El hospital ha acogido la jornada de Adopción Internacional en la que se han tratado posibles problemas de salud

La Jiménez Díaz actualiza los factores sanitarios del niño adoptado
Un momento durante la inauguración de la jornada.


24 abr. 2018 13:40H
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POR REDACCIÓN
Con el objetivo de asegurar una asistencia de la máxima calidad a los niños vietnamitas acogidos en familias españolas desde el punto de vista sanitario, educativo y psicológico, el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz celebró recientemente una Jornada de Adopción Internacional centrada en Vietnam en la que realizó una completa actualización del manejo del niño adoptado y se puso puso en valor la Consulta de Preadopción como pieza clave en diferentes fases del proceso.

Los padres que se plantean el proceso de adopción internacional deben saber que, a priori, los niños adoptados, sea cual sea su país de procedencia, pueden tener problemas de salud añadidos a los de otros menores inmigrantes del mismo país de origen, ya que en la mayoría de los casos la única vía para adoptar es la de niños con enfermedades o necesidades especiales.

"Es necesario que la familia que se plantea la adopción conozca previamente estos factores y las posibles condiciones derivadas de los mismos, ya sean psicológicas, educativas o de salud", explica la  Ana Belén Jiménez, pediatra de la Fundación Jiménez Díaz y responsable de las consultas de Adopción Internacional y Viajero Infantil del centro, además de la de Infectología Pediátrica y Pediatría Tropical.

Los menores pueden presentar problemas neurológicos, psicológicos, sociales, de adaptación, escolarización, apego o del lenguaje



Actualmente, el número de adopciones internacionales que fracasan es "inadmisiblemente alto", por lo que “es imprescindible que la información disponible a los padres antes de tomar las principales decisiones sea la máxima para aumentar la tasa de adopciones exitosas”, señaló.

Situaciones médicas concretas

Existen unas condiciones comunes para todos los niños adoptados, aunque de cada zona geográfica se pueden esperar situaciones médicas concretas relacionadas con enfermedades infecciosas habituales o específicas de la zona, cobertura vacunal vigente, condiciones de sus orfanatos o el propio proceso de adopción de cada país. Así, los futuros padres adoptivos reciben una lista de patologías entre las que deben elegir aquellas que están dispuestos a asumir, una decisión ante la que sienten una importante presión e incertidumbre.

"Además -puntualiza Jiménez-, el grado de fiabilidad de los informes médicos de los niños es muy diferente según los países". En este contexto, los padres deben disponer de toda esta información antes de elegir el país en el que se embarcan para la adopción internacional.

La Consulta de Preadopción a lo largo del proceso

Un objetivo para el que la Consulta de Preadopción resulta clave en diferentes fases del proceso: antes de decidirse para conocer las características generales de los niños adoptados, al elegir el país de adopción en función de la patología esperable, al elegir las enfermedades asumibles si tienen que enfrentarse a una adopción por Pasaje Verde, conociendo la implicación de cada una de ellas, tras la asignación para analizar el material audiovisual e informes disponibles, o antes del viaje para asesorarse sobre vacunación y profilaxis, cuidados del niño adoptado o consejos dietéticos a seguir.

"Es imprescindible la máxima información a las familias adoptantes respecto a las características generales y de salud esperable en los niños adoptados para que puedan realizar una decisión consciente y se asegure el éxito de la adopción", insiste Jiménez, asegurando que la Consulta de Preadopción es "una herramienta clave para apoyar a los padres en esta decisión".

Asimismo, una vez en nuestro país, los niños adoptados precisan de una atención especializada y multidisciplinar en la Consulta de Adopción Internacional que incluye una valoración a los 15 días de su llegada a España, una reconstrucción de su historia sanitaria, una exhaustiva exploración física y la realización de pruebas complementarias que se repiten a los seis meses, además de las derivadas de los hallazgos en la valoración del menor. También se valora su estado vacunal y se diseña un calendario de rescate de vacunación.

Por sus condiciones previas, los menores pueden presentar también problemas neurológicos, psicológicos, sociales, de adaptación, escolarización, apego o del lenguaje, que no tienen por qué aparecer inicialmente, pero que requieren un estrecho seguimiento que facilita igualmente este servicio médico.
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