Un estudio de la Academia Americana de Pediatría ensalza su papel 'neutralizador' en el conflicto

Los niños de padres separados necesitan atención pediátrica al menos 2 años
La atención pediátrica no excluye las emociones del niño ante un conflicto familiar.


30 nov. 2016 12:40H
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POR REDACCIÓN
Los pediatras neutralizan el trauma que deja la separación de los padres que, por lo general, remite en sus principales manifestaciones durante los dos o tres años que siguen al suceso, según revelan las conclusiones de un informe elaborado por la Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) y publicado en la revista Pediatrics.

“El pediatra puede ayudar a los padres a comprender las reacciones de sus hijos ante un divorcio o una separación”, ha declarado la autora del documento, Carol Weitzman, presidenta de la Sección de Pediatría del Desarrollo y Conductual de la AAP.

“Esas reacciones variarán, dependiendo de la edad y la etapa del desarrollo. Se debe animar a los padres a responder las preguntas de sus hijos con honestidad, y a permitirles expresar sus propios sentimientos”, han planteado portavoces de la AAP.

Cada año, los padres de más de un millón de niños de Estados Unidos se separan, y los jóvenes sufren un trauma emocional y necesitar respaldo, según el informe. El trabajo ha aclarado que los niños de padres no casados que se separan se enfrentan a los mismos problemas y necesitan el mismo respaldo que los de padres que se divorcian.

Asimismo, se sabe que un pediatra aporta la máxima ayuda al mantener relaciones neutrales con ambos progenitores y aconsejarles cuándo se necesite una intervención, según datos de la investigación.

La conducta de muchos niños cambia en el primer año de la separación de los padres, pero la mayoría de los problemas se resuelve, en efecto, en un plazo de dos a tres años, según el informe. Aun así, la sensación de pérdida de un niño dura, a veces, años y quizá resulte aguda durante la temporada de fiestas, los cumpleaños u otros eventos especiales.

Problemas de temperamento y de relación con los padres

Los factores que afectan a la forma en que los niños responden incluyen su temperamento, la capacidad de los padres de enfocarse en las necesidades y sentimientos de los niños, y las relaciones entre padres e hijos antes y después de la separación.

El trabajo también concluye que las emociones, conductas y necesidades de los niños cambian a medida que crecen. Algunos de los problemas potenciales de adaptación a los que se enfrentan son los acuerdos de custodia, adaptarse a las familias reconstituidas, y las actividades románticas y sexuales de los padres.
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