La formación en el aula es sinónimo de calidad, aunque también se considera que el método online puede dar resultado

Psicología pide regular su grado para aclarar el nivel de presencialidad
Fernando Chacón y Antonio Ferrer.


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La formación sanitaria en la universidad está irremediablemente unida al aula. Y es que la instrucción en Ciencias de la Salud acostumbra a ser presencial. Tan solo un grado de este ámbito ofrece la posibilidad de cursarlo a través de la vía a distancia. Se trata de Psicología, en el que no solo es una opción, sino también el formato prioritario en términos de volumen. Y es que más de la mitad de las plazas para el año académico 2025/2026 se ubican en la educación online. En concreto, 16.918 de las 28.747 ofertadas. Un panorama que genera distintas opiniones dentro del sector, aunque una es común: la necesidad de regular la carrera para poder dilucidar las competencias u habilidades requeridas y, por ende, determinar el requisito de la presencialidad y dar forma al propio camino de los profesionales de salud mental.

"El formato online no cuenta con determinados componentes educativos que sí se hallan en el método presencial", ha indicado el vocal de Presidencia del Consejo General de la Psicología de España (COP), Fernando Chacón, a Redacción Médica. Bajo su prisma, sería positivo reforzar el catálogo de vacantes formativas para el grado en las universidades que requieren la asistencia del alumno a clase, siempre que cuadre con las necesidades de la profesión. "Por norma general, este tipo de instrucción ofrece una elevada calidad", ha opinado.

Por su parte, el presidente de la Conferencia Nacional de Decanos y Decanas de Psicología de las Universidades Españolas (Cdpue), Antonio Ferrer, ha señalado que "la formación y el aprendizaje no dependen exclusivamente del formato, sino que hay más factores que inciden sobre la calidad". En este sentido, ha destacado que la opción online puede ser de gran utilidad para estudiantes con mucha capacidad para autorregular su proceso de aprendizaje.


Regular la formación


Sin embargo, determinar qué método es mejor para el estudiante de Psicología se intuye complicado debido a la falta de regulación del grado. Una situación que hace que no se puedan especificar qué tipo de habilidades o destrezas podrían requerir o no de presencialidad. Precisamente, la ordenación normativa de la carrera universitaria es una de las peticiones históricas de la profesión, que reclama que la tenencia de la titulación sea habilitante. Hay que destacar que en la actualidad solo la vertiente clínica está reconocida a nivel legislativo.

Ferrer ha sostenido que "muy posiblemente" la mayoría de contenidos y muchas de las competencias adquiridas pueden ser trabajadas de forma eficaz con formatos de docencia con o sin presencialidad. Eso sí, no todos son compatibles con el método online. "Puede resultar más dudoso o 'creativo' desde un punto de vista instruccional la preparación de determinadas habilidades prácticas, técnicas o metodológicas en formatos no presenciales", ha apuntado el máximo representante de Cdpue y decano de la Facultad de Psicología y Logopedia de la Universidad de Valencia.


"Si se accediera a regular el grado y se tuvieran que fijar unas competencias concretas, estaríamos en mejor disposición de juzgar la potencial calidad formativa"



La regulación del grado ayudaría a evitar esta situación. "Si se accediera a regular el grado y se tuvieron que fijar unas competencias concretas, estaríamos en mejor disposición de juzgar la potencial calidad formativa según el ajuste de la modalidad de enseñanza a tales competencias sin descartar que ninguna de ellas pueda ser viable a priori", ha argumentado Ferrer.


Aumento de plazas


Respecto a un posible aumento del número de plazas, Chacón ha abogado por potenciar las vacantes en las universidades públicas, en caso de que se requiera incrementar la proporción de psicólogos por paciente. Y es que, en la actualidad, las entidades de titularidad autonómica o estatal concentran 15.915 puestos, mientras que los 12.277 restantes recaen en centros privados en el presente curso.

Ferrer ha concordado en la relevancia de elevar la cuantía de plazas en instituciones académicas dependientes de las comunidades autónomas, ya que estas son las que garantizan un acceso equitativo al mencionado grado y, por consiguiente, a la profesión. "La Psicología es estratégica para la salud mental y los servicios sociales y educativos, por lo que es razonable priorizar el crecimiento de la oferta pública cuando existan necesidades demostrables y capacidad de garantizar la calidad formativa. El catálogo privado puede ser complementario", ha recalcado el presidente de Cdpue.

Eso sí, la escalada numérica de la oferta del grado no debe orquestarse de manera baladí. Esta tiene que basarse en una planificación responsable. Hay que analizar la inserción laboral actual y las necesidades del estudiantado egresado en Psicología en los diferentes ámbitos de intervención -social, clínico, escolar, forense…-. Además, se debe prestar atención a la capacidad real del ecosistema para el desarrollo de prácticas académicas externas o la disponibilidad de profesorado doctor con experiencia asistencial y de investigación. "Ampliar sin reforzar prácticas y supervisión sí podría degradar la formación", ha sentenciado Ferrer.
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