Una investigación en primates no humanos muestra que la ingesta puede repercutir en el desarrollo del órgano

El consumo excesivo de alcohol inhibe el crecimiento cerebral
Christopher Kroenke, coautor del estudio.


1 abr. 2019 19:00H
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El uso excesivo de alcohol entre adolescentes y adultos jóvenes no solo es peligroso por sí mismo, sino que una nueva investigación en primates no humanos muestra que en realidad puede reducir la tasa de crecimiento en los cerebros en desarrollo.

En concreto este trabajo, que ha sido publicado en la revista 'eNeuro', muestra que el consumo excesivo de alcohol reduce la tasa de crecimiento cerebral en 0,25 mililitros por año por cada gramo de alcohol consumido por kilogramo de peso corporal. En términos humanos, eso es el equivalente a cuatro cervezas por día.

La investigación incluyó monos macacos rhesus del Centro Nacional de Investigación de Primates de Oregón, en Estados Unidos. "La auto intoxicación crónica por alcohol redujo la tasa de crecimiento del cerebro, la materia blanca cerebral y el tálamo subcortical", escriben los investigadores, quienes midieron el crecimiento cerebral mediante imágenes de resonancia magnética de 71 macacos rhesus que consumieron etanol o bebidas alcohólicas.

Los científicos midieron con precisión la ingesta, la dieta, los horarios diarios y la atención médica, descartando así otros factores que tienden a confundir los resultados en estudios observacionales que involucran a personas. Los hallazgos de la investigación ayudan a validar trabajos anteriores que examinan el efecto del consumo de alcohol en el desarrollo del cerebro en las personas.


Disminución en distintas áreas cerebrales


"Los estudios en seres humanos se basan en informes personales de bebedores menores de edad", afirma el coautor Christopher Kroenke, profesor asociado de la División de Neurociencia en el centro de primates. "Nuestras medidas vinculan el consumo de alcohol con el deterioro del crecimiento cerebral", agrega.

El nuevo estudio caracterizó el crecimiento cerebral normal de un mililitro por 1,87 años en macacos rhesus en la adolescencia tardía y la edad adulta temprana. Y además reveló una disminución en el volumen de distintas áreas del cerebro debido al consumo voluntario de etanol.

La autora principal Tatiana Shnitko, profesora asistente de investigación en la División de Neurociencias en el centro de primates, explica que las investigaciones anteriores han demostrado que el cerebro tiene capacidad para recuperarse, al menos en parte, después del cese de la ingesta de alcohol, pero no está claro si habrá efectos a largo plazo en las funciones mentales cuando el cerebro adolescente y adulto finalice su fase de crecimiento.

La siguiente etapa de la investigación explorará esa cuestión. "Este es el rango de edad en el que el cerebro está siendo afinado para adaptarse a las responsabilidades de los adultos -señala Shnitko-. La pregunta es, ¿la exposición al alcohol durante este rango de edad altera la capacidad de aprendizaje de la vida de las personas?".
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