Los inhaladores con esteroides son los fármacos más comúnmente utilizados en el tratamiento del asma.
8 may. 2017 18:40H
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Un equipo de investigación internacional ha revelado que la testosterona protege a los varones contra el desarrollo de asma, ayudando a explicar por qué las mujeres tienen dos veces más probabilidades de sufrir asma que los hombres después de la pubertad. El trabajo mostró que la testosterona suprime la producción de un tipo de célula inmunológica que desencadena el asma alérgica, un hallazgo que puede conducir a nuevos tratamientos para el asma más específicos.
El doctor Cyril Seillet y la profesora Gabrielle Belz, del Instituto Walter y Eliza Hall de Melbourne, con el doctor Jean-Charles Guéry y su equipo en el Centro de Fisiopatología de Toulouse-Purpan, en Francia, dirigieron el estudio, publicado este lunes en Journal of Experimental Medicine.
El doctor Seillet dice que se especulaba que las hormonas juegan un papel significativo en la incidencia y la severidad del asma en mujeres. "Hay una observación clínica muy interesante de que las mujeres están más afectadas y desarrollan asma más severa que los hombres, por lo que tratamos de entender por qué sucedía", afirma.
"Nuestra investigación muestra que los altos niveles de testosterona en los hombres los protegen contra el desarrollo de asma alérgica -indica la investigadora-. La testosterona es un potente inhibidor de las células linfoides innatas, una nueva célula inmune que se ha asociado con el inicio del asma".
Inhibir la proliferación de células
El equipo de investigación encontró que las células linfoides innatas -ILC2s- 'detectaron' la testosterona y respondieron deteniendo la producción de las células. "La testosterona actúa directamente sobre ILC2s al inhibir su proliferación -explica Seillet-. Así que, en los hombres, hay menos ILC2s en los pulmones y esto se correlaciona directamente con menor severidad del asma".
ILC2s se encuentran en los pulmones, la piel y otros órganos. Estas células producen proteínas inflamatorias que pueden causar inflamación pulmonar y daño en respuesta a desencadenantes comunes para el asma alérgica, como el polen, los ácaros del polvo, el humo del cigarrillo y el pelo del animal doméstico.
El profesor Belz señala que entender el mecanismo que impulsa las diferencias sexuales en el asma alérgica podría conducir a nuevos tratamientos para la enfermedad. "Los tratamientos actuales para el asma severa, como los esteroides, tienen una base muy amplia y pueden poseer efectos secundarios significativos", afirma el profesor Belz.
"Este descubrimiento nos proporciona una nueva forma potencial de tratar el asma, dirigida a las células que están contribuyendo directamente al desarrollo de asma alérgica. Aunque debe investigarse más, se abre la posibilidad de imitar esta regulación hormonal de ILC2 como una forma de tratar o prevenir el asma. Se han utilizado tácticas similares para dirigirse a vías hormonales con éxito para el tratamiento de otras enfermedades, como el cáncer de mama".
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