El objetivo de la iniciativa solidaria es ampliar el número de estos dispositivos en España

'Latidos que suman', de Esteve, transforma kilómetros en desfibriladores
Antoni Esteve, presidente de Esteve.


19 oct. 2016 13:10H
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POR REDACCIÓN
Esteve y la Asociación España Salud han puesto en marcha el proyecto solidario ‘Latidos que suman’, una carrera solidaria en la que médicos y farmacéuticos pueden convertir los kilómetros recorridos en desfibriladores. La meta es llegar a los 70.000 kilómetros para obtener 20 desfibriladores que se instalarán por toda España.

“Esteve, firme a su compromiso con la salud y la calidad de vida, ha impulsado esta iniciativa para fomentar hábitos de vida cardiosaludables entre los profesionales sanitarios y vincular este reto a una causa social: aumentar el número de desfibriladores instalados”, explica Mireia Marimon, responsable de RSC de la compañía farmacéutica. 

Según Josep Brugada, presidente de la Asociación España Salud y considerado una de las máximas autoridades en muerte súbita, “nuestro país está muy alejado de las cifras de otros países de la Unión Europea. Si al lado de cada extintor hubiera un desfibrilador y personal con conocimientos mínimos de reanimación, podrían salvarse 4.500 vidas al año”.

La muerte súbita provoca 45.000 muertes al año

La muerte súbita es un fallecimiento natural inesperado debido a causas cardíacas que se caracteriza por la pérdida de conocimiento en la primera hora desde el inicio de los primeros síntomas. “En España, causa entre 40.000 y 45.000 muertes al año, 18 veces más que los accidentes de circulación. Sólo en 2015, hubo más de 70.000 ingresos hospitalarios debidos a un episodio de muerte súbita en nuestro país”.

La enfermedad coronaria, muy prevalente en nuestra sociedad, es la responsable del 80 por ciento de las paradas cardíacas. Pero la muerte súbita puede producirse en personas de cualquier edad, aparentemente sanas y sin antecedentes de enfermedad cardíaca e, incluso, en atletas de alto rendimiento, como ha sucedido en el caso de varios jugadores de fútbol.

“Es muy difícil de prever. La principal dificultad es identificar a pacientes con alto riesgo. Y, además, las probabilidades de sobrevivir a un episodio de muerte súbita se reducen en un 10 por ciento por cada minuto que pasa”. Por todo ello, los expertos insisten en la necesidad de aumentar el número de desfibriladores, especialmente en lugares con alta afluencia de población, como aeropuertos, estaciones de tren, centros comerciales, mercados, instalaciones deportivas.

Un desfibrilador, la diferencia entre la vida y la muerte

“Es importante controlar los factores de riesgo cardiovascular, como la presión arterial, el tabaquismo, el sobrepeso y la obesidad o la diabetes, entre otros. Pero también es crucial aumentar el número de desfibriladores de acceso público. Para una persona que padezca un episodio de este tipo, un minuto puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte”. 

En 2012, el Parlamento Europeo estableció la MS como un problema prioritario de salud pública en la UE. Además del consiguiente coste de vidas, cabe sumarle el coste para el sistema sanitario -que es superior a los 326 millones de euros anuales en España-. 

Sin embargo, nuestro país está a la cola en número de desfibriladores instalados respecto a la UE: alrededor de 10.000 frente a los 100.000 en Francia, los 80.000 en Alemania o los 50.000 en Reino Unido. “Sólo cuatro comunidades autónomas: Andalucía, Cataluña, Canarias y País Vasco, regulan la instalación de desfibriladores en espacios públicos”.

Aún existe una escasa concienciación, conocimiento y ausencia de iniciativas para promover el uso de estos dispositivos. Campañas como ‘Latidos que Suman’ son fundamentales
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