La insatisfacción con la sanidad impulsó a Trump a la Casa Blanca

La sanidad ha podido jugar un papel clave en la elección de Donald Trump como presidente de EEUU. Según un estudio publicado en la revista Plos One, los condados con peor sanidad cambiaron su voto a favor del candidato republicano frente a los resultados de las pasadas elecciones.

"En todo el país, hemos observado condados con servicios de salud pública deficientes que cambiaron drásticamente el voto a favor del candidato republicano en 2016 si se compara con las elecciones de 2012”, ha señalado Jason Wasfy, investigador Hospital General de Massachusetts MGH y coordinador del estudio.

La investigación ha cruzado los resultados de 3.009 condados del país, un total del 95 por ciento, con los datos sobre la calidad de los servicios de salud recopilados por la Fundación Robert Wood Johnson.

En un primer momento, se estableció que un 5,4 % de los votantes habían cambiado el sentido de su voto entre ambos candidatos, de los cuales un 88 % lo hizo en favor de Trump y el 12 % restante, en contra.

A continuación se compararon los resultados con los datos compilados en la base de datos de la fundación, que recoge información sobre los recursos del sistema sanitario. Según apuntan los autores, en estudios anteriores se habían encontrado coincidencias entre un mal estado de salud y el cambio en el voto, especialmente en personas de edad más avanzada.

El autor reconoce que el estudio "tiene enormes limitaciones" entre las que cita que no incluye los efectos de la epidemia de opiáceos, que también ha podido influir en el resultado. A pesar de que apunta a que no se puede determinar "la causalidad" de un mal sistema sanitario en el cambio del voto, sí revela que existe la posibilidad.