José Ramón Naranjo, investigador del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC y del Ciberned.                                            
                                        
                                        
                                            Expertos participantes en el 
VII Congreso Internacional de Investigación e Innovación en 
Enfermedades Neurodegenerativas (Ciiien) calculan que en unos cuatro o cinco años estarán disponibles
 tratamientos combinados de fármacos que permitan 
frenar el alzhéimer, como paso previo a la reversión de los efectos degenerativos de la enfermedad, y además, en unos 15 años obtener resultados en una vacuna que prevenga su aparición.
Así, lo han expuesto el investigador del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC y del Ciberned, 
José Ramón Naranjo, y el investigador principal de Ciberned y profesor de la Universidad de Barcelona
 Isidro Ferrer antes de participar en este congreso.
Al respecto, se han mostrado "
muy optimistas" con estos 
avances ya que la investigación que se está desarrollando en la 
vacuna y los
 tratamientos combinados permitirán 
progresar de una manera importante en pocos años.
	
		
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					"El futuro está en la asociación de varios fármacos para bloquear varias dianas a la vez" 
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En ese sentido, Naranjo ha resaltado que ya están investigando en el 
desarrollo de nuevas moléculas para "
curar esta patología" con mecanismos que permita 
reponer las neuronas muertas.
Por el momento, se ha mostrado 
optimista de que
 en cuatro o cinco años ya disponga en el mercado de una
 combinación de fármacos que permita 
estabilizar el alzhéimer en el momento del 
diagnóstico y poder así "soñar en disponer también de algo que comience 
revertir los efectos degenerativos que causa esta enfermedad".
Al respecto, ha señalado que la 
batería farmacológica disponible actual solo retrasa la enfermedad de forma que se estabiliza en el grado de la enfermedad que padece la persona en el momento en el que se diagnostica. De ahí, la 
importancia actual de un 
diagnóstico precoz.
En esta línea, ha señalado que las investigaciones de los últimos 10 años han incluido mecanismos "muy variados" y cada uno de ellos "implica que existen unas 
dianas que se pueden 
atacar farmacológicamente" y la lucha actual es
 encontrar moléculas para
 bloquear estas
 distintas dianas.
	Piden que se aumente la investigación 
De este modo, "el futuro está en la 
asociación de varios fármacos para bloquear varias dianas a la vez" que permitan "no solo retrasar" la enfermedad sino "incluso revertir los daños".
Al respecto, ha constatado que ha habido un
 problema muy grande con toda la 
inversión realizada por la 
industria farmacológica en los 
anticuerpos monoclonales contra la beta amiloide que "no han sido eficaces pero que no se descarta que con otra utilización puedan tener una
 cierta validez".
Sin embargo, "lo cierto es que toda esa inversión ahora mismo se considera 
fallida y ha
 bloqueado todas las investigaciones en alzhéimer de la compañías".
También ha recalcado que lo "inteligente" sería 
aumentar la inversión en investigación porque se calcula que por cada euro que se destina se ahorra más de 50 euros en el tratamiento y en las consecuencias sociales a medio plazo. En España esta relación se eleva a 200 euros de ahorro por cada euro destinado a investigación ya "batiremos todos los retos en longevidad".
En cualquier caso, ha recalcado que pese a la
 "ridícula" inversión en Ciberned, cuatro millones que se deben repartir en 56 grupos de investigación, se están obteniendo "grandes resultados".
	Avances en vacunas
Por su parte, Investigador principal de Ciberned y profesor de la Universidad de Barcelona,
 Isidro Ferrer, se ha mostrado asimismo "
bastante optimista" con las
 nuevas terapias y ha vaticinado que en "un corto tiempo se dispondrán de
 buenos resultados aplicables y útiles".
	
		
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					"En un corto tiempo se dispondrán de buenos resultados aplicables y útiles" 
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Además, ha resaltado que a esta c
ombinación de fármacos hay que 
sumar los avances en las 
inmunoterapias. El problema es que hasta ahora estos programas, basándose en la teoría amiloidea, se han aplicado en personas que ya estaban
 gravemente afectadas, lo que "no es el escenario ideal para vacunar" y para ver los resultados en personas jóvenes habrá que 
esperar unos 15 o 20 años.
Con todo, ha resaltado que la vacunación reduce la cantidad de la proteína amiloide pero no la progresión del alzhéimer. Sin embargo, este experimento "ha permitido
 comprobar que la vacunación funciona, cuando vamos dirigidos hacia una
 proteína normal se consigue 
destruirla, pero el amiloide no era la proteína diana, es otra y ahora todos los esfuerzos se destinan a descubrir otras proteínas".
De este modo, además de descubrir la proteína diana, también hay que determinar el momento idóneo para administrar la vacuna, si en la infancia, en la adolescencia o en la edad adulta. "Lo que es seguro es que no es en personas con un 
cuadro de demencia establecido porque ya es
 demasiado tarde porque, como todas las vacunaciones, son
 elementos preventivos más que curativos", ha señalado.
                                        
 
                                        
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