mucho debate.
 
Jaime del Barrio: Era mezclar lo profesional con su red social y ahí surgió el debate. Pero, ¿y si es profesional la red?
 
Patricia Alonso-Fernández: Todavía no tenemos normativa al respecto, por ejemplo todavía no podemos enviar las analíticas por correo electrónico, no podemos facilitar nuestro número de teléfono personal precisamente para enviar el resultado de una citología. Y, sin embargo, esto que es parte del día a día, sigue sin estar normalizado. Todavía nos falta normativa que regule.
 
Jaime del Barrio: No hay tiempo. Hoy finales de año 2016 seguimos en España con un único sistema nacional de salud y la interconexión no existe.
 
Patricia Alonso-Fernández: El tema de los datos sanitarios es verdad que tienen que estar especialmente protegidos, pero ¿de verdad nos creemos que el servidor de un  hospital es más seguro que Amazon? Amazon vive de tener sus datos protegidos. Seguimos teniendo esa disyuntiva con respecto a ?mío, mío, mío?, ?porque es muy sensible? y ?dejo los datos metidos en la caja fuerte de casa?.
 
Jaime Acosta: Yo comprendo la incomodidad, lo sufrimos además como pacientes, pero no me gustaría que el resultado de una citología de un familiar mío estuviera subido a Internet. Con esto hay que tener mucho cuidado, pero desde luego hay oportunidades de mejora muchísimas.
 
Raúl Ferrer: ?Ni tanto ni tan calvo?, entiendo que hay un término medio entre subir los datos de salud a Amazon y seguir utilizando Windows XP en los ordenadores del Sermas.
 
Patricia Alonso-Fernández: Hay que explorar, sin duda.
 
Ronda de conclusiones:
 

Conclusiones finales.

Raúl Ferrer: Creo que hemos estado bastante de acuerdo en las líneas de que hay mucho trabajo por hacer, a pesar de que lleva mucho tiempo en marcha el movimiento digital. La sociedad va a una velocidad y los profesionales vamos a otra. Es verdad que vamos haciendo incursiones pero siguen siendo de unos pocos que toman las riendas. Es importante que las instituciones se pongan las pilas en este sentido  y es importante que haya una voluntad política de cambio, de que las formaciones integren también todos estos conocimientos.
Las redes no es que estén para quedarse si no que ya se están yendo y nosotros todavía no hemos llegado a ellas y deberíamos ?ponernos las pilas? en este sentido.
 
Jaime del Barrio: La transformación digital en salud debe y tiene que ser liderada por profesionales sanitarios.
 
Jaime Acosta: Los profesionales tenemos que estar donde están los pacientes y se ha abierto desde hace mucho tiempo un campo nuevo virtual y tenemos que estar y, efectivamente, no estamos. Debería haber una formación no solamente en su uso correcto, sino también en explicar las oportunidades que estas herramientas nos incorporan para los profesionales y también para los gestores.
 
Patricia Alonso-Fernández: Yo sólo una frase que intento llevar en mi vida: ?Todo lo que no se comparte se pierde?. Las redes sociales son una excelente herramienta precisamente para eso, para compartir.


Primera parte del debate.

Segunda parte del debate. 

 
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