Laboratorio.
Llega el verano y, con él, el aumento de las temperaturas, inlcuida la de la superficie del mar. Esto supone un peligro para algunas zonas de Europa que están sufriendo el cambio climático, según el Centro Europeo para la prevención y el Control de Enfermedades (ECDC). Y es que en esta época del año,
aumenta el riesgo de contagio de bacterias Vibrio que viven en aguas costeras salobres, donde se mezclan el agua salada y el agua dulce, sobre todo cuando las temperaturas son altas y el nivel de salinidad es bajo.
El ECDC estima que, a medida que aumentan las temperaturas de la superficie marina en Europa, este tipo de bacterias se expanda a otras áreas costeras. De hecho, informa de que ya se han encontrado en el mar del Norte y otras zonas de baño cerradas o estuarinas, a pesar de que
suelen detectarse especialmente en el mar Báltico. Aquí los contagios aumentaron considerablemente en 2018, cuando se reportaron 445 casos, más del triple de la media anual registrada entre 2014 y 2017, que es de 126 casos.
Dolor abdominal y fiebre - Formas de transmisión del virus
La vibriosis se da cuando se concentran
varias especies de bacterias del género Vibrio. Algunas de ellas pueden incluso llegar a provocar infecciones graves, por ejemplo alimentarias tras
comer mariscos crudos o poco cocidos, o del torrente sanguíneo cuando las bacterias entran en el cuerpo a través de
cortes o heridas en la piel.
Entonces, ¿qué sintomas produce?. Si ha sido por el consumo de mariscos,
son comunes la diarrea acuosa, el dolor abdominal, las náuseas, los vómitos, la fiebre y los escalofríos. Si ha sido en el agua, se pueden dar infecciones de oído o, en el caso de tener heridas abiertas, se pueden originar enrojecimientos e hinchazón del áera afectada. Este tipo de infecciones, si no son tratadas, pueden derivar en
complicaciones graves como fascitis necrosante, infecciones del torrente sanguíneo,
sepsis o incluso la amputación de extremidades, especialmente en aquellas personas que ya padecen otras enfermedades hepáticas crónicas o tienen sistemas inmunitarios debilitados.
Para evitar el contagio, una de las principales recomendaciones es comer el marisco bien cocido, evitando, por ejemplo, las ostras. Por otro lado, el ECDC señala que si una persona tiene rasguños, cortes o heridas, puede nadar en aguas salobres o saladas y cubrir el área afectada con un vendaje impermeable. Si no, es importante
lavar la zona con agua limpia y fresca.
Concienciación y supervisión
A parte de reconocer los síntomas derivados de vibriosis, para reducir su impacto en la salud pública y prevenir infecciones graves es importante
concienciar al público, al personal sanitario y a los viajeros, dice la ECDC, que también anima a a los países potencialmente afectados a establecer sistemas de vigilancia de la enfermedad, ya que cree que probablemente esté infradiagnosticada.
La función del ECDC cada verano es
supervisar las condiciones ambientales que favorecen el crecimiento de Vibrio en el mar Báltico y publicar actualizaciones periódicas a través informes y un visor de mapas que utiliza datos satelitales en tiempo real sobre temperatura de la superficie del mar y salinidad para evaluar la idoneidad ambiental para las especies de Vibrio, proporcionando una visión general del riesgo potencial en distintos países.
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